Una enfermera
afgana chequea a un niño recién nacido que llora y que nació por la mañana en la
sala de maternidad de un hospital en Kabul. Afganistán tiene
una de las mayores tasas de mortalidad materna en el mundo (con un estimado de
1.800 muertes maternas por 100.000 nacidos vivos) y, también, una de las tasas de
mortalidad infantil más altas del mundo (con unos 149 fallecimientos de niños
menores de un año de edad en un año por cada 1.000 niños nacidos vivos en ese
mismo año).
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