Dylan Askin nació en la ciudad
inglesa de Derby. En diciembre de 2015, cuando apenas tenía dos años, sus
padres lo llevaron al hospital al ver que tenía problemas para respirar. Tras
hacerle pruebas, los médicos descubrieron que padecía una extraña enfermedad:
histiocitosis pulmonar de células Langerhans. Sus pulmones estaban cubiertos de
quistes y su estado de salud no hacía más que empeorar. Cayó en coma y sus
padres se vieron obligados a bautizarlo en la cama del hospital el Viernes
Santo del 2016. Al día siguiente lo iban a desconectar del soporte que lo
mantenía con vida.
Sin embargo, cuando los médicos
del Hospital Queens, en Nottingham, empezaron a retirarle la medicación y a
sedarlo; se produjo lo inesperado: el pequeño comenzó a moverse y despertó,
recoge el diario británico The Sun.
Dos años más tarde, Dylan ha
vencido la enfermedad y sus padres, Kerry y Mike, han apoyado una campaña que
la ONG Clic Sargent ha hecho esta Semana Santa para ayudar a las personas que
tienen cáncer.
Kerry Askin, la madre del niño,
declaró en una entrevista que concedió a «The Derby Telegraph»: «Creí
firmemente que Dylan era nuestro milagro de Semana Santa». «No soy una persona
muy religiosa, pero en este caso supe que se trataba de un milagro. Cuando le
conté lo que había pasado a mi hijo mayor, él afirmó: "Es como Jesús",
porque era lo que además estaba aprendiendo en la escuela en ese momento».
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