martes, 31 de julio de 2018

Los Bancos de Leche Humana de Ecuador


Pamela García tuvo un parto precoz a las 29 semanas. Ahora, su bebé tiene 31 semanas y todavía permanece en Cuidados Intensivos. Aún no puede alimentarse solo, por lo que su madre realiza a diario la extracción de su leche en el banco del Hospital Docente de Calderón, en Quito.

La idea es que su leche alimente, a través de sonda, a su hijo Ezequiel, cuando los médicos lo permitan. Además, ayudará a niños de madres impedidas de amamantar.

Con una asepsia total, la joven de 23 años se coloca una bata, una mascarilla y una red en el cabello. En cada extracción (se hacen tres durante el día) obtiene unos 200 mililitros de leche: 100 son para su niño y el resto para el banco.

En total, de todas las madres, se recolectan tres litros diarios para estos bebés que son prioridad, dice Norma Jácome, líder del área.

El VIH-SIDA o las hepatitis B y C son otros obstáculos para que las madres cumplan con la lactancia, que es vital en los primeros seis meses de vida.

La leche también se destina a niños con enfermedades o de bajo peso. Así lo detalló Ana Lucía Buchelli, directora Nacional de Promoción de la Salud de la Cartera de Estado.

Este grupo de niños tiene dos opciones de alimentación: la leche materna, que es pasteurizada, y los sucedáneos (de fórmula).

La primera es ideal porque tiene los complementos nutritivos necesarios para el desarrollo del niño. En el país existen nueve bancos de leche en hospitales y maternidades.

Estos centros están localizados en las ciudades de Quito, Guayaquil, Ambato, Riobamba, Babahoyo, Portoviejo y Cuenca. La capital cuenta con tres bancos: en el Hospital Docente de Calderón, en el Gíneco-Obstétrico Isidro Ayora y en el Luz Elena Arismendi. Hasta diciembre se prevé que se abran dos más en Esmeraldas y Machala.

El volumen de leche alcanzó en el 2017 los 6.646 litros y hubo 20.145 donantes. Durante el primer semestre del año ya se han recogido 1.893 litros, según datos de Salud.

El primer banco de leche se abrió en el año 2007 en el Hospital Gineco-Obstétrico Isidro Ayora. En el lugar se extrae un promedio de 1.500 litros al año, 125 litros por mes. El banco cubre el 100% de la necesidad de los niños prematuros en terapia intensiva del hospital. Pero falta cubrir otro tanto en otras condiciones. Así lo detalló Ramiro Moya, médico nutriólogo y líder del banco de leche.

En el país se han realizado campañas para fortalecer la donación de leche. No solo de las madres que están internas en el hospital por sus hijos sino de las externas.

En el Hospital de Calderón se realizan charlas para concienciar a las mujeres sobre la necesidad de la donación.

En el Isidro Ayora, el 50% de las madres han recibido información sobre la importancia de la lactancia. Cerly Camacaro alimenta cada tres horas a su hijo, que nació el pasado 20 de julio. El bebé nació prematuro, a las 30 semanas. El pequeño permanece en Cuidados Intensivos y, por ello, no puede lactar.

La mujer es una de las madres que acuden a diario al banco de leche de ese hospital. Lo hace para alimentar a su hijo y para evitar perderla al dejar la estimulación producto de la succión. Debe reunir unos 150 mililitros en unos 15 minutos.

Las madres que consumen drogas tampoco pueden amamantar, salvo que exista un compromiso de dejar de consumir. Para estos casos, la única alternativa es recetar al bebé fórmulas especiales libres de aminoácidos. Moya recalcó que todas las mujeres pueden producir leche. Depende de la armonía entre madre y bebé.

Pese a los esfuerzos realizados en los hospitales y la entidad de Salud aún el volumen de leche es insuficiente, reconoce Buchelli, aunque no detalló cifras. “No hay el volumen necesario y hay que priorizar”. En este caso a los bebés prematuros, dice.

