sábado, 27 de marzo de 2010
viernes, 26 de marzo de 2010
¡¡¡Ayer inauguramos el Albergue!!!
miércoles, 24 de marzo de 2010
Pues... ¡a moverse!
Let’s Move
Por Michelle Obama
Newsweek, 21 de marzo del 2010, pp. 30, 31.
Desde hace años sabemos que hay una epidemia de obesidad infantil en EE UU. Hemos escuchado que la tercera parte de nuestros hijos tiene sobrepeso u obesidad. Hemos visto los efectos del problema en sus sentimientos y autoestima, y conocemos los riesgos para su salud y nuestra economía: los miles de millones de dólares que gastamos, cada año, en tratamientos para enfermedades relacionadas con la obesidad, como padecimientos cardiacos, diabetes y cáncer.
Sin embargo, también sabemos que no siempre fue así. Cuando muchos de nosotros pequeños, llevábamos estilos de vida que nos mantenían en un peso bastante saludable. Caminábamos todos los días a la escuela, arriamos largas horas en el recreo, el gimnasio escolar y antes de cenar, comíamos alimentos preparados en casa que siempre parecían incluir por lo menos una verdura.
Hoy día, esas caminatas a la escuela han sido reemplazadas por autos y autobuses para muchos niños; las tardes de jugar en el parque han cambiado por sesiones de televisión, videojuegos e internet; y muchos progenitores trabajan más horas o tienen más de un empleo, de suerte que casi nunca pueden sentarse a compartir la mesa con sus familias.
Es evidente que entre las presiones en la economía actual y el incansable paso de la vida moderna, muchas veces perdemos de vista el bienestar de nuestros hijos.
Y seamos sinceros: ellos no son los responsables de todo esto. Nuestros niños no decidieron qué habían de servir en la cafetería escolar o si había que elegir entre la clase de gimnasia o recreo. Nuestros hijos no eligieron producir comestibles con montones de azúcar y sodio en tamaños colosales, para luego verse saturados de la publicidad mediática que los promueve. Y no importa cuánto nos insistan en un plato de comida rápida con dulces, nuestros niños no son los que deciden a la hora de cenar. Nosotros estamos a cargo. Nosotros tomamos esas decisiones.
Y en ello estriba la buena noticia: en que tomar la decisión de resolver el problema. Por eso hemos dado inicio a "Let's Move" ("Vamos a movernos"), campaña nacional que tiene el único objetivo de resolver el problema de obesidad infantil en una generación, de manera que los niños nacidos hoy puedan llegar a la edad adulta con un peso saludable.
Let's Move no intenta retroceder el tiempo a nuestra infancia o crear cenas de cinco platillos cada noche, pues nadie tiene el tiempo para eso. Y tampoco consiste en decir no a todo. Hay un lugar para las galletas dulces y el helado, para las hamburguesas y las papas fritas, pues todos son parte de la diversión de la infancia.
Let's Move es un programa para que las familias realicen cambios manejables que se adapten a sus horarios, presupuestos, necesidades y gustos; para dar a los progenitores las herramientas necesarias para tener una familia saludable y en buenas condiciones físicas, aumentándola en casa y la escuela de manera nutritiva —con más frutas y verduras frescas, más granos integrales y menos azúcar, grasa y sal. Es un programa para ayudar a que las tiendas de víveres den un servicio a las comunidades que no tienen acceso a aumentos frescos, y para encontrar nuevas estrategias para nuestros hijos mantengan una saludable actividad física en la escuela y el hogar.
No será fácil alcanzar todos estos objetivos y no es cosa que podamos corregir con un proyecto de ley en el Congreso o una orden ejecutiva del Presidente. He hablado del asunto con muchos expertos y ninguno ha dicho que la solución a la obesidad infantil sea pedir al gobierno que nos diga lo que debemos hacer.
Todo lo contrario. La solución estriba en lo que nosotros podamos hacer para que nuestros hijos lleven vidas activas y saludables; en padres y madres que tomen decisiones más sanas para sus familias; en alcaldes y gobernadores que contribuyan a desarrollar ciudades y estados más saludables; y en un sector privado que también haga lo que le corresponde: desde los fabricantes de alimentos que ofrecen opciones más nutritivas hasta los vendedores que entienden que los productos que benefician a los niños y sus familias, también pueden beneficiar al negocio.
