Noticia publicada en DIARIO EL COMERCIO, Sábado 19 de octubre del 2013
Cinco pacientes,
vestidos con pijamas y sostenidos del brazo de sus familiares, apoyaron a
más de 150 médicos en el Hospital Pablo Arturo Suárez, del norte de
Quito. Ellos abandonaron por un momento sus camas de hospitalización
para decir que respaldaban a los galenos de este centro.
Los médicos, pocas horas antes, habían anunciado su renuncia y se
declararon en reunión permanente para analizar su situación laboral.
Ellos señalan que no tienen garantías después de que la Asamblea
Nacional aprobara la mayor parte del Código Integral Penal el pasado
domingo.
Los pacientes del área de neurología se enteraron a las 08:00 que sus
doctores habían renunciado.
Carlos Tipán, quien tiene un tumor en la cabeza y está interno desde
hace 10 días, se dirigió a la puerta de Emergencia. Lo hizo cogido del
brazo de su esposa Martha Pilco y allí dijo que "hay buenos médicos" y
que no quieren que se vayan.
Los médicos se quejan, entre otras cosas, del artículo 146 que estipula
la mala práctica profesional con penas que van entre tres y cinco años
(ver puntuales).
"Esto es una responsabilidad compartida", declaró Juan Barriga, médico
traumatólogo de esta casa de salud. Él señala que desde hace dos años en
este Hospital no hay insumos para operar a los pacientes. Solo en su
área, existen más de 200 personas en lista de espera para ser operadas.
"La negligencia en ciertos casos no solo pasa por el médico, sino por la
falta de insumos y eso es compartido", aclara.
Precisamente, Carmen Loor, acudió ayer al Pablo Arturo Suárez para que
le den la orden de ingreso y ser operada el próximo lunes.
Ella ha esperado cuatro meses y ahora le dijeron que se suspendieron las
cirugías. "No hay insumos y no es culpa de los médicos, ellos hacen
bien su trabajo", dijo mientras expresaba su respaldo a la medida
adoptada por los galenos.
A pesar de las reuniones, en este centro de salud, en la mañana, no se
suspendió la atención médica a los pacientes que ya tenían previa cita
ni a los que llegaban al área de emergencia. Mientras los dirigentes
nacionales de la salud anunciaban que delegaciones de otros hospitales
locales y provinciales se sumarían a la renuncia de los doctores, las
atenciones en los demás hospitales de la ciudad se realizaban con
normalidad.
Así, en las salas de consulta externa y de emergencias del Hospital de
Niños Baca Ortiz, ubicado en el centro norte de Quito, no se paralizaron
las actividades. El personal trabajó en las ventanillas para recibir
las citas de los pacientes que aguardaban en los asientos de la primera
planta del centro de salud.
Dos guardias de seguridad se ubicaron en los ingresos de las puertas
principales y de los pasillos. Los médicos recibieron a los pacientes en
los consultorios. Igual ocurrió en Emergencia. Allí no hubo
contratiempos en la atención. En la mañana, los trabajadores del Baca
Ortiz dijeron que nadie les había informado sobre algún cambio en la
rutina laboral.
Un médico de esta casa de salud, que prefirió la reserva de su nombre,
indicó que una comisión del centro de salud hablará en su representación
por las inconformidades sobre el Código Penal.
En el Hospital Eugenio Espejo, uno de los centros estatales de salud más
grandes del país, los servicios de consulta externa y farmacia
atendieron sin inconvenientes la mañana de ayer. Decenas de pacientes
hicieron cola en las ventanillas, mientras otros esperan su turno.
Además, las personas iban de un lado a otro con recetas y radiografías.
En el área de Emergencia la recepcionista y los pacientes confirmaron
que los servicios funcionaron sin inconvenientes.
En cambio, a partir de las 11:00 en el Hospital Enrique Garcés, del sur
de Quito, se registró una mayor afluencia de pacientes, ya que las
personas que no recibieron atención médica en el Pablo Arturo Suárez
acudieron a este centro.
La gente se preocupó al saber que los médicos se encontraban en una
reunión a puerta cerrada.
