miércoles, 13 de febrero de 2019

La nueva (y no probada) moda de los pulpitos en la NEO






Reproduzco este divertido, pero real, comentario respecto a esta nueva moda:

Los Pulpitos


Por  Jose Mª Lloreda

Los pulpitos están de moda, y ahora han llegado a las unidades de Neonatología (su lugar natural, claro). No hay nadie que no quiera hacerse una foto con los pulpitos, especialmente si tienes un cargo en el hospital, porque vende mucho cualquier cosa asociada a la ñoñería.

Y esta lo es.

Esto es políticamente incorrectísimo, pero alguien tendrá que decirlo.

A lo mejor la humanización de la Medicina era meter un pulpito en la incubadora. Quizás el vídeo promocional que viste donde dicen que el bebé se extuba menos porque se agarra más al tentáculo del pulpo (creyendo que es el cordón umbilical) para ti sea creíble, pero no deja de ser una suposición, un poco inocente, y llena de buenismo.

Dentro del útero, al menos de la especie humana, no hay pulpitos. Hay una placenta y un cordón, que como mucho se parece a una medusa.  Es posible que un pulpito de ganchillo sirva para quedarnos contentos y que aumente nuestra sensación de protección, de que hemos hecho algo. El rito implica una acción. Y esta es genial, hay de varios colores. El ritual y la magia asociada al objeto hacen mucho. Un talismán. Un amuleto. Un fetiche.

Muchas de las cosas que se están diciendo de los pulpitos son simplemente mentiras, porque no están demostradas. Son buenas intenciones. Al menos fuera de Dinamarca.

Ahora resulta que los prematuros necesitan pulpitos de ganchillo para salir adelante. No eran los corticoides prenatales, el magnesio prenatal, el surfactante, la ventilación sincronizada, la leche materna, no. Eran los pulpitos de ganchillo la pieza que ni Avery, ni Silverman ni otros genios habían previsto.

Es cierto que la solidaridad del ganchillo hay que reconocerla. De hecho, hay asociaciones de padres y madres, verdaderos lobbys parecidos a mafias, que exigen su uso. Exigen que exista la solidaridad del ganchillo. Y muchos les hacen caso para que luego les inviten a dar charlas, para que a su vez haya más afiliados y así se cierra un círculo vicioso donde lo que más se aumenta es el ego de las personas y el poder. Es así (habrá excepciones también claro).

Es decir, no permitimos meter juguetes en las incubadoras y ahora hay que meter un pulpo porque le han dado mucho al “like” del video de Facebook. Porque está de moda.  Porque estamos deslumbrados por los colores. Porque estamos un poco atontados.

Pocos han contado el estudio ese donde los juguetes de las UCIS estaban llenos de bacterias. Muchos padres desconfían de los tratamientos que se dan, pero creen ciegamente en el pulpo y la creencia de que no se extuban.

Entre el canguro (de eficacia demostrada), los pulpos, las bacterias, y los nombres de las cunas e incubadoras (Panda, Jirafa), uno no sabe si está de guardia o es un capítulo de Frank de la Jungla.

Habrá que tener cuidado con las cosas que hacemos y que permitimos sin base. No sea como cuando se usaba anilina para grabar el nombre de los pañales de los bebés y se murieron porque la anilina se absorbía y era tóxica. Pero qué bonitos quedaban con los nombres puestos en el pañal, que cuqui. O como cuando el NIDCAP o el DHA se vio que no eran lo eficaces que nos habían vendido.

Vendido, esa es la palabra.

Hace poco un compañero hizo una revisión sobre extubaciones en neonatos y no encontró ningún estudio sobre los pulpos. Es cuestión de tiempo, saldrán, porque basta que uno quiera concluir eso para que un estudio de opiniones te diga que sí, que estamos todos más contentos.

Pero no es cuestión de opiniones, sino de hechos. Y de estudios que no estén financiados por el Crochet Institute of Ganchillo.

La solidaridad está bien, pero al menos por aquí, los pulpitos se venden, y se pagan. Ya han intentado meterlos en el hospital, “porque los prematuros mejoran”. Así, sin anestesia. Y también se los han ofrecido a padres, pagando, claro. Regalemos pulpitos y cuando todos los quieran los vendemos. Creemos la necesidad, luego se venderán solos. Quizás existen asociaciones donde no sea así, pero yo las he visto de pago.