Las 1.096 madres con VIH-SIDA reciben leche materna pasteurizada y sucedáneos. Sus bebés se benefician de la donación de leche materna.

Entre el 01 al 07 de agosto se conmemorará la Semana de la Lactancia, una iniciativa instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Quito se harán actividades como La Gran Lactada UIO, una jornada de talleres y de amamantamiento.


FUENTE: https://www.elcomercio.com/app_public.php/actualidad/madres-lactancia-ecuador-donacion-leche.html

miércoles, 25 de julio de 2018

A los 40 años, son legión



A las 11:47 horas del 25 de julio de 1978 nacía por operación de cesárea en el Royal Oldham Hospital de Manchester (Inglaterra) la niña Louise Brown a quien los médicos sugirieron ponerle de segundo nombre Joy (Alegría) por la alegría que llevaba bajo el brazo, no únicamente a sus padres, sino a las muchas parejas con problemas para tener hijos. Louise cumple hoy 40 años con la misma alegría que cumplió todos los anteriores. Se pasea, con curiosidad, por una exposición del Museo de la Ciencia de Londres dedicada a la Fertilización In Vitro como si el tema no tuviera nada que ver con ella.

Louise dice que "a veces me siento como si tuviese dos identidades, la mía y la del bebé probeta, aunque yo prefiero el término bebé IVF [Fertilización In Vitro o FIV por sus siglas en inglés], y, de hecho, desde que me casé mantengo mi apellido de soltera, Brown, para todo lo concerniente a mi nacimiento y a la FIV; en cambio, utilizo el de mi marido para el resto". En el 2004 se casó con Wesley Mullinder, un agente de seguridad, y ha tenido dos hijos, Cameron, de 11 años, y Aiden, a punto de cumplir los cinco, concebidos de forma natural. Louise tiene una hermana, Natalie, nacida en 1982, fue la persona número 40 concebida por FIV que se convirtió a los 17 años en la primera en tener un hijo de forma natural. Hoy Natalie es madre de cinco hijos, y Louise de dos, todos concebidos dentro del cuerpo. El intento de un tercer hijo para John, empleado de ferrocarriles, y Lesley Brown (sus padres) fracasó.

El nacimiento de Louise generó un agrio debate por la moralidad del caso y la intervención de la ciencia en la creación de vida. Una polémica con tintes religiosos en la que la familia de Louise no ha intervenido. "Mi madre sólo quería tener un bebé. Su primera visita al médico fue por depresión, con el resultado de que la depresión la causaba la incapacidad de ser madre", cuenta Louise quien recuerda a su vez que "a los cuatro años me dijeron que yo era diferente, que había nacido de forma diferente, pero yo me veía igual que los otros y eso me relajaba". Creció y se formó sabiendo que era diferente, una diferencia más mental que emocional o práctica. Su vida cotidiana no era diferente a la de los demás del vecindario. John y Lesley Brown residían en Bristol donde Louise fue a la escuela y acabó trabajando de administrativa en una empresa de transporte donde todavía trabaja. Lesley sufría obstrucción en las trompas de Falopio, lo cual le imposibilitaba la fecundación de sus óvulos por los espermatozoides que conllevaban el semen de John.

Conocida como la test tube baby (bebé probeta) en la escuela le preguntaban cosas como cómo podía caber en un tubo. Su familia optó por ignorar las cartas que llegaban con las únicas señales de "Test Tube Baby Bristol England" que a menudo eran mensajes de rechazo y de odio por haberse prestado al experimento científico de los doctores Patrick Steptoe (1913-1988), Jean Purdy (1945-1985) y Sir Robert Edward (1925-2013). Este último recibió el Premio Nobel de Medicina en 2010 por su trabajo en la fertilización. Louise recuerda que "debemos reconocer el trabajo de la doctora Jean Purdy, que con los otros hizo posible el avance científico". Aunque los dos médicos se presentaron al mundo con una foto con la bebé y la doctora fue calificada por los medios de comunicación como "la comadrona" y así ha pasado a la historia de la FIV, Louise está decidida a reivindicar el papel de Jean Purdy en la técnica médica y científica que en cuatro décadas se ha convertido en una industria millonaria en todo el mundo.