Finalmente, las actividades se realizaron con normalidad. Los doctores
prefirieron no pronunciarse sobre el Código Penal.
En el país, actualmente los errores médicos no están tipificados como
delitos. En el artículo 434 en el capítulo referido a los delitos contra
la salud pública, el Código Penal actual establece únicamente, aunque
no de forma muy clara, multas y sanciones por "actos cometidos por
imprudencia, negligencia, impericia o inobservancia de normas". Las
multas son de USD 8 a 77 y la cárcel (si hay enfermedad o muerte) va de
seis meses a cinco años.
Por este tipo de delitos, según la Fiscalía, se registraron 54 casos
entre enero del 2011 y marzo del 2012. De esos, ninguno recibió
sentencia. En ese mismo período, 30 casos fueron desestimados, unos
estaban en indagación previa y otros en instrucción.
Pero en el Tribunal de Honor de Médicos de Pichincha se ha recibido 66
denuncias de supuestas intervenciones médicas inadecuadas desde el 2000.
En 13 años cuatro profesionales recibieron sanciones administrativas.
Guayaquil y Cuenca sin líos
La atención médica en los hospitales y centros de salud públicos de
Guayaquil y Cuenca fue normal ayer, tanto en consulta externa como en
emergencia.
Un pediatra del Hospital Vicente Corral Moscoso, quien pidió la reserva
de su nombre, dijo que nadie les ha convocado a medidas de hecho por la
aprobación del Código Integral Penal pero, no está de acuerdo con lo
dispuesto por la Asamblea Nacional que intenta penalizar la mala
práctica médica.
“Estamos para salvar vidas, no para matar”. En esta casa de salud
laboran más de 200 médicos y especialistas que atienden un promedio de 6
200 pacientes por mes en el área de Emergencia y 9 000 consultas
externas. Allí, se reciben enfermos transferidos de otras casas de salud
de las provincias vecinas como Cañar, El Oro y Morona Santiago.
En el Hospital Universitario de Guayaquil hasta las 11:30 de ayer la
atención fue sin ningún contratiempo. En ese hospital laboran unas 400
personas entre médicos y administración. Al día se realizan unas 1 500
consultas diarias.
Ambato en sesión permanente
Las actividades en el Hospital Docente Ambato se desarrollaron ayer con
normalidad.
Los pacientes recibieron atención en las diferentes áreas y especialidad
de la principal casa de salud de Tungurahua. Sin embargo, hay
intranquilidad en los 700 socios del Colegio de Médicos de Tungurahua.
Ellos se declararon en sesión permanente en apoyo a sus colegas del
Hospital Pablo Arturo Suárez de Quito.
Guillermo Bastidas, presidente del Colegio de Médicos, dijo que desde
las 20:00 de ayer tendrían una reunión con el Directorio en su sede
ubicada en el barrio Ficoa, para analizar el tema.
En la reunión estarán presentes también los delegados de otros colegios
pertenecientes al gremio: odontólogos, enfermeras, bioquímicos y otras
agrupaciones.
“El nuevo Código Penal está criminalizando a los médicos. Por eso
apoyamos a los colegas y si tenemos que ir a una paralización y poner la
renuncia lo haremos, a pesar de la persecución que hará el Gobierno a
los profesionales”, afirmó Bastidas.
El Ministerio de Salud Pública emitió un comunicado en el que informa su
postura sobre las demandas de los médicos.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.ec/sociedad/medicos-CodigoPenal-PabloArturoSuarez-salud-despenalizacion-malapractica-protesta_0_1013898727.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
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Cinco pacientes,
vestidos con pijamas y sostenidos del brazo de sus familiares, apoyaron a
más de 150 médicos en el Hospital Pablo Arturo Suárez, del norte de
Quito. Ellos abandonaron por un momento sus camas de hospitalización
para decir que respaldaban a los galenos de este centro.
Los médicos, pocas horas antes, habían anunciado su renuncia y se
declararon en reunión permanente para analizar su situación laboral.
Ellos señalan que no tienen garantías después de que la Asamblea
Nacional aprobara la mayor parte del Código Integral Penal el pasado
domingo.