Es por eso que he viajado por el país para hablar con diversos grupos, desde asociaciones de padres y maestros hasta fabricantes de alimentos, funcionarios públicos y empleados de cocinas escolares, para pedirles que sean parte de Let's Move. Y desde el inicio de esta campaña, varios proveedores escolares importantes han aceptado mejorar la calidad de sus alimentos y a duplicar su producción de frutas y verduras para atender las necesidades de nuestros hijos. Las compañías de bebidas más grandes del país han accedido a proporcionar información nutrimental más visible en los empaques de sus productos, así como en las máquinas expendedoras y fuentes de sodas. La Academia Estadounidense de Pediatría ha comenzado a instar a sus miembros a practicar la detección oportuna de obesidad en los niños y más aún, a escribir recetas detalladas que expliquen a los padres la manera de combatir el problema. También hemos abierto un sitio Web (LetsMove.org) con sugerencias sobre buena alimentación y condición física.
Estos cambios son sólo el principio y aún falta mucho camino por recorrer para alcanzar nuestros objetivos. Sin embargo, tengo confianza en que, si cada cual hace su parte y colabora con los demás, podremos garantizar que nuestros hijos no sólo tengan las oportunidades que necesitan para alcanzar el éxito, sino la fortaleza y resistencia para aprovechar esas oportunidades: para destacar en la escuela, seguir la carrera de sus sueños, cuidar de sus propios hijos y vivir el tiempo suficiente para conocer a sus nietos —tal vez hasta sus bisnietos. Tal es el objetivo de Let's Move y mi misión como primera dama.
martes, 23 de marzo de 2010
Aquí lo más labrado será incrementar la cobertura y disminuir el gasto: enorme reto...
Barack Obama promulgó la ley de la reforma sanitaria en EEUU
Fuente: EFE
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó este martes la histórica ley de reforma sanitaria, que extenderá la cobertura médica a 30 millones de estadounidenses que carecían de ella.
"La ley que promulgo hoy pondrá en marcha reformas por las que generaciones de este país han luchado durante años", aseguró el presidente, en una ceremonia en la que estaban presentes los legisladores que promovieron la reforma y ciudadanos ordinarios que se beneficiarán de la medida.
Un Obama sonriente como quizá nunca desde el día de su investidura insistió en que "hoy, tras casi un siglo de pruebas, hoy tras más de un año de debate, hoy después de que se han contado todos los votos, la reforma del sistema sanitario se convierte en ley en Estados Unidos. Hoy".
El presidente, para el que la medida representa el mayor triunfo de su mandato y un logro que había esquivado a quienes le precedieron en el cargo, dedicó la firma, entre otros, a su madre, fallecida de cáncer y que "hasta los últimos días de su vida tuvo que pasarlos peleando con las aseguradoras".
En la ceremonia se encontraban, entre otros, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi; el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y Vicky Kennedy, la viuda del senador Ted Kennedy, quien murió de cáncer el pasado agosto y fue uno de los mayores defensores de la reforma sanitaria en el Congreso.
Tras la firma, el presidente estadounidense tiene previsto desplazarse al departamento del Interior, donde pronunciará un discurso acerca del alcance de la reforma sanitaria frente a una audiencia de legisladores y de estadounidenses comunes y corrientes cuyas historias, según la Casa Blanca, ponen de relieve los beneficios que acarreará la medida.
Para no hacer sombra al evento, la Casa Blanca canceló un acto para presentar su nuevo plan antidrogas, en el que iba a participar el vicepresidente Joseph Biden, programado inicialmente para hoy.
Además, Obama no mantendrá a lo largo de la jornada otros actos públicos, pues incluso su reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, será a puerta cerrada.
La Cámara de Representantes había aprobado la medida, valorada en 938.000 millones de dólares, el pasado domingo por 219 votos contra 212, tras un largo proceso de negociación. El Senado ya lo había hecho en diciembre.
El Senado tiene previsto comenzar a ver esta semana un proyecto de ley, que la cámara baja también aprobó el domingo, que incluye una serie de modificaciones a la norma promulgada hoy.
Obama tiene previsto desplazarse el jueves a Iowa City para pronunciar un discurso en el que defenderá la reforma, muy impopular entre un sector del público estadounidense, que otras cosas teme el impacto que vaya a tener en el déficit público.
La reforma, que amplía la cobertura médica a 32 millones de estadounidenses para 2019, pretende reducir los costos del cuidado de salud, e impone más exigencias a las aseguradoras.
A continuación se detallan los principales elementos de la reforma de salud de 940.000 millones de dólares, que se aplicará paulatinamente en los próximos diez años:
- Se amplía la cobertura médica a 32 millones de estadounidenses, o el 95% de las personas menores de 65 años que carecen de seguro.
- Exige que para 2014 la mayoría de los estadounidenses compre un seguro de salud o pague una multa anual que oscila entre 95 y 695 dólares para un individuo, y de hasta 2.085 dólares para familias.
