Médicos revelan falla
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Es el caso del chico del Mejía herido por la bomba. Cartas cuentan que no se trató bien a Édison Cosíos en el Eugenio Espejo.
El manejo médico que
se le dio al paciente Édison Cosíos, quien ingresó el 15 de septiembre al
Hospital Eugenio Espejo, fue cuestionado por doctores de la misma casa de
salud.
Édison Cosíos es el
joven que recibió el impacto de una bomba lacrimógena en su cabeza mientras se
encontraba en una manifestación del Colegio Mejía, donde estudiaba. Luego de la
agresión fue trasladado al Eugenio Espejo. Allí su estado de salud se agravó.
El equipo de Cuidados Intensivos de ese centro se quejó del servicio de Neurocirugía por tres aspectos: los neurocirujanos no tenían una opinión unánime sobre el caso, no se ponían de acuerdo en los exámenes que se debían solicitar del chico y ninguno de los neurocirujanos, incluido el jefe del departamento, contestaba las llamadas cuando Cuidados Intensivos los necesitaban.
En eso básicamente se
resume un documento interno que redactó uno de los galenos de esa casa de salud
para dar a conocer los incidentes que se presentaron el 26 de septiembre, a las
10:30, cuando, según el memorando, un médico de Cuidados Intensivos se quejó de
estos inconvenientes y el jefe de Neurocirugía lo invitó a solucionar el tema a
golpes.
Ahora, los médicos del
Hospital de los Valles, donde actualmente Cosíos está internado, le han dicho a
su madre que él no podrá recuperarse neurológicamente.
Ella asegura que fue
por la negligencia de ciertos doctores del Eugenio Espejo, que su hijo está en
ese estado (ver al grano).
Hubo hermetismo
Otro médico de ese hospital, que pidió reservar su identidad, contó que el caso fue manejado con absoluto hermetismo, que un doctor que llevó el caso dio la disposición de que ningún otro médico tuviera acceso a la ficha del chico.
"Ellos pueden ser
los responsables de lo que pasó y de lo que no pasó. No aceptaron
recomendaciones ni criterios del resto de especialistas", dijo y aseguró
que, por ejemplo, no se permitió que médicos capacitados para tratar ese tipo
de casos, opinaran.
Admitió no conocer detalles sobre el estado de salud de Cosíos, porque solo dos de los médicos de la entidad sabían las condiciones en las que estaba el paciente.
Otro documento
Este Diario tuvo acceso a una carta dirigida al Presidente de la República en la que nueve trabajadores de Neurocirugía del Eugenio Espejo dan a conocer "su profunda preocupación y pesar por lo que acontece actualmente", en el servicio de Neurocirugía del Hospital Eugenio Espejo.
La carta fue enviada
el 19 de septiembre del 2011, siete días antes de que ocurrieran los inconvenientes
relatados arriba.
El documento dice,
además, que "a partir de los cambios efectuados en la jefatura (de
Neurocirugía), ha sido patente el deterioro en el desempeño que exige una
especialidad tan compleja".
En ella, también se
afirma que esa jefatura carece de "idóneas relaciones interpersonales,
altos niveles de eficiencia, calidad técnica, académica y sobre todo, ética". La carta finaliza haciendo un
pedido de cambio para precautelar el
bienestar público y la calidad de vida del usuario atendido en esa institución
y que en la actual situación, se ve amenazado.
Este Diario acudió al
Hospital Eugenio Espejo para buscar la versión de la casa de salud al respecto,
pero luego de varios intentos, la institución informó que no puede emitir
ningún pronunciado sobre este caso, pues al momento, una comisión externa se
encuentra elaborando un segundo informe sobre lo que ocurrió con este paciente.
El primer informe,
elaborado por médicos del Eugenio Espejo, ya fue entregado, pero tampoco se nos
pudo informar al respecto.
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