Los pacientes del área de neurología se enteraron a las 08:00 que sus
doctores habían renunciado.
Carlos Tipán, quien tiene un tumor en la cabeza y está interno desde
hace 10 días, se dirigió a la puerta de Emergencia. Lo hizo cogido del
brazo de su esposa Martha Pilco y allí dijo que "hay buenos médicos" y
que no quieren que se vayan.
Los médicos se quejan, entre otras cosas, del artículo 146 que estipula
la mala práctica profesional con penas que van entre tres y cinco años
(ver puntuales).
"Esto es una responsabilidad compartida", declaró Juan Barriga, médico
traumatólogo de esta casa de salud. Él señala que desde hace dos años en
este Hospital no hay insumos para operar a los pacientes. Solo en su
área, existen más de 200 personas en lista de espera para ser operadas.
"La negligencia en ciertos casos no solo pasa por el médico, sino por la
falta de insumos y eso es compartido", aclara.
Precisamente, Carmen Loor, acudió ayer al Pablo Arturo Suárez para que
le den la orden de ingreso y ser operada el próximo lunes.
Ella ha esperado cuatro meses y ahora le dijeron que se suspendieron las
cirugías. "No hay insumos y no es culpa de los médicos, ellos hacen
bien su trabajo", dijo mientras expresaba su respaldo a la medida
adoptada por los galenos.
A pesar de las reuniones, en este centro de salud, en la mañana, no se
suspendió la atención médica a los pacientes que ya tenían previa cita
ni a los que llegaban al área de emergencia. Mientras los dirigentes
nacionales de la salud anunciaban que delegaciones de otros hospitales
locales y provinciales se sumarían a la renuncia de los doctores, las
atenciones en los demás hospitales de la ciudad se realizaban con
normalidad.
Así, en las salas de consulta externa y de emergencias del Hospital de
Niños Baca Ortiz, ubicado en el centro norte de Quito, no se paralizaron
las actividades. El personal trabajó en las ventanillas para recibir
las citas de los pacientes que aguardaban en los asientos de la primera
planta del centro de salud.
Dos guardias de seguridad se ubicaron en los ingresos de las puertas
principales y de los pasillos. Los médicos recibieron a los pacientes en
los consultorios. Igual ocurrió en Emergencia. Allí no hubo
contratiempos en la atención. En la mañana, los trabajadores del Baca
Ortiz dijeron que nadie les había informado sobre algún cambio en la
rutina laboral.
Un médico de esta casa de salud, que prefirió la reserva de su nombre,
indicó que una comisión del centro de salud hablará en su representación
por las inconformidades sobre el Código Penal.
En el Hospital Eugenio Espejo, uno de los centros estatales de salud más
grandes del país, los servicios de consulta externa y farmacia
atendieron sin inconvenientes la mañana de ayer. Decenas de pacientes
hicieron cola en las ventanillas, mientras otros esperan su turno.
Además, las personas iban de un lado a otro con recetas y radiografías.
En el área de Emergencia la recepcionista y los pacientes confirmaron
que los servicios funcionaron sin inconvenientes.
En cambio, a partir de las 11:00 en el Hospital Enrique Garcés, del sur
de Quito, se registró una mayor afluencia de pacientes, ya que las
personas que no recibieron atención médica en el Pablo Arturo Suárez
acudieron a este centro.
La gente se preocupó al saber que los médicos se encontraban en una
reunión a puerta cerrada.
Finalmente, las actividades se realizaron con normalidad. Los doctores
prefirieron no pronunciarse sobre el Código Penal.
En el país, actualmente los errores médicos no están tipificados como
delitos. En el artículo 434 en el capítulo referido a los delitos contra
la salud pública, el Código Penal actual establece únicamente, aunque
no de forma muy clara, multas y sanciones por "actos cometidos por
imprudencia, negligencia, impericia o inobservancia de normas". Las
multas son de USD 8 a 77 y la cárcel (si hay enfermedad o muerte) va de
seis meses a cinco años.
