Por César Paz y Miño
Diario El Telégrafo, 17 de marzo del 2013
Una
obra emblemática del Gobierno actual es la Misión Solidaria Manuela
Espejo, desarrollada con seriedad y alto impacto social por el
vicepresidente Lenín Moreno. La ONU y países amigos han pedido
asesoramiento para implementar similar programa.
Como
genetista tuve la oportunidad de vincularme a la última etapa de la M.
Espejo y a la redacción del Informe Final, desde la perspectiva
científica. Los datos en análisis comprenden 294 mil fichas de registros
de personas con discapacidad.
Existe,
como es normal para el manejo de datos de investigación, un compromiso
de confidencialidad, y la propiedad intelectual de los estudios
corresponde a la Manuela Espejo y la Vicepresidencia. Pero tan relevante
estudio aún no se divulga y no se tiene libre acceso a esa información.
Esto es un error.
A
los investigadores nos interesan los datos del informe final de un
programa de tal magnitud; su riqueza es extraordinaria. Muy pocos datos
de la M. Espejo se han divulgado en los medios y en uno que otro
folleto, pero se desconoce el grueso de la información científica.
Cuánto apoyaría a la planificación de las acciones de los organismos
públicos de salud, ambiente, educación, inclusión, etc., sustentarse en
esa información científica. El informe final es el sustrato para
elaborar artículos científicos de alto impacto nacional e internacional
aún postergados, y que responderían a la preocupación del gobierno en
talento humano, conocimiento e innovación.
Los
datos son de extremo valor en genética, pediatría, neurología,
otorrinolaringología, cardiología, toxicología, psicología, economía,
sociología y más. Permitirían a los investigadores plantear preguntas y
respuestas científicas sobre consanguinidad y problemas malformativos,
patologías genéticas frecuentes, enfermedades raras y únicas; en fin,
hay información abrumadora, desafiante, impactante. La experiencia de
las brigadas cubanas que colaboraron en la Misión, con la entrega de sus
datos, contribuirá a la sistematización científica y comprensión de las
discapacidades en el Ecuador.
En
reconocimiento a la imperante necesidad de socializar esta información,
la Organización Panamericana de la Salud se involucró con “plata y
persona” en la redacción del Informe Final de la Manuela Espejo.
Señor
Vicepresidente Moreno: publicar los datos de la Misión Manuela Espejo
beneficiará al país en muchos frentes; no hacerlo nos llevará a caminar
un tiempo más a ciegas a los investigadores interesados en descubrir la
esencia epidemiológica y las patologías nacionales. No se vaya sin
hacerlo.
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