Los tres científicos citados empezaron su trabajo sobre fertilización o fecundación de los óvulos, fuera del cuerpo, in vitro o en una probeta en 1968, el mismo año de la boda de John y Lesley Brown, padres de Louise y Natalie y diez años antes del nacimiento de Louise. De 1968 a 1978 el trabajo de los médicos citados involucró a 282 mujeres de Gran Bretaña y el intento de fecundar 457 óvulos con semen que resultaron en 167 ciclos fertilizados, 112 de los cuales se convertieron en embriones transferidos a los úteros de mujeres, de los cuales surgieron 5 embarazos clínicos y, de los cinco, un nacimiento: el de Louise Brown. "Yo no soy científica, pero reconozco que la FIV hoy está más aceptado que cuando surgió conmigo, y diría también a todas las parejas que tienen problemas en reproducirse que no tengan miedo a la FIV porque si mi madre lo pudo hacer, cualquier otra persona lo puede hacer también".

Ni los tres médicos ni los padres de Louise y Natalie Brown han podido ver el 40 cumpleaños del primer bebé probeta que encabeza ahora un número millonarios de personas nacidas con esta técnica científica de fecundación fuera del cuerpo e implantación del óvulo fecundado en el útero de las mujeres para que siga su curso. Al tenor de las cifras del Museo de la Ciencia de Londres, Louise encabeza una multitud de 6,5 millones de personas nacidas gracias a la FIV. Las cifras que publican otros medios estos días de celebraciones apuntan a 8 millones. Luego de cuatro décadas, un número o el otro, ya son legión.

FUENTE: http://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2018/07/25/5b5755f522601d87708b4600.html 

miércoles, 18 de julio de 2018

Caricatura de Bonil publicada el 17 de julio del 2018 en Diario EL UNIVERSO


La madre de la bebé de la pasarela “normaliza” la lactancia en Estados Unidos


El gesto realizado por Mara Martin durante el concurso de bañadores de la revista 'Sports Illustrated' en Miami, Estados Unidos, ayuda a visibilizar la conciliación en una profesión volcada en la imagen con una práctica que para ella (y millones de mujeres en el mundo) es lo más normal y cotidiana. La estadounidense de 30 años desfiló el pasado domingo mientras le daba pecho a su bebé de cinco meses en la pasarela y ese hecho ha generado una noticia que ha provocado polémica en un país reticente a que las mujeres amamanten en público.

"No puedo creer que esté saliendo en los titulares con mi hija por algo que hago todos los días. Resulta como mínimo irreal. Estoy muy agradecida de poder compartir este mensaje y, con un poco de suerte, de normalizar la lactancia materna y de mostrar a las mujeres que se puede hacer TODO", aseguró Martin el pasado lunes en su cuenta de Instagram. La publicación de la revista de moda de baño se hizo viral en solo unas horas, alcanzando cerca de 50.000 me gusta en 15 horas.

La modelo apareció en la pasarela vestida con un bikini dorado de tejido brillante mientras que a su hija Aria le colocó unos cascos azules para protegerla del fuerte sonido y un cubrepañal verde. No fue un acto premeditado. "Comenzaba a tener un poco de hambre, el desfile se había retrasado y era para ella la hora de comer. Francamente no me lo pensé dos veces", explicaba el martes la joven madre en el canal NBC, tras la polémica suscitada.

La editora de la revista MJ Day afirmó también que no tenían planeado que Martin saliera con su hija en brazos dándole pecho. Cuando la vio en el backstage mientras esperaban a que empezara el espectáculo la alentó a hacerlo: "Vi a la niña de Mara durmiendo tranquilamente y tomando el pecho, así que le pregunté que si quería desfilar y continuar amamantándola".