Por este tipo de delitos, según la Fiscalía, se registraron 54 casos
entre enero del 2011 y marzo del 2012. De esos, ninguno recibió
sentencia. En ese mismo período, 30 casos fueron desestimados, unos
estaban en indagación previa y otros en instrucción.
Pero en el Tribunal de Honor de Médicos de Pichincha se ha recibido 66
denuncias de supuestas intervenciones médicas inadecuadas desde el 2000.
En 13 años cuatro profesionales recibieron sanciones administrativas.
Guayaquil y Cuenca sin líos
La atención médica en los hospitales y centros de salud públicos de
Guayaquil y Cuenca fue normal ayer, tanto en consulta externa como en
emergencia.
Un pediatra del Hospital Vicente Corral Moscoso, quien pidió la reserva
de su nombre, dijo que nadie les ha convocado a medidas de hecho por la
aprobación del Código Integral Penal pero, no está de acuerdo con lo
dispuesto por la Asamblea Nacional que intenta penalizar la mala
práctica médica.
“Estamos para salvar vidas, no para matar”. En esta casa de salud
laboran más de 200 médicos y especialistas que atienden un promedio de 6
200 pacientes por mes en el área de Emergencia y 9 000 consultas
externas. Allí, se reciben enfermos transferidos de otras casas de salud
de las provincias vecinas como Cañar, El Oro y Morona Santiago.
En el Hospital Universitario de Guayaquil hasta las 11:30 de ayer la
atención fue sin ningún contratiempo. En ese hospital laboran unas 400
personas entre médicos y administración. Al día se realizan unas 1 500
consultas diarias.
Ambato en sesión permanente
Las actividades en el Hospital Docente Ambato se desarrollaron ayer con
normalidad.
Los pacientes recibieron atención en las diferentes áreas y especialidad
de la principal casa de salud de Tungurahua. Sin embargo, hay
intranquilidad en los 700 socios del Colegio de Médicos de Tungurahua.
Ellos se declararon en sesión permanente en apoyo a sus colegas del
Hospital Pablo Arturo Suárez de Quito.
Guillermo Bastidas, presidente del Colegio de Médicos, dijo que desde
las 20:00 de ayer tendrían una reunión con el Directorio en su sede
ubicada en el barrio Ficoa, para analizar el tema.
En la reunión estarán presentes también los delegados de otros colegios
pertenecientes al gremio: odontólogos, enfermeras, bioquímicos y otras
agrupaciones.
“El nuevo Código Penal está criminalizando a los médicos. Por eso
apoyamos a los colegas y si tenemos que ir a una paralización y poner la
renuncia lo haremos, a pesar de la persecución que hará el Gobierno a
los profesionales”, afirmó Bastidas.
El Ministerio de Salud Pública emitió un comunicado en el que informa su
postura sobre las demandas de los médicos.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.ec/sociedad/medicos-CodigoPenal-PabloArturoSuarez-salud-despenalizacion-malapractica-protesta_0_1013898727.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
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Cinco
pacientes, vestidos con pijamas y sostenidos del brazo de sus familiares,
apoyaron a más de 150 médicos en el Hospital Pablo Arturo Suárez, del norte de
Quito. Ellos abandonaron por un momento sus camas de hospitalización para decir
que respaldaban a los galenos de este centro. Los médicos, pocas horas antes,
habían anunciado su renuncia y se declararon en reunión permanente para
analizar su situación laboral. Ellos señalan que no tienen garantías después de
que la Asamblea Nacional aprobara la mayor parte del Código Integral Penal el
pasado domingo. Los pacientes del área de neurología se enteraron a las 08:00
que sus doctores habían renunciado. Carlos Tipán, quien tiene un tumor en la
cabeza y está interno desde hace 10 días, se dirigió a la puerta de Emergencia.