Me parece una ñoñería más, aunque sean gratis. Quizás en Galicia sea un localismo con sentido. Pero no en todos los lugares. Creo que es un negocio como los chinitos de la suerte, de la misma eficacia. pero que vende mucho de cara a publicitarlo. Y a publicitarse uno mismo. Por esto tendrá mucho éxito, seguro.

Dentro de poco sacarán la versión “pro” que llevará incorporado el hilo musical (dado que dice la tele también que hay que ponerles música incluso antes del parto) y es posible que uno de los brazos del pulpo estimule al bebé cuando haga una apnea, ya que tiene 8, y si la tecnología lo permite, que le de masaje cardíaco. Le sobran brazos.

Esa es la única ventaja en poner un pulpo que veo, porque podrían usarse otros animales, como un narval (tiene un colmillo que se puede abrazar), la pata de un flamenco, o una serpiente (también son muy abrazables).  Por no hablar de un tubo digestivo, que es más fisiológico o incluso de un cordón de ganchillo, de cara a que se abracen a lo más parecido que hacían dentro. O cualquier otro órgano alargado y que de gusto cogerlo: el prematuro no se entera de qué representa.

La mejor solución sería comprar medusas, una por unidad. Con los tentáculos tan largos que tienen, que a veces miden más de 20 metros, podría despacharse una unidad de neonatología entera.

Yo veo negocio ahí.

A lo mejor es menos fotografiable conocer las demandas verdaderas de los prematuros y sus familias. Tener acceso 24 horas al día de forma real a las unidades. También por la noche, de forma real, no mandarlos a casa “para que descansen”.  A lo mejor dar facilidades para que la madre pueda estar todo el día con el bebé, para hacer el método canguro y ofrecerle la teta todo el rato. Eso sí que sería lo mejor para engancharse, una buena teta de su madre.

A lo mejor sería menos fotografiable obligar por ley a que cualquier hospital de referencia tuviera un Banco de Leche Materna Donada para poder atender grandes prematuros, y que no dependiera de si los pediatras y dirección de turno crean o no en eso, o que les gusten más otros temas, temas que les den para ser más conocidos. A lo mejor no hay vídeos donde digan que la leche materna es un derecho del prematuro, y es más importante que un pulpito; que la mortalidad es mayor en niños que toman sucedáneos de leche. Que los niños prematuros que no toman leche materna se mueren más o tienen más secuelas. No, para decir que hay provincias enteras sin disponer de leche para prematuros que por lo que sea sus madres no tienen leche, para eso no se hacen fotos los cargos intermedios ni nadie.

A lo mejor nadie viene a hacerse una foto con los niños a los que no se les da fisioterapia o rehabilitación porque los centros de atención temprana están colapsados. Espero que el pulpito, con uno de sus brazos, sepa hacerlo. Tiene 8.

O una foto con esas madres que quieren donar leche, pero no pueden llevarla al hospital porque no se pueden desplazar a él o tienen serias dificultades para hacerlo. Si un 0.1% del dinero que se gasta en otros temas, como fomentar que los familiares acepten la donación de órganos de sus familiares fallecidos, se gastase por ejemplo en fomentar la donación de leche materna, irían a tu casa a recogértela.

Tampoco creo que quieran hacerse fotos con los niños que no van bien y que tienen problemas de dependencia, por sordera, ceguera, parálisis cerebral, etcétera y que no tienen ayudas de dependencia, y que precisan pagar su rehabilitación. Ni con aquellos que precisen en cuidador para que la familia puede tirar hacia adelante. Ni con los hospitales donde pese a tener 30 partos al día y UCIS de 30 puestos, hay solamente 1 neonatólogo de guardia, o una enfermera para 10 niños.  Espero que los pulpos también ayuden.

¿Quieres ayudar a los recién nacidos prematuros? Dona leche materna y deja de vender pulpitos de ganchillo.

Los prematuros son algo más que una cursilería, no se salvan con pulpitos ni con peluches. Dejémonos de infantilizar nuestro comportamiento. Dejemos de infantilizar la Pediatría.