Louis K. Diamond fue un pediatra
estadounidense, conocido como el "Padre de la Hematología Pediátrica".
Diamond nació el 11 de mayo de
1902 en Kishinev, Besarabia, cuando la ciudad era parte del Imperio Ruso. Su
familia emigró a Estados Unidos en 1904. Comenzó sus estudios de Medicina
en la Universidad de Harvard en 1919 y, al graduarse en 1923, entró en su Escuela
de Medicina, recibiendo su doctorado en 1927. Poco después de terminar la Escuela
de Medicina, estudió brevemente con Florence Sabin en el Instituto Rockefeller
antes de regresar a Nueva Inglaterra, donde pasó varios años estudiando
Pediatría en el Hospital Infantil de Boston, bajo la dirección del Dr. Kenneth
Blackfan.
Ahí Diamond creó uno de los
primeros centros de investigación hematológica pediátrica de los Estados Unidos.
Enfocándose en las anemias, en 1930, ya había tenido éxito en la identificación
de la talasemia, una anemia hereditaria que afecta a los niños de ascendencia
italiana y griega. En 1932, junto con Blackfan, identificó la eritroblastosis
fetal, más tarde llamada enfermedad hemolítica del recién nacido, que en esa época
era un trastorno importante en los neonatos y, en octubre de 1946, junto con
Fred Allen, utilizó un tubo de plástico (que los neurocirujanos usaban en el
tratamiento de la hidrocefalia) para tratar a un bebé con eritroblastosis. La
transfusión se llevó a cabo durante varios días.
Durante su carrera, hizo muchas contribuciones en el campo, incluyendo los
descubrimientos de la anemia de Diamond-Blackfan, el síndrome de Gardner-Diamond
y el síndrome de Schwachman-Diamond. También dirigió el Programa Nacional de Sangre de la
Cruz Roja de los Estados Unidos desde
1948 hasta 1950 ayudando a establecer más de 35 bancos de sangre regionales implementando procedimientos y estándares y
coordinando los esfuerzos de esos bancos. El trabajo de Diamond cambió un
esfuerzo de guerra en uno para tiempos de paz y, mediante un vigoroso programa,
pudo entrenar personalmente a muchos futuros hematólogos -unos 75-, muchos de
los que, posteriormente, se convertirían en eminencias en el campo.
Diamond trabajó en Boston por 41
años, llegando a ser Médico en Jefe Asociado en el Hospital Infantil del Centro
Médico. Fue miembro de la Cátedra de Pediatría de la Facultad de Medicina de
Harvard de 1933 a 1968. En ese año, a los 65 años de edad, se retiró de Harvard
mudándose al oeste para convertirse en profesor de Pediatría de la Universidad
de California en San Francisco. Ahí estableció un laboratorio de hematología
pediátrica, disfrutando de una carrera de casi 20 años, para retirarse a los 85
años de edad y trasladarse a la UCLA, donde trabajó hasta bien entrados los 90
años.
Recibió varios premios durante su vida, entre ellos el Premio Mead Johnson de la
Academia Americana de Pediatría de
1946, la Medalla Theodore
Roosevelt al Servicio Público en
la Ciencia de 1964, el Premio de Investigación Científica en Retraso Mental
Joseph P. Kennedy Jr. de 1966 y el Premio Howland de la Academia Americana de Pediatría
de 1973. También fue galardonado con otros reconocimientos por su trabajo en
bancos de sangre y en las transfusiones seguras.
En 1929 se casó con Flora
Silvestres Kaplan con la que tuvo dos hijos. Uno de ellos, Jared, es un premiado
y muy popular escritor de ciencia y profesor de Geografía de la UCLA.
Louis K. Diamond murió en su casa
en Los Ángeles el 14 de junio de 1999, a los 97 años de edad.
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