- Establece "intercambios de seguro de salud", a través de los cuales los desempleados y familias pobres podrán comprar seguro con subsidios federales, y otros "intercambios" para las pequeñas empresas, a partir de 2014.
- Prohíbe que las aseguradoras nieguen cobertura médica a niños con condiciones médicas preexistentes, seis meses después de que entre en vigor la reforma, y prohíbe que nieguen esa cobertura a personas que se enfermen o padezcan condiciones médicas preexistentes, a partir de 2014.
- Los padres de familia podrán incluir a sus hijos en un plan médico familiar hasta que cumplan 26 años, a menos que éstos reciban cobertura a través de sus empleadores.
- Amplía el programa de Medicaid para incluir a más gente pobre (16 millones de personas adicionales), aunque deja en pie la espera de cinco años a los inmigrantes legales para entrar a ese programa. También excluye a los indocumentados de los "intercambios de salud", aunque estos paguen de su propio bolsillo.
- Alrededor de cuatro millones de ancianos y jubilados recibirán este mismo año 250 dólares para cubrir las recetas médicas cuando hayan agotado esos beneficios en el programa Medicare.
- Las empresas con menos de 50 trabajadores no afrontarán multas si no ofrecen seguro médico, pero las que tengan más de 50 empleados y no lo ofrezcan deberán pagar una multa anual de 2.000 dólares por cada empleado si éste solicita subsidios federales para comprar un seguro.
- Ofrece desgravaciones de hasta el 35 por ciento en sus costos de salud a empresas que ofrezcan seguro y tengan menos de 25 empleados y salarios promedio de menos de 50.000 dólares.
- Prohíbe que las aseguradoras cancelen un seguro médico de forma retroactiva, excepto en casos de fraude.
- Exige que las aseguradoras presenten informes sobre cuánto invierten en cuidado médico y cuánto en gastos administrativos, como parte de una mayor vigilancia del Gobierno en torno a los costos de salud.
- En 2013, aumentará los impuestos de Medicare para los más ricos e incrementará en un 3,8 por ciento los gravámenes sobre las ganancias por inversiones y plusvalías, intereses y dividendos de individuos con ingresos de 200.000 dólares y de familias con ingresos superiores a los 250.000 dólares.
- Incluye medidas para combatir el fraude y el derroche de fondos públicos en los programas de Medicare y Medicaid.
- Prohíbe el uso de fondos públicos para la práctica de abortos, salvo en casos de violación, incesto o que peligre la salud de la mujer. Ningún seguro médico tendría obligación de cubrir gastos de aborto.
- Generará una reducción neta en el déficit federal de al menos 143.000 millones de dólares en los primeros diez años de vigencia.
domingo, 21 de marzo de 2010
Impresionante y decepcionante....
UNA HISTORIA DE AUTISMO Y TERRORISMO
Por Rigoberto Aranda
Newsweek, 14 de marzo del 2010, 28, 29p.
Terrorismo es definido, en español, como cualquier actividad con la que se busca la dominación por el terror. También como una sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.
Estados Unidos añadió a su definición oficial el que los objetivos sean personas no combatientes. Es decir, civiles inocentes, en términos coloquiales.
La historia del médico inglés Andrew Wakefield parece llenar esta definición.
En 1998, Andrew Wakefield, entonces médico del hospital Royal Free de Londres, junto a otros colegas, firmó un artículo publicado en la famosa revista médica The Lancet en el que afirmó que la vacuna triple viral (que inmuniza contra el sarampión, rubéola y paperas) estaba asociada al menos con 12 casos de autismo.
En dicho artículo, que causó revuelo mundial, Wakefield explicaba caso por caso la situación de cada menor y apuntaba directamente a la vacuna como la responsable. A partir de entonces, muchas familias dejaron de inmunizar a sus hijos, presas del miedo, y la incidencia del sarampión aumentó en muchos países.
Ahora, 12 años después, luego de una investigación exhaustiva, The Lancet anunció que retirará de sus archivos dicho estudio.
Sin embargo, como se ha documentado a lo largo de estos años, se convirtió en elemento fundamental para el crecimiento de una corriente global antivacunas, que ha encontrado en internet, campo ideal de propagación.
The Lancet decide ahora retractarse del estudio después de que el Colegio General Médico Británico acusara a su autor, Andrew Wakefield, de actuar "de forma deshonesta e irresponsable". Encontró que las conclusiones a las que Wakefield llegó eran falsas y los métodos empleados para realizar el estudio también.