Pese a que la mayoría de las reacciones fueron positivas, algunos internautas calificaron en las redes su gesto de "repugnante". "La masturbación también es un acto natural. ¿Lo veremos también en el podio?", comentó una persona en Twitter, mientras que en Instagram otros la acusaron de actuar así para lograr publicidad y "conseguir titulares". "Hay un momento y un lugar para cada cosa", acusan.

El amamantar en público todavía no está normalizado en Estados Unidos. En 2016 una madre fue insultada por dar el pecho a su hija en una cafetería de un centro comercial de Connecticut. Un hombre consideró que lo que estaba haciendo era "repugnante". En 2014 varias madres dieron el pecho en público frente a una tienda de ropa para mujeres Anthropologie, en Beverly Hills, California, después de que a una madre le pidieran que fuera al baño a amamantar a su bebé lejos de las miradas.

Pero poco a poco la batalla por la lactancia materna va ganando adeptos. En marzo, Kelda Roys, una de las candidatas a gobernadora del estado de Wisconsin, recibió aplausos tras el lanzamiento de su vídeo promocional de campaña en el que aparecía amamantando a su hija de cuatro meses.

El presidente estadounidense, Donald Trump, se ha sumado al debate. Hace una semana defendió la leche en polvo, tras la publicación de un artículo en que se acusaba a Estados Unidos de querer mitigar una resolución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a favor de que las mujeres den el pecho a sus hijos. La OMS recomienda hacerlo exclusivamente hasta los seis meses y parcialmente hasta los dos años o más.

lunes, 9 de julio de 2018

La increíble nota publicada en el The New York Times el día de ayer


La oposición a la resolución de la lactancia materna por los estadounidenses aturde a los funcionarios de salud mundial

Por: Andrew Jacobs

Julio 08 del 2018

Los centenares de delegados gubernamentales que se reunieron esta primavera en Ginebra para la Asamblea Mundial de la Salud, afiliada a las Naciones Unidas, esperan que se apruebe rápida y fácilmente una resolución para alentar la lactancia materna.

Con base en décadas de investigación, la resolución dice que la leche materna es más saludable para los niños y los países deben esforzarse por limitar la comercialización inexacta o engañosa de los sucedáneos de la leche materna.

Luego, la delegación de los Estados Unidos, que abrazó los intereses de los fabricantes de fórmulas para lactantes, puso patas arriba las deliberaciones.

Funcionarios estadounidenses buscaron diluir la resolución eliminando el lenguaje que llamaba a los gobiernos a "proteger, promover y apoyar la lactancia materna" y otro pasaje que pedía a los políticos restringir la promoción de productos alimenticios que muchos expertos dicen que pueden tener efectos nocivos en los jóvenes niños.

Cuando eso falló, recurrieron a las amenazas, de acuerdo con diplomáticos y funcionarios del gobierno que participaron en las discusiones. Ecuador, que había planeado introducir la medida, fue el primero en encontrarse en el punto de mira.

Los estadounidenses fueron directos: si Ecuador se rehusaba a rechazar la resolución, Washington desataría sanciones comerciales y retiraría la ayuda militar crucial. El gobierno ecuatoriano rápidamente accedió.

El enfrentamiento sobre el tema fue contado por más de una docena de participantes de varios países, muchos de los cuales pidieron el anonimato porque temían represalias de los Estados Unidos.

Los defensores de la salud se apresuraron a buscar otro patrocinador para la resolución, pero al menos una docena de países, la mayoría de ellos naciones pobres de África y América Latina, retrocedieron, citando temores de represalias, según funcionarios de Uruguay, México y Estados Unidos.

"Estábamos asombrados, horrorizados y entristecidos", dijo Patti Rundall, directora de política del grupo de defensa británico Baby Milk Action, quien asistió a las reuniones de la asamblea, el órgano de toma de decisiones de la Organización Mundial de la Salud (W.H.O., por sus siglas en inglés), desde finales de los años ochenta.

