Desde el 1 de enero de 2016 hasta
el 31 de marzo de 2019 Europa ha asistido a una gran epidemia de sarampión, con
44.074 casos notificados por 30 Estados miembros. En comparación con los tres
años anteriores (2012-2015), supone un incremento significativo, según un
informe publicado por el Centro Europeo para el Control y la Prevención de
Enfermedades (ECDC).
En 2010 y 2011 muchos fueron los
países afectados por grandes brotes en 2010 y 2011: (22.162 casos), Francia
(19.985), Italia (8.161), Rumania (4.352) y España (3.816). Y aunque entre 2012
y 2016 el número de casos notificados disminuyó considerablemente, se produjo
un aumento de cuatro veces en los casos en 2017 (18.363) y 2018 (17.228), en
comparación con 2016 (4.642). En 2019, se han notificado un total de 3.841
casos hasta la fecha.
«Según los objetivos establecidos
por la Organización Mundial de la Salud, el sarampión ya debería haberse
eliminado en la región europea para el año 2000. Sin embargo, Europa aún está
lejos de lograrlo. Estas cifras son simplemente inaceptables, especialmente dado
que existe una vacuna eficaz contra la enfermedad desde la década de 1960»,
afirma Vytenis Andriukaitis, Comisario de Salud y Seguridad Alimentaria de la
Unión Europea (UE).
Para Andrea Ammon, Director del
ECDC, «el sarampión sigue siendo una amenaza para la salud en toda la UE.
Debido al fracaso en alcanzar los objetivos globales actuales de vacunación,
4,5 millones de niños y adolescentes en Europa menores de 20 años de edad
corren, innecesariamente, riesgo de infectarse por el virus sarampión. La eliminación
del sarampión solo se puede lograr a través de un compromiso activo, implacable
y simultáneo de todos los países».
Y el problema que, al tenor de
esta evaluación epidemiológica del ECDC, existe un alto riesgo de que continúe
la circulación generalizada del sarampión en Europa en un futuro próximo,
siempre que se siga existiendo una cobertura de vacunación subóptima.
De acuerdo con el informe, entre
los principales factores que impulsan este riesgo está, en primer lugar una
«histórica» baja cobertura de vacunación, especialmente entre los niños y
adolescentes nacidos después de 1999. Según el ECDC, este grupo representa casi
una cohorte de nacimientos anual en Europa de más de cuatro millones y medio de
niños.
Además, el número de países que
alcanzaron la meta de la OMS de una cobertura de vacunación del 95% para dos
dosis de la vacuna del sarampión ha disminuido significativamente. En 2017,
solo cuatro países lograron el objetivo en comparación con 14 en 2007. Los
expertos subrayan que se necesita una cobertura de vacunación del 95% para
eliminar la enfermedad.
El documento también señala otro
dato preocupante referido a la alta carga de sarampión entre lactantes y
adultos. La edad media de los casos ha aumentado progresivamente en los últimos
diez años, de una edad media de 10 años en 2009 a 17 en 2019. Además, casi la
mitad (45%) de todas las muertes por sarampión se registraron en bebés.
Asimismo, se advierte sobre el
potencial de las importaciones, que pueden empeorar los brotes existentes o
iniciar nuevos en comunidades donde el sarampión no está circulando actualmente
y donde persisten las brechas de inmunidad. Entre 2016-2019, casi la mitad
(43%) de los casos importados en los países del continente europeo adquirieron
su infección en otro país de Europa, principalmente en aquellos países donde el
sarampión es endémico y/o están experimentando grandes brotes.
Por último, el informe señala una
serie de opciones para abordar el problema. La intervención más importante es
garantizar un programa de inmunización de alta calidad, que alcance una
cobertura de vacunación del 95% a nivel nacional.
En EE.UU., la cifra es la más
alta en 25 años:
Las autoridades estadounidenses
han detectado la semana pasada 60 nuevos casos de sarampión, con lo que ya
suman 940 en lo que va de año, la cifra más alta desde hace 25 años, según los
datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el
organismo federal encargado del control de enfermedades.
Hasta el momento, ha habido casos
de sarampión en 26 estados y la enfermedad se está manifestando de una forma muy
contagiosa e incluso mortal. El brote actual supone un incremento radical con
respecto a 2018.
Las autoridades han informado de
que parte de estos casos son de individuos procedentes del extranjero, en la
mayoría de los casos de Ucrania, Israel y Filipinas, pero la enfermedad se ha
propagado rápidamente entre otros sectores de población, principalmente menores
no vacunados.
Geográficamente la mayoría de los
casos se concentran en Nueva York, la mayoría entre niños de la comunidad judía
ortodoxa de Brooklyn, lo que hace temer un aumento del antisemitismo. El número
de familias que rechaza vacunar a sus hijos por no confiar en el valor
científico y de prevención de las vacunas parece ser la causa principal del
mayor impacto de este tipo de enfermedades.
El propio presidente
estadounidense, Donald Trump, ha pedido a los ciudadanos que se vacunen contra
el sarampión a pesar de que el magnate se hizo eco anteriormente de las falsas
teorías que vinculan las vacunas con el autismo. El sarampión es una enfermedad
declarada como erradicada oficialmente en Estados Unidos en 2000, ya que no
resurgía de manera cíclica gracias a la eliminación del virus.
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