Este organismo decidió abrir una investigación sobre el estudio después de que un periodista del diario The Times publicara que el médico británico había utilizado para sus ensayos a 12 niños con un sesgo imperdonable: fueron directamente seleccionados por un despacho de abogados, el cual llevó una demanda contra los laboratorios fabricantes de la vacuna, representando a una pareja interesada en obtener una fuerte suma como indemnización.
Los niños participantes en el estudio no provenían, tal y como dijo Wakefield, del servicio de gastroenterología del Hospital Royal Free Hospital de Londres. El Consejo Médico ha descubierto también que Wakefield llegó incluso a pagar a las familias de los pequeños para que se sometiesen a las pruebas.
The Lancet, además de retractarse del estudio, ha pedido disculpas por su publicación hace una década.
Influenza, monjas y antiimperialistas
Entre los activistas antivacunas destacan, más por su impacto mediático que por su credibilidad, una monja benedictina española y un euroconsejero aguerrido y acostumbrado a los reflectores.
Teresa Forcades, monja, médica y activista contra lo que ella llama "crímenes de las farmacéuticas internacionales", lanzó una campaña contra la vacunación de la gripe pandémica A/H1N1 mediante un video en YóuTube que alcanzó gran audiencia.
Forcades, autora también de "Los crímenes de las grandes compañías farmacéuticas" y "La teología feminista en la historia", expresa en el video su preocupación porque los gobiernos puedan declarar obligatoria la vacuna contra la gripe A/H1N1 debido, entre otras cosas, "al desconocimiento sobre sus efectos secundarios".
El video de 54 minutos de duración titulado "Campanas por la gripe A" fue subido a la red y circuló masivamente a través de correos electrónicos.
Forcades, vestida con su hábito y con el fondo del monasterio de San Benet, en Monserrat, Cataluña, plantea sus dudas acerca de la declaración de pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuando, dice, se trata de una enfermedad con menos mortalidad que la gripe estacional.
"Si hay menos mortalidad, ¿cómo es que se puede declarar una pandemia?", se pregunta Forcades, que asegura citar varios informes y documentos oficiales para contrastar sus datos. Algo que, por cierto, no hizo. La monja benedictina es conocida en España por sus constantes ataques a la industria farmacéutica y autoridades sanitarias, basados en teorías de conspiración que rayan en lo paranoico, sin más sustento que el uso de terminología científica y lugares comunes.
Otro que sacó su red para pescar la oportunidad fue Wolfang Wodarg, miembro de la Asamblea del Parlamento del Consejo de Europa, quien vistió su última acción como parlamentario con una espectacular declaración de que la OMS se dejó sobornar por farmacéuticas en su gestión de la pandemia gripal.
Wodarg impulsó a nivel parlamentario una querella con el título "Una pandemia inventada (o falsa): una amenaza para la salud". La propuesta fue derrotada en la Comisión de Asuntos Sociales, Salud y Familia. Ello significa únicamente que no se tramitará por la vía de urgencia y que, tras un tiempo de reflexión, se podrá debatir.
Wodarg no había destacado para nada hasta ahora en su trabajo parlamentario, por dedicarse a temas relacionados con las amenazas biológicas. Es el presidente saliente de la subcomisión de Salud de la Asamblea y, de hecho, ya no es parlamentario: perdió su escaño en las recientes elecciones en Alemania y ha finalizado su etapa como tal el 25 de enero de este año.
Eso sí: se quiso despedir a lo grande: lanzar acusaciones —sin pruebas científicas al calce— sobre las relaciones de la OMS con las compañías farmacéuticas y al mismo tiempo, indicar que "se ha expuesto a millones de personas con buena salud a los riesgos de los efectos secundarios no conocidos de las vacunas que no han sido suficientemente estudiadas".
Terror puro. Publicidad para la monja y el diputado por igual.
Si regresamos a la definición de terrorismo, como "cualquier actividad con la que se busca la dominación por el terror" y también como "una sucesión de actos de violencia (en este caso, propagandística) ejecutados para infundir terror", más allá de los fines perseguidos, tanto Wakefield, como Forcades y Wodarg, cubren el perfil.
¿Cuántos niños, adultos vulnerables, personas mayores, quedaron sin protección por estas campañas?
Además del bien documentado brote de sarampión que se registró a nivel mundial luego de la resistencia de muchas familias a inmunizar a sus hijos, las personas todavía expuestas hoy al virus de la influenza A/H1N1 alcanzan millones.
Que no es tan letal como se creía, mejor. Pero de ahí a dejarse de vacunar por miedo...
Pero el hecho permanece: para el terror no hay vacunas, desafortunadamente.
martes, 16 de marzo de 2010
Los horarios del mes de abril (provisionales, claro)
viernes, 5 de marzo de 2010
Hacinamiento...
martes, 2 de marzo de 2010
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