jueves, 11 de enero de 2018

A la hora de que los niños duerman


Dependiendo de la edad de los hijos, los padres desesperados recurren a cualquier método para ponerlos a dormir y ellos mismos lograr unas horas más de precioso y reconfortante sueño.

Diversas aplicaciones y sitios web sobre el sueño (Moshi Twilight Sleep Stories y calm.com) han identificado algunos de los trucos más excéntricos que se afirma han sido puestos a prueba en algún lugar, lo que da una idea del extremo al que han llegado las cosas:
  • Explicarle a tu hijo los planes de infraestructura del presidente de China, Xi Jinping.
  • Poner una grabación de un capítulo de un libro de economía escocesa del siglo XVIII leído por un profesor aburrido.
  • Mirar un video de un torneo de crucigramas.
  • Escuchar una grabación de una hora de gente bostezando.
  • Encender la aspiradora (o acercar la cuna a la secadora de ropa).
  • Ver una película de ovejas pastando en cámara lenta.
  • Inventar un personaje imaginario como "El hombre de las 8 de la noche", que se lleva a los niños despiertos después de esa hora.
  • Acostar al bebé sobre el pecho del padre y rotar al padre lentamente en círculos.
  • Meterlos al auto y conducir.
  • Tararear el himno nacional.
  • Cambiar la dirección de la cama del niño.
  • Colocar un reloj de tictac debajo de la almohada de la criatura que imite los latidos del corazón de la madre.
  • Colocar una prenda que huela a la madre en la cama del infante.
Existe toda una industria alrededor de este problema: desde análisis del sueño y cursillos para cambiar los hábitos en horas de la noche, hasta la venta de medicamentos o gotitas homeopáticas y grabaciones de "ruido blanco" para generar somnolencia. Sin embargo, los expertos aseguran que la regularidad y la rutina son las claves del buen sueño y esa regularidad es la que precisamente sufre un vuelco particular en épocas festivas como la Navidad y Año Nuevo, cuando toda la vida familiar sufre cambios.

El profesor Kevin Morgan, de la Clínica de Investigación del Sueño de la Universidad de Loughborough, en Inglaterra , dice que estas épocas son una "tormenta perfecta", de trasnochadas, comida en exceso e impredecibles horas de levantarse. "Para cuando llega el 2 de enero, probablemente estás exhausto. Los niños están agitados y los genios a punto de estallar", señala.

Instituciones como el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) recomiendan establecer horas regulares para ir a la cama y mantener la rutina y sugieren dar un baño a los niños y, luego, leerles una historia en una habitación con luz tenue. Como resulta obvio, las computadoras, teléfonos móviles y televisores deberían apagarse completamente. Como regla, el NHS dice que ello debería ocurrir al menos una hora antes de que los niños vayan a la cama.

Se aconseja también que el dormitorio sea "oscuro, callado y ordenado", con una temperatura que no sea demasiado caliente ni fría.

El profesor Morgan añade que los padres deben asegurarse que los niños salgan a la luz del día, en lugar de estar frente a la TV o la computadora.

Pero no hay "fórmulas mágicas", concluye.


FUENTE: http://www.bbc.com/mundo/noticias-42621689 

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