Lo hizo cogido del brazo de su esposa Martha Pilco y allí dijo que "hay
buenos médicos" y que no quieren que se vayan. Los médicos se quejan,
entre otras cosas, del artículo 146 que estipula la mala práctica profesional
con penas que van entre tres y cinco años (ver puntuales). "Esto es una
responsabilidad compartida", declaró Juan Barriga, médico traumatólogo de
esta casa de salud. Él señala que desde hace dos años en este Hospital no hay
insumos para operar a los pacientes. Solo en su área, existen más de 200
personas en lista de espera para ser operadas. "La negligencia en ciertos
casos no solo pasa por el médico, sino por la falta de insumos y eso es
compartido", aclara. Precisamente, Carmen Loor, acudió ayer al Pablo
Arturo Suárez para que le den la orden de ingreso y ser operada el próximo
lunes. Ella ha esperado cuatro meses y ahora le dijeron que se suspendieron las
cirugías. "No hay insumos y no es culpa de los médicos, ellos hacen bien
su trabajo", dijo mientras expresaba su respaldo a la medida adoptada por
los galenos. A pesar de las reuniones, en este centro de salud, en la mañana,
no se suspendió la atención médica a los pacientes que ya tenían previa cita ni
a los que llegaban al área de emergencia. Mientras los dirigentes nacionales de
la salud anunciaban que delegaciones de otros hospitales locales y provinciales
se sumarían a la renuncia de los doctores, las atenciones en los demás
hospitales de la ciudad se realizaban con normalidad. Así, en las salas de
consulta externa y de emergencias del Hospital de Niños Baca Ortiz, ubicado en
el centro norte de Quito, no se paralizaron las actividades. El personal
trabajó en las ventanillas para recibir las citas de los pacientes que
aguardaban en los asientos de la primera planta del centro de salud. Dos
guardias de seguridad se ubicaron en los ingresos de las puertas principales y
de los pasillos. Los médicos recibieron a los pacientes en los consultorios.
Igual ocurrió en Emergencia. Allí no hubo contratiempos en la atención. En la
mañana, los trabajadores del Baca Ortiz dijeron que nadie les había informado
sobre algún cambio en la rutina laboral. Un médico de esta casa de salud, que
prefirió la reserva de su nombre, indicó que una comisión del centro de salud
hablará en su representación por las inconformidades sobre el Código Penal. En
el Hospital Eugenio Espejo, uno de los centros estatales de salud más grandes
del país, los servicios de consulta externa y farmacia atendieron sin
inconvenientes la mañana de ayer. Decenas de pacientes hicieron cola en las
ventanillas, mientras otros esperan su turno. Además, las personas iban de un
lado a otro con recetas y radiografías. En el área de Emergencia la
recepcionista y los pacientes confirmaron que los servicios funcionaron sin
inconvenientes. En cambio, a partir de las 11:00 en el Hospital Enrique Garcés,
del sur de Quito, se registró una mayor afluencia de pacientes, ya que las
personas que no recibieron atención médica en el Pablo Arturo Suárez acudieron
a este centro. La gente se preocupó al saber que los médicos se encontraban en
una reunión a puerta cerrada. Finalmente, las actividades se realizaron con
normalidad. Los doctores prefirieron no pronunciarse sobre el Código Penal. En
el país, actualmente los errores médicos no están tipificados como delitos. En
el artículo 434 en el capítulo referido a los delitos contra la salud pública,
el Código Penal actual establece únicamente, aunque no de forma muy clara,
multas y sanciones por "actos cometidos por imprudencia, negligencia,
impericia o inobservancia de normas". Las multas son de USD 8 a 77 y la
cárcel (si hay enfermedad o muerte) va de seis meses a cinco años. Por este
tipo de delitos, según la Fiscalía, se registraron 54 casos entre enero del
2011 y marzo del 2012. De esos, ninguno recibió sentencia. En ese mismo
período, 30 casos fueron desestimados, unos estaban en indagación previa y
otros en instrucción. Pero en el Tribunal de Honor de Médicos de Pichincha se
ha recibido 66 denuncias de supuestas intervenciones médicas inadecuadas desde
el 2000. En 13 años cuatro profesionales recibieron sanciones administrativas.
