Elizabeth estaba en el zoológico de la ciudad australiana de
Melbourne un día domingo con su familia celebrando el cumpleaños de su hija de
tres años. Cuando
su hijo de 13 semanas, Eli, tuvo hambre caminó hacia una esquina para
amamantarlo en privado. De repente, dos
orangutanes se acercaron a mirar. "Fui
a la vuelta de la esquina para tener un poco de privacidad, estaba amamantando a
mi niño y ese orangután se acercó, me miró y se puso a ver qué estaba
pasando", dijo al diario 774 ABC de Melbourne. Ella contó que, después de que el primer orangután se acercó, otro más viejo lo siguió
y que parecía darle un asentimiento. Elizabeth comentó que pudo sentir que ese asentimiento era significativo emocionalmente para
ella porque no había podido amamantar a su primera hija. "Me
sentí muy orgullosa, sentí que estaba orgullosa de mí y... no lo sé, fue increíble ", dijo. La
madre de Elizabeth tomó la foto que ilustra esta nota y que fue compartida en
Facebook.
Elizabeth pensó que, debido a que su bebito tiene el pelo rojo, el orangután pudo haber pensado que estaba amamantando a un bebé orangután. A partir de ese encuentro, Elizabeth y su familia se inscribieron como miembros del zoológico de Melbourne.
Elizabeth pensó que, debido a que su bebito tiene el pelo rojo, el orangután pudo haber pensado que estaba amamantando a un bebé orangután. A partir de ese encuentro, Elizabeth y su familia se inscribieron como miembros del zoológico de Melbourne.
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