Dependiendo de la edad de los
hijos, los padres desesperados recurren a cualquier método para ponerlos a
dormir y ellos mismos lograr unas horas más de precioso y reconfortante sueño.
Diversas aplicaciones y sitios
web sobre el sueño (Moshi Twilight Sleep Stories y calm.com) han identificado
algunos de los trucos más excéntricos que se afirma han sido puestos a prueba
en algún lugar, lo que da una idea del extremo al que han llegado las cosas:
- Explicarle a tu hijo los planes de infraestructura del presidente de China, Xi Jinping.
- Poner una grabación de un capítulo de un libro de economía escocesa del siglo XVIII leído por un profesor aburrido.
- Mirar un video de un torneo de crucigramas.
- Escuchar una grabación de una hora de gente bostezando.
- Encender la aspiradora (o acercar la cuna a la secadora de ropa).
- Ver una película de ovejas pastando en cámara lenta.
- Inventar un personaje imaginario como "El hombre de las 8 de la noche", que se lleva a los niños despiertos después de esa hora.
- Acostar al bebé sobre el pecho del padre y rotar al padre lentamente en círculos.
- Meterlos al auto y conducir.
- Tararear el himno nacional.
- Cambiar la dirección de la cama del niño.
- Colocar un reloj de tictac debajo de la almohada de la criatura que imite los latidos del corazón de la madre.
- Colocar una prenda que huela a la madre en la cama del infante.
Existe toda una industria
alrededor de este problema: desde análisis del sueño y cursillos para cambiar
los hábitos en horas de la noche, hasta la venta de medicamentos o gotitas
homeopáticas y grabaciones de "ruido blanco" para generar
somnolencia. Sin embargo, los expertos aseguran que la regularidad y la rutina son
las claves del buen sueño y esa regularidad es la que precisamente sufre un vuelco
particular en épocas festivas como la Navidad y Año Nuevo, cuando toda la vida
familiar sufre cambios.
El profesor Kevin Morgan, de la
Clínica de Investigación del Sueño de la Universidad de Loughborough, en
Inglaterra , dice que estas épocas son una "tormenta perfecta", de
trasnochadas, comida en exceso e impredecibles horas de levantarse. "Para
cuando llega el 2 de enero, probablemente estás exhausto. Los niños están
agitados y los genios a punto de estallar", señala.
Instituciones como el Servicio
Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) recomiendan
establecer horas regulares para ir a la cama y mantener la rutina y sugieren
dar un baño a los niños y, luego, leerles una historia en una habitación con
luz tenue. Como resulta obvio, las computadoras, teléfonos móviles y
televisores deberían apagarse completamente. Como regla, el NHS dice que ello
debería ocurrir al menos una hora antes de que los niños vayan a la cama.
Se aconseja también que el
dormitorio sea "oscuro, callado y ordenado", con una temperatura que
no sea demasiado caliente ni fría.
El profesor Morgan añade que los
padres deben asegurarse que los niños salgan a la luz del día, en lugar de
estar frente a la TV o la computadora.
Pero no hay "fórmulas mágicas", concluye.
Pero no hay "fórmulas mágicas", concluye.
FUENTE: http://www.bbc.com/mundo/noticias-42621689
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