Guayaquil y Cuenca sin líos La atención médica en los hospitales y centros de
salud públicos de Guayaquil y Cuenca fue normal ayer, tanto en consulta externa
como en emergencia. Un pediatra del Hospital Vicente Corral Moscoso, quien
pidió la reserva de su nombre, dijo que nadie les ha convocado a medidas de
hecho por la aprobación del Código Integral Penal pero, no está de acuerdo con
lo dispuesto por la Asamblea Nacional que intenta penalizar la mala práctica
médica. “Estamos para salvar vidas, no para matar”. En esta casa de salud
laboran más de 200 médicos y especialistas que atienden un promedio de 6 200
pacientes por mes en el área de Emergencia y 9 000 consultas externas. Allí, se
reciben enfermos transferidos de otras casas de salud de las provincias vecinas
como Cañar, El Oro y Morona Santiago. En el Hospital Universitario de Guayaquil
hasta las 11:30 de ayer la atención fue sin ningún contratiempo. En ese
hospital laboran unas 400 personas entre médicos y administración. Al día se
realizan unas 1 500 consultas diarias. Ambato en sesión permanente Las
actividades en el Hospital Docente Ambato se desarrollaron ayer con normalidad.
Los pacientes recibieron atención en las diferentes áreas y especialidad de la
principal casa de salud de Tungurahua. Sin embargo, hay intranquilidad en los
700 socios del Colegio de Médicos de Tungurahua. Ellos se declararon en sesión
permanente en apoyo a sus colegas del Hospital Pablo Arturo Suárez de Quito.
Guillermo Bastidas, presidente del Colegio de Médicos, dijo que desde las 20:00
de ayer tendrían una reunión con el Directorio en su sede ubicada en el barrio
Ficoa, para analizar el tema. En la reunión estarán presentes también los delegados
de otros colegios pertenecientes al gremio: odontólogos, enfermeras,
bioquímicos y otras agrupaciones. “El nuevo Código Penal está criminalizando a
los médicos. Por eso apoyamos a los colegas y si tenemos que ir a una
paralización y poner la renuncia lo haremos, a pesar de la persecución que hará
el Gobierno a los profesionales”, afirmó Bastidas. El Ministerio de Salud
Pública emitió un comunicado en el que informa su postura sobre las demandas de
los médicos.
Cinco
pacientes, vestidos con pijamas y sostenidos del brazo de sus familiares,
apoyaron a más de 150 médicos en el Hospital Pablo Arturo Suárez, del norte de
Quito. Ellos abandonaron por un momento sus camas de hospitalización para decir
que respaldaban a los galenos de este centro.
Los médicos, pocas horas antes,
habían anunciado su renuncia y se declararon en reunión permanente para
analizar su situación laboral. Ellos señalan que no tienen garantías después de
que la Asamblea Nacional aprobara la mayor parte del Código Integral Penal el
pasado domingo.
Los pacientes del área de neurología se enteraron a las 08:00
que sus doctores habían renunciado.
Carlos Tipán, quien tiene un tumor en la
cabeza y está interno desde hace 10 días, se dirigió a la puerta de Emergencia.
Lo hizo cogido del brazo de su esposa Martha Pilco y allí dijo que "hay
buenos médicos" y que no quieren que se vayan.
Los médicos se quejan,
entre otras cosas, del artículo 146 que estipula la mala práctica profesional
con penas que van entre tres y cinco años (ver puntuales).
"Esto es una
responsabilidad compartida", declaró Juan Barriga, médico traumatólogo de
esta casa de salud. Él señala que desde hace dos años en este Hospital no hay
insumos para operar a los pacientes. Solo en su área, existen más de 200
personas en lista de espera para ser operadas. "La negligencia en ciertos
casos no solo pasa por el médico, sino por la falta de insumos y eso es
compartido", aclara.
Precisamente, Carmen Loor, acudió ayer al Pablo
Arturo Suárez para que le den la orden de ingreso y ser operada el próximo
lunes.
Ella ha esperado cuatro meses y ahora le dijeron que se suspendieron las
cirugías. "No hay insumos y no es culpa de los médicos, ellos hacen bien
su trabajo", dijo mientras expresaba su respaldo a la medida adoptada por
los galenos.
A pesar de las reuniones, en este centro de salud, en la mañana,
no se suspendió la atención médica a los pacientes que ya tenían previa cita ni
a los que llegaban al área de emergencia. Mientras los dirigentes nacionales de
la salud anunciaban que delegaciones de otros hospitales locales y provinciales
se sumarían a la renuncia de los doctores, las atenciones en los demás
hospitales de la ciudad se realizaban con normalidad.
Así, en las salas de
consulta externa y de emergencias del Hospital de Niños Baca Ortiz, ubicado en
el centro norte de Quito, no se paralizaron las actividades. El personal
trabajó en las ventanillas para recibir las citas de los pacientes que
aguardaban en los asientos de la primera planta del centro de salud.
Dos
guardias de seguridad se ubicaron en los ingresos de las puertas principales y
de los pasillos. Los médicos recibieron a los pacientes en los consultorios.
Igual ocurrió en Emergencia. Allí no hubo contratiempos en la atención. En la
mañana, los trabajadores del Baca Ortiz dijeron que nadie les había informado
sobre algún cambio en la rutina laboral.
Un médico de esta casa de salud, que
prefirió la reserva de su nombre, indicó que una comisión del centro de salud
hablará en su representación por las inconformidades sobre el Código Penal.
En
el Hospital Eugenio Espejo, uno de los centros estatales de salud más grandes
del país, los servicios de consulta externa y farmacia atendieron sin
inconvenientes la mañana de ayer. Decenas de pacientes hicieron cola en las
ventanillas, mientras otros esperan su turno. Además, las personas iban de un
lado a otro con recetas y radiografías. En el área de Emergencia la
recepcionista y los pacientes confirmaron que los servicios funcionaron sin
inconvenientes.
En cambio, a partir de las 11:00 en el Hospital Enrique Garcés,
del sur de Quito, se registró una mayor afluencia de pacientes, ya que las
personas que no recibieron atención médica en el Pablo Arturo Suárez acudieron
a este centro.
La gente se preocupó al saber que los médicos se encontraban en
una reunión a puerta cerrada.
Finalmente, las actividades se realizaron con
normalidad. Los doctores prefirieron no pronunciarse sobre el Código Penal.
En
el país, actualmente los errores médicos no están tipificados como delitos. En
el artículo 434 en el capítulo referido a los delitos contra la salud pública,
el Código Penal actual establece únicamente, aunque no de forma muy clara,
multas y sanciones por "actos cometidos por imprudencia, negligencia,
impericia o inobservancia de normas". Las multas son de USD 8 a 77 y la
cárcel (si hay enfermedad o muerte) va de seis meses a cinco años.
Por este
tipo de delitos, según la Fiscalía, se registraron 54 casos entre enero del
2011 y marzo del 2012. De esos, ninguno recibió sentencia. En ese mismo
período, 30 casos fueron desestimados, unos estaban en indagación previa y
otros en instrucción.
Pero en el Tribunal de Honor de Médicos de Pichincha se
ha recibido 66 denuncias de supuestas intervenciones médicas inadecuadas desde
el 2000. En 13 años cuatro profesionales recibieron sanciones administrativas.
Guayaquil y Cuenca sin líos
La atención médica en los hospitales y centros de
salud públicos de Guayaquil y Cuenca fue normal ayer, tanto en consulta externa
como en emergencia.
Un pediatra del Hospital Vicente Corral Moscoso, quien
pidió la reserva de su nombre, dijo que nadie les ha convocado a medidas de
hecho por la aprobación del Código Integral Penal pero, no está de acuerdo con
lo dispuesto por la Asamblea Nacional que intenta penalizar la mala práctica
médica. “Estamos para salvar vidas, no para matar”.
En esta casa de salud
laboran más de 200 médicos y especialistas que atienden un promedio de 6 200
pacientes por mes en el área de Emergencia y 9 000 consultas externas. Allí, se
reciben enfermos transferidos de otras casas de salud de las provincias vecinas
como Cañar, El Oro y Morona Santiago.
En el Hospital Universitario de Guayaquil
hasta las 11:30 de ayer la atención fue sin ningún contratiempo. En ese
hospital laboran unas 400 personas entre médicos y administración. Al día se
realizan unas 1 500 consultas diarias.
Ambato en sesión permanente
Las
actividades en el Hospital Docente Ambato se desarrollaron ayