Bebés bajo fototerapia en el Hospital Público de la Mujer
Pannadhay, en Udaipur, al norte de India.
Cada día paren unas 55 mujeres en este Hospital. El centro
cuenta con 440 camas y está en remodelación para aumentarlas en un centenar.
Embarazadas de ocho distritos cercanos vienen a
este Hospital porque es uno de los mejores para los habitantes de las
zonas desérticas de Rajastá.
Lila junto a su segunda hija.
Varios integrantes de las familias acompañan a las mujeres
en el alumbramiento aún cuando tengan que quedarse a dormir en el suelo. Se quedarán un
par de días en caso de parto normal y hasta seis en casos de cesárea.
En la sala de espera, los parientes pendientes de noticias de las
mujeres que están dando a luz.
Fuera del Hospital, esta cuna tiene un dispositivo eléctrico
que avisa cuando se ha abandonado a un bebé.
Aunque la edad mínima legal para casarse de las mujeres es 18 años, con frecuencia contraen matrimonio mucho antes. También muchas
mujeres jóvenes tienen múltiples partos en poco tiempo.
El Hospital Público de la Mujer Pannadhay pertenece al
Hospital General Maharana Bhupal, en Udaipur, que atiende a gente que vive
en el cinturón tribal de Rajastán, el estado más grande de India.
Una mujer camina con su hijo fuera del hospital de
Pannadhay.
El Hospital Público de la Mujer Pannadhay, en el estado de Udaipur,
es uno de los mejores en esta zona de desiertos de Rajastán, al norte de la
India y últimamente ha reducido drásticamente sus tasas de mortalidad. Aquí se
atienden a los habitantes de ocho distritos vecinos, incluyendo algunos del
cercano estado de Madhya Pradesh. A pesar de la gran demanda que tiene, o tal vez precisamente por eso, se encuentra en plena
remodelación para aumentar un piso. Trabajadores de la construcción van y
vienen cargando ladrillos o bambús. El polvo y el mal olor se aprecian en
varias zonas del recinto.
Lila, de 24 años, llegó hasta aquí desde una aldea a 50
kilómetros a parir a su segunda hija. Tuvo el primero a los 18 años. A la
recién nacida le llamará Lakshmi, la diosa de la abundancia. Casualmente el
gobierno estatal le dará, en tres pagos, 6.000 rupias (unos 78
euros) en una iniciativa para intentar frenar el aborto selectivo de las niñas
a favor de los niños, un problema en un país donde por cada 1.000 varones nacen
sólo 908 mujeres. Justo afuera del hospital hay una cuna con un dispositivo eléctrico
que avisa cuando se ha abandonado a un bebé. En la mayoría de los casos es una
niña.
Lila cuenta que cerca de su casa también hay un hospital más pequeño que éste, pero que se ha enteró de muchas complicaciones en él, así que
decidió acudir al Pannadhay. En este centro paren unas 55 mujeres al
día, es decir unas 20.000 cada año. Además, se atienden todas las enfermedades del
aparato reproductor femenino. Cuentan con 440 camas, que se ampliarán en cien más con la remodelación que se prevé acabe en un par de meses.
El ginecólogo Arun Gupta explica que la mayoría de casos
complicados de los centros más pequeños son referidos aquí, por lo que el
número de cesáreas es más alto: entre el 20 y 25%. El hospital, a diferencia de
otros en la zona, cuenta con la infraestructura necesaria: cuidados intensivos,
incubadoras o banco de sangre. "Aunque, de tener más recursos, sería bueno
contar con más equipos de ventilación mecánica", continúa.
La mortalidad materna en el hospital es de 64 mujeres por
cada 100.000 nacimientos. Esta cifra es relativamente buena, si se compara con
el promedio de India (178), pero todavía está muy lejos de la de los países
desarrollados (menos de 10). Aunque India ha dado grandes pasos en la reducción
de la mortalidad materna, este es uno de los Objetivos del Milenio que no se cumplirá
este año: se pretendía una reducción a 103.
