Tres años y cuatro meses ha
estado la mexicana Dafne McPherson encerrada en el penal de San Juan del Río en
Querétaro (centro de México), acusada de un delito que no cometió.
El 17 de febrero de 2015, Dafne —de 26 años— empezó a sentirse mal en su puesto de trabajo
como dependienta en la tienda Liverpool de San Juan del Río, Querétaro. Sudores
fríos y una punzada en el vientre le hicieron ir corriendo al baño de
empleados. Después sintió que “una liga” se rompía dentro de ella y un fuerte
dolor en el torso le partió por dentro. Solo pudo bajarse las medias y el interior.
Acababa de dar a luz, ahí, en pleno inodoro. Con un desgarro que casi le
llegaba al ano y en pleno choque hipovolémico, no supo hasta ese momento que
estaba embarazada, que acababa de tener un parto fortuito ni el infierno que
viviría después. “Tenía miedo. Tenía mucho miedo. Hay muchas cosas de las que
no me acuerdo. Perdí el conocimiento. Cuando reaccioné estaba la enfermera, le abrí
la puerta y ella me dijo que todo iba a estar bien. Me tuvieron más de una hora
con los paramédicos diciéndome que me iban a ayudar, me tomaban de la mano,
pero no me hacían nada. Cuando me llevaron al hospital dejaron a mi bebé ahí”,
explicaba entre sollozos en la cárcel de Querétaro.
A punto de morir desangrada y sin
conocimiento, la mujer tardó en llegar a un hospital más de dos horas. Su
defensa dice que la tienda Liverpool no permitió el acceso a la Cruz Roja a sus
instalaciones y solo dejó que el personal médico privado atendiera a su
empleada. Según sus abogadas, los sanitarios privados en ningún momento sacaron
a la recién nacida del inodoro y no hicieron nada para acabar con la hemorragia
de la mujer. Cuando Dafne fue trasladada a un hospital público, ya iba
escoltada por la policía. Para entonces, la bebé había muerto ahogada en el
váter. Dafne McPherson fue acusada de homicidio doloso (con intención de
asesinar a la recién nacida) y condenada a 16 años de prisión.
La familia de la joven y un grupo
de abogadas dicen que el proceso estuvo cuajado de irregularidades y que la
investigación de la Fiscalía fue parcial: la policía nunca interrogó a Dafne.
Cuando salió del quirófano ya tenía una notificación de que estaba detenida. No
tuvo acceso a una defensa correcta. Sus primeros abogados nunca presentaron
pruebas para defenderla y aceptaron las pruebas de la Fiscalía como las únicas
del caso. No se consultó su expediente médico. McPherson había sido
diagnosticada de hipotiroidismo tanto en la Seguridad Social mexicana (IMSS)
como en el servicio médico de su empresa. En ningún momento nadie le dijo que
estaba embarazada de 8 meses. Con periodos irregulares, aumento de peso y
dolores que podrían ser consecuencia de su enfermedad y la medicación que
estaba tomando, Dafne nunca supo de su embarazo hasta aquel 17 de febrero.
Por su estado de nerviosismo, la
joven fue sacada de la sala de audiencias y siguió su juicio desde una sala
anexa. Nunca supo quién estaba declarando en su contra. Nunca pudo comunicarse
con sus abogados y solo volvió a ver al juez para conocer la sentencia.
En Querétaro todo es blanco,
puro, inmaculado. También su justicia. Un Estado que apenas levanta titulares
en medio de un país convulso. Pareciera que en Querétaro no pasa nada. Y cuando
pasa, la moral impoluta, la justicia y la sociedad conservadoras queretanas se
encargan de que todo quede en casa. También el caso de Dafne.
El propio fiscal del caso,
Gustavo Dolores Acosta, durante el juicio, el 14 de julio de 2016, llegó a
decir que ni las perras harían lo que hizo la dependienta: “Ni un perro hace
eso, ni una perra. Que ve que su hijo nació y va a procurarle la muerte. Es por
instinto”, afirmó con altanería por lo que fue inhabilitado durante 30 días y
después regresó a su puesto.
El juez León Guerrero reconoció
en su nueva sentencia la inconsistencia de la acusación de la Fiscalía que no
presentó peritajes idóneos y no pudo probar que la mujer supiera de su embarazo
y realizara alguna acción para matar a su hija.
El equipo legal de la joven
mexicana afirma que después de obtener la libertad, emprenderán acciones
legales contra la Fiscalía por responsabilidad patrimonial y contra la empresa
Liverpool por responsabilidad moral.
Según algunas cifras, unas 800
mujeres se encuentran en una situación similar a la de Dafne en México. El
actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha propuesto un plan para
atender estos casos.