"Lo que sucedió fue equivalente a un chantaje, con los Estados Unidos reteniendo al mundo como rehén e intentando anular casi 40 años de consenso sobre la mejor manera de proteger la salud de bebés y niños pequeños", dijo.

Al final, los esfuerzos de los estadounidenses resultaron en su mayoría infructuosos. Fueron los rusos los que finalmente intervinieron para introducir la medida, y los estadounidenses no los amenazaron.

El Departamento de Estado se negó a responder preguntas y dijo que no podía discutir conversaciones diplomáticas privadas. El Departamento de Salud y Servicios Humanos, la agencia líder en el esfuerzo por modificar la resolución, explicó la decisión de impugnar la redacción de la resolución, pero dijo que no estuvo involucrado en amenazar a Ecuador.

"La resolución originalmente redactada colocó obstáculos innecesarios para las madres que buscan proporcionar nutrición a sus hijos", dijo un portavoz en un correo electrónico. "Reconocemos que no todas las mujeres pueden amamantar por una variedad de razones. Estas mujeres deben tener la opción y el acceso a alternativas para la salud de sus bebés, y no ser estigmatizadas por la forma en que pueden hacerlo ". El vocero pidió permanecer en el anonimato para hablar con más libertad.

Aunque los lobistas de la industria de la alimentación infantil asistieron a las reuniones en Ginebra, los defensores de la salud dijeron que no veían evidencia directa de que desempeñaran un papel en las tácticas de mano dura de Washington. La industria de 70 mil millones de dólares, que está dominada por un puñado de empresas estadounidenses y europeas, ha visto las ventas aplanadas en los países ricos en los últimos años, a medida que más mujeres abrazan la lactancia. En general, se espera que las ventas globales aumenten en un 4 por ciento en 2018, según Euromonitor, y la mayor parte de ese crecimiento se produce en los países en desarrollo.

La intensidad de la oposición de la administración a la resolución de la lactancia aturdió a los funcionarios de salud pública y diplomáticos extranjeros, quienes lo describieron como un marcado contraste con la administración Obama, que en gran medida apoyó la política de larga data de la W.H.O. de alentar la lactancia materna.

Durante las deliberaciones, algunos delegados estadounidenses incluso sugirieron que Estados Unidos podría reducir su contribución a la W.H.O., dijeron varios negociadores. Washington es el mayor contribuyente individual a la organización de salud, proporcionando $ 845 millones, o aproximadamente el 15 por ciento de su presupuesto, el año pasado.

El enfrentamiento fue el último ejemplo de la administración Trump de aliarse con intereses corporativos en numerosos asuntos de salud pública y medioambientales.

En conversaciones para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, los estadounidenses han estado presionando por un lenguaje que limite la capacidad de Canadá, México y Estados Unidos para colocar etiquetas de advertencia sobre la comida chatarra y las bebidas azucaradas, según un borrador de la propuesta revisada por The New York Times.

Durante la misma reunión en Ginebra donde se debatió la resolución sobre la lactancia materna, los Estados Unidos lograron eliminar las declaraciones que respaldan los impuestos a las bebidas gaseosas de un documento que aconseja a los países que luchan contra las crecientes tasas de obesidad.

Los estadounidenses también buscaron, sin éxito, frustrar un esfuerzo de la W.H.O. dirigido a ayudar a los países pobres a obtener acceso a medicamentos que salvan vidas. Washington, que apoya a la industria farmacéutica, se ha resistido durante mucho tiempo a las peticiones de modificar las leyes de patentes como una forma de aumentar la disponibilidad de medicamentos en el mundo en desarrollo, pero los defensores de la salud dicen que la administración Trump ha incrementado su oposición a tales esfuerzos.

Las acciones de la delegación en Ginebra están en consonancia con las tácticas de una administración que ha estado derrocando alianzas y prácticas de larga data en una amplia gama de organizaciones multilaterales, desde el acuerdo climático de París hasta el acuerdo nuclear de Irán y el Nafta.

