Un miembro de la defensa civil de Siria lleva en brazos a un niño
herido tras un ataque aéreo del régimen de Al Asad sobre la ciudad de Hamoria,
al este de Guta, el 6 de enero de 2018. Según el Observatorio Sirio de Derechos
Humanos, una ONG con sede en Londres que monitoriza el conflicto de aquel país,
los ataques aéreos y el fuego de artillería del Ejército sirio dejaron un saldo
de 24 personas fallecidas, incluidos 10 menores. Desde que se desataron las
hostilidades en 2011, la guerra siria se ha cobrado la vida de más de 500.000
personas. Foto de Bassam
Khabieh para REUTERS.
Una mujer, con sus dos hijas, huye de los gases lacrimógenos
lanzados por la patrulla fronteriza estadounidense en Tijuana (México), cuando
intentaban cruzar la frontera hacia Estados Unidos, el 25 de noviembre de 2018.
Hasta el mes de noviembre, 5.000 migrantes centroamericanos habían llegado a la
ciudad de Tijuana, en una caravana que inició desde San Pedro Sula (Honduras)
con 800 personas, el 13 de octubre. Como parte del nuevo plan Marshall para
Centroamérica, el Gobierno mexicano anunció que invertirá 25.000 millones de
dólares (casi 22.000 millones de euros) en los próximos cinco años en el sur
del país y EE UU destinará otros 5.800 millones de dólares (5.100 millones de
euros) para la gobernanza de Centroamérica. Foto de Kim Kyung-Hoon para REUTERS.
Un niño duerme mientras es trasladado en una maleta en el pueblo
de Beit Sawa (Siria), el 15 de marzo de 2018. Los 400.000 residentes del este
de Guta han estado viviendo bajo el asedio del Gobierno desde 2013,
sobreviviendo a una grave escasez de alimentos y medicamentos. Tras el inicio
del ataque aéreo y terrestre de las fuerzas del régimen en febrero, 1.180
civiles murieron, 250 de ellos en tan solo 48 horas de bombardeos del régimen
sirio. Foto de Omar
Sanadiki para REUTERS.
Gabi y Jonah Frank caminan por la autopista de la costa del
Pacífico mientras el incendio de Woolsey amenaza su hogar en Malibú, California
(EE UU), el 9 de noviembre de 2018. El incendio de Paradise, al norte de
Sacramento, ha sido el más mortal de la historia de California con al menos 48
muertos y 200 desaparecidos. El llamado Woolsey Fire consumió las montañas de
Santa Mónica, obligando a evacuar por completo algunos de los pueblos más
privilegiados de Estados Unidos, como Malibú y Calabasas. Foto de Eric Thayer para REUTERS.
Saleh Hassan Al-Faqeh toma la mano de su hija de cuatro meses,
Hajar, quien murió de desnutrición en la sala del hospital Al-Sabeen en Sanaa
(Yemen), el 15 de noviembre de 2018. Fouad Al-Reme, una enfermera del hospital,
dijo que Hajar estaba consciente cuando llegó al hospital, pero sufrió bajos
niveles de oxígeno. Según estimaciones de la ONG Save the Children, alrededor
de 85.000 niños menores de cinco años han podido morir a causa de la
desnutrición en Yemen durante los tres años de guerra. Foto de Mohamed al-Sayaghi para REUTERS.
Que triste todas estas muertes de inocentes sin ser culpables de guerras absurdas
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