miércoles, 25 de julio de 2018

A los 40 años, son legión



A las 11:47 horas del 25 de julio de 1978 nacía por operación de cesárea en el Royal Oldham Hospital de Manchester (Inglaterra) la niña Louise Brown a quien los médicos sugirieron ponerle de segundo nombre Joy (Alegría) por la alegría que llevaba bajo el brazo, no únicamente a sus padres, sino a las muchas parejas con problemas para tener hijos. Louise cumple hoy 40 años con la misma alegría que cumplió todos los anteriores. Se pasea, con curiosidad, por una exposición del Museo de la Ciencia de Londres dedicada a la Fertilización In Vitro como si el tema no tuviera nada que ver con ella.

Louise dice que "a veces me siento como si tuviese dos identidades, la mía y la del bebé probeta, aunque yo prefiero el término bebé IVF [Fertilización In Vitro o FIV por sus siglas en inglés], y, de hecho, desde que me casé mantengo mi apellido de soltera, Brown, para todo lo concerniente a mi nacimiento y a la FIV; en cambio, utilizo el de mi marido para el resto". En el 2004 se casó con Wesley Mullinder, un agente de seguridad, y ha tenido dos hijos, Cameron, de 11 años, y Aiden, a punto de cumplir los cinco, concebidos de forma natural. Louise tiene una hermana, Natalie, nacida en 1982, fue la persona número 40 concebida por FIV que se convirtió a los 17 años en la primera en tener un hijo de forma natural. Hoy Natalie es madre de cinco hijos, y Louise de dos, todos concebidos dentro del cuerpo. El intento de un tercer hijo para John, empleado de ferrocarriles, y Lesley Brown (sus padres) fracasó.

El nacimiento de Louise generó un agrio debate por la moralidad del caso y la intervención de la ciencia en la creación de vida. Una polémica con tintes religiosos en la que la familia de Louise no ha intervenido. "Mi madre sólo quería tener un bebé. Su primera visita al médico fue por depresión, con el resultado de que la depresión la causaba la incapacidad de ser madre", cuenta Louise quien recuerda a su vez que "a los cuatro años me dijeron que yo era diferente, que había nacido de forma diferente, pero yo me veía igual que los otros y eso me relajaba". Creció y se formó sabiendo que era diferente, una diferencia más mental que emocional o práctica. Su vida cotidiana no era diferente a la de los demás del vecindario. John y Lesley Brown residían en Bristol donde Louise fue a la escuela y acabó trabajando de administrativa en una empresa de transporte donde todavía trabaja. Lesley sufría obstrucción en las trompas de Falopio, lo cual le imposibilitaba la fecundación de sus óvulos por los espermatozoides que conllevaban el semen de John.

Conocida como la test tube baby (bebé probeta) en la escuela le preguntaban cosas como cómo podía caber en un tubo. Su familia optó por ignorar las cartas que llegaban con las únicas señales de "Test Tube Baby Bristol England" que a menudo eran mensajes de rechazo y de odio por haberse prestado al experimento científico de los doctores Patrick Steptoe (1913-1988), Jean Purdy (1945-1985) y Sir Robert Edward (1925-2013). Este último recibió el Premio Nobel de Medicina en 2010 por su trabajo en la fertilización. Louise recuerda que "debemos reconocer el trabajo de la doctora Jean Purdy, que con los otros hizo posible el avance científico". Aunque los dos médicos se presentaron al mundo con una foto con la bebé y la doctora fue calificada por los medios de comunicación como "la comadrona" y así ha pasado a la historia de la FIV, Louise está decidida a reivindicar el papel de Jean Purdy en la técnica médica y científica que en cuatro décadas se ha convertido en una industria millonaria en todo el mundo.

Los tres científicos citados empezaron su trabajo sobre fertilización o fecundación de los óvulos, fuera del cuerpo, in vitro o en una probeta en 1968, el mismo año de la boda de John y Lesley Brown, padres de Louise y Natalie y diez años antes del nacimiento de Louise. De 1968 a 1978 el trabajo de los médicos citados involucró a 282 mujeres de Gran Bretaña y el intento de fecundar 457 óvulos con semen que resultaron en 167 ciclos fertilizados, 112 de los cuales se convertieron en embriones transferidos a los úteros de mujeres, de los cuales surgieron 5 embarazos clínicos y, de los cinco, un nacimiento: el de Louise Brown. "Yo no soy científica, pero reconozco que la FIV hoy está más aceptado que cuando surgió conmigo, y diría también a todas las parejas que tienen problemas en reproducirse que no tengan miedo a la FIV porque si mi madre lo pudo hacer, cualquier otra persona lo puede hacer también".

Ni los tres médicos ni los padres de Louise y Natalie Brown han podido ver el 40 cumpleaños del primer bebé probeta que encabeza ahora un número millonarios de personas nacidas con esta técnica científica de fecundación fuera del cuerpo e implantación del óvulo fecundado en el útero de las mujeres para que siga su curso. Al tenor de las cifras del Museo de la Ciencia de Londres, Louise encabeza una multitud de 6,5 millones de personas nacidas gracias a la FIV. Las cifras que publican otros medios estos días de celebraciones apuntan a 8 millones. Luego de cuatro décadas, un número o el otro, ya son legión.

FUENTE: http://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2018/07/25/5b5755f522601d87708b4600.html 

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