El Tribunal
Supremo Alemán ha dado la razón a un padre que defendía administrar a su hija
las vacunas recomendadas por los organismos oficiales en contra de la opinión
de la madre, con la que no convive, pero con la que comparte la custodia de la
menor, nacida en 2012. A raíz de la disputa acerca de la conveniencia de seguir
el calendario oficial de vacunaciones, ambos padres, que no están casados,
solicitaron ante los tribunales, respectivamente, la custodia sanitaria
exclusiva, según informó este martes el Tribunal Supremo en un comunicado.
El padre está a
favor de aplicar a la menor las vacunas recomendadas por la Comisión Permanente
de Vacunación (STIKO) del Instituto Robert Koch, mientras que la madre opina
que el riesgo por posibles daños resultantes de las vacunaciones pesan más que
el riesgo general de infección. La madre sólo aceptaría vacunar a su hija, que
vive con ella, si los médicos pudieran garantizar que queda descartado
cualquier posible daño resultante de la vacunación.
Decisiones
judiciales
El 20 de octubre
de 2015, el Tribunal de Primera Instancia de Erfurt concedió al padre el
derecho en exclusiva a decidir sobre la vacunación, decisión que la madre
recurrió ante la Audiencia Territorial de Jena. El 7 de marzo de 2016, este
tribunal ratificó la anterior sentencia, pero limitó la aplicación a las vacuna
de tétanos, difteria, tos ferina, neumococos, rotavirus, meningococos C,
sarampión, parotiditis y rubéola.
El Tribunal
Supremo rechazó el pasado 3 de mayo el recurso presentado por la madre y
recuerda que la ley establece que en caso de disputa en asuntos de
"considerable importancia para el menor", el Tribunal de Familia
puede conceder la custodia en una decisión concreta en exclusividad a uno de
los progenitores si éste así lo ha solicitado.
El progenitor ha
ganado todos los juicios. En el primero consiguió el derecho exclusivo de
decidir sobre la vacunación, la madre recurrió. En el segundo, aunque el
tribunal ratificó la sentencia, la madre volvió a recurrir. Y finalmente, el
caso llegó al Tribunal Supremo Alemán.
"El poder
decisorio debe ser concedido al progenitor cuya propuesta se aproxima más al
bienestar del menor", subraya la corte. El Tribunal Supremo considera
"mejor capacitado al padre para decidir acerca de la aplicación de las
citadas vacunas" a la menor, al no existir, además, circunstancias que
apunten a un riesgo para la niña, al tiempo que subraya que el progenitor debe
orientarse en las recomendaciones de la STIKO, consideradas por esta corte como un
"estándar médico".
El Tribunal
Supremo considera innecesaria, además, la solicitud de un informe pericial por
separado para dar respuesta a las objeciones de la madre que basa sus
argumentos en el "lamentable lobby que ejercen la industria farmacéutica y
la comunidad médica", lo cual el Tribunal desechó.
Muerte por
sarampión
Por otra parte,
el Departamento de Sanidad en Essen, en el oeste de Alemania, informaba este
lunes de la muerte por sarampión -la primera en este año- de una mujer de 37
años, madre de tres hijos, que al parecer de niña sólo había sido vacunada una
vez contra este virus y por lo tanto no estaba suficientemente inmunizada.
La STIKO
recomienda vacunar al menos dos veces contra el sarampión, por lo que las
autoridades sanitarias recomiendan que todos los adultos refuercen esa vacuna
si en su infancia sólo les fue aplicada una vez.
En los últimos
años, el auge del movimiento antivacunas ha resucitado enfermedades
consideradas erradicadas, como sucedió con el sarampión en Estados Unidos, por
desconocimiento o desconfianza, basada en falsas creencias como que las vacunas
provocan autismo. En algunos casos, la intención de vacunar o no puede
confrontar a padres y madres, que incluso llegan hasta los tribunales.
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