El doctor Amit Sengupta, al frente de la reconocida ONG
Movimiento por la Salud de los Pueblos, subraya que el 30% de las mujeres que
mueren por complicaciones del parto o del embarazo en el mundo residen en sólo
dos países: India y Nigeria. El avance conseguido por India en los últimos años
se debe en parte a que cada vez más mujeres paren en hospitales, como este de
Udaipur. Sin embargo, según el experto, se deben mejorar los servicios en los
centros de atención primaria. Y, sobre todo, acabar con la discriminación que
sufre la mujer en ese país a lo largo de toda su vida. “El mayor problema es la
malnutrición, que tiene un impacto directo en la mortalidad materna ya que una
mujer que ha sufrido de ese problema durante toda su vida tiene una pelvis más
estrecha. También, por efectos de la pobreza y de falta a acceso a mejores condiciones, muchas
mujeres malnutridas tienen múltiples partos en poco tiempo, lo que compromete
su salud”, añade el médico.
Gupta coincide que una de las principales causas de muerte
materna en este hospital son las hemorragias, sangrados antes o después del parto,
que muchas veces se deben a que las mujeres sufren de malnutrición. "Esta es
una zona tribal y pobre en la que la gente se casa joven y no tiene adecuada
información”, explica. Las otras causas son: preeclampsia e infecciones. El
doctor dice que las mujeres llegan tarde, en condiciones graves, después de
haber ido ya a centros de atención primaria. Los doctores, unos 33 entre
profesores y estudiantes de posgrado —pues es también un Colegio Médico—,
tienen una gran carga de trabajo. En un turno de 24 horas, este médico
había programado practicar 17 cesáreas. Dice que trabaja unas 18 horas al día,
por un salario mensual equivalente a unos 1.000 euros netos. Otros doctores con
rango menor ganan menos. Sin embargo, las condiciones de trabajo acaban de
mejorar: hace unas semanas se aumentó el número de personal de enfermería de
110 a 150.
Aunque reconoce que hay muchas carencias, Gupta no duda que
las condiciones han mejorado en el hospital en el que ha trabajado
los últimos 35 años: “Hace algunos meses estuve en congresos en Zurich y
Londres hablando con otros médicos europeos y llegué a la conclusión de que
allí hay más recursos para la investigación, pero en India tenemos más
experiencia a nivel clínico: hacemos muchas más cirugías, todo en condiciones
adversas y con recursos limitados”.
Hace tres años el Servicio de Salud en el Estado de Rajastán
pasó de ser pagado a totalmente gratuito, incluidas todas la medicinas para
pacientes internos y externos. Lila, dice que eso ha ayudado a su familia y a
toda su comunidad. Antes, enfermar o tener un hijo era un gran problema porque
significaba también un alto costo para toda la familia, ya que ella sólo cuenta
con los ingresos de su esposo, que vende la leche de sus dos vacas y tres
búfalos. Lila está en una habitación donde hay otras ocho mujeres que acaban de
parir. A su alrededor hay decenas de familiares que han venido de sus pueblos
para recibir al recién nacido. La madre de Lila, como muchos otros de los
acompañantes, se quedará a dormir en el piso, sobre una cobija.
FUENTE: http://elpais.com/elpais/2015/01/13/planeta_futuro/1421148572_639991.html
PORQUE EN LA INDIA RECHAZAN A LAS NIÑAS
ResponderEliminarUna explicación puede encontrarla en los siguientes enlaces:
ResponderEliminarhttp://www.un.org/content/es/_vidout/video1423.shtml
http://www.lahornacina.com/opinionasia.htm
http://vidayestilo.terra.cl/mujer/india-rechaza-a-ninas-por-deshonra-y-las-mata-sin-piedad,313ed88f39144410VgnVCM4000009bcceb0aRCRD.html
http://blogs.elpais.com/3500-millones/2014/06/el-problema-de-nacer-nina-en-la-india.html