Ilona Kickbusch, directora del Global Health Center del Graduate Institute of International and Development Studies en Ginebra, dijo que había un temor creciente de que la administración Trump pudiera causar daños duraderos a las instituciones de salud internacionales como la W.H.O. que han sido vitales para contener epidemias como el ébola y el aumento del número de muertes por diabetes y enfermedades cardiovasculares en el mundo en desarrollo.

"Están poniendo a todos muy nerviosos, porque si no pueden ponerse de acuerdo sobre el multilateralismo de la salud, ¿en qué tipo de multilateralismo pueden estar de acuerdo?", preguntó la Sra. Kickbusch.

Un delegado ruso dijo que la decisión de introducir la resolución de amamantar era una cuestión de principios.

"No estamos tratando de ser héroes aquí, pero sentimos que está mal cuando un gran país intenta empujar a algunos países muy pequeños, especialmente en un tema que es realmente importante para el resto del mundo", dijo el delegado, que pidió no ser identificado porque no estaba autorizado para hablar con los medios.

Dijo que Estados Unidos no presionó directamente a Moscú para que se alejara de la medida. Sin embargo, la delegación estadounidense trató de desgastar a los otros participantes mediante maniobras de procedimiento en una serie de reuniones que duraron dos días, un período inesperadamente largo.

Al final, los Estados Unidos no tuvieron mucho éxito. La resolución final conservó la mayor parte de la redacción original, aunque los negociadores estadounidenses quitaron el lenguaje que pedía a la W.H.O. proporcionar apoyo técnico a los estados miembros que buscan detener la "promoción inapropiada de alimentos para bebés y niños pequeños".

Estados Unidos también insistió en que las palabras "basadas en evidencia" acompañen las referencias a iniciativas establecidas desde hace tiempo que promueven la lactancia materna, que los críticos describieron como una estratagema que podría utilizarse para socavar programas que brindan a los padres asesoramiento y apoyo alimentario.

Canadá, dijo que cuatro décadas de investigación han establecido la importancia de la leche materna, que proporciona nutrientes esenciales, así como hormonas y anticuerpos que protegen a los recién nacidos contra las enfermedades infecciosas.

Un estudio de 2016 en The Lancet encontró que la lactancia materna universal evitaría 800,000 muertes infantiles al año en todo el mundo y produciría 300 mil millones de dólares en ahorros de costos reducidos de atención médica y mejores resultados económicos para aquellos criados con leche materna.

Los científicos son reacios a llevar a cabo estudios doble ciego que proporcionarían a un grupo leche materna y a otro sustitutos de la leche materna. "Este tipo de investigación 'basada en la evidencia' sería éticamente y moralmente inaceptable", dijo Sterken.

Abbott Laboratories, la compañía con sede en Chicago que es uno de los principales actores en el mercado de alimentos infantiles, no quiso hacer comentarios.

Nestlé, el gigante alimentario con sede en Suiza con importantes operaciones en Estados Unidos, trató de distanciarse de las amenazas contra Ecuador y dijo que la compañía continuaría apoyando el Código Internacional sobre la Comercialización de Sustitutos de la Leche Materna, que llama a los gobiernos a regular la promoción inapropiada de tales productos y para fomentar la lactancia materna.

Además de las amenazas comerciales, Todd C. Chapman, el embajador de Estados Unidos en Ecuador, sugirió en reuniones con funcionarios en Quito, la capital ecuatoriana, que la administración Trump también podría tomar represalias retirando la asistencia militar que ha estado proporcionando en el norte de Ecuador, una región sacudida por la violencia que se extiende a través de la frontera desde Colombia, según un funcionario del gobierno ecuatoriano que participó en la reunión.

La Embajada de los Estados Unidos en Quito se negó a tramitar que el Sr. Chapman estuviera disponible para una entrevista.

"Quedamos impactados porque no entendíamos cómo un asunto tan pequeño como la lactancia materna podía provocar una respuesta tan dramática", dijo el funcionario ecuatoriano, que pidió no ser identificado porque tenía miedo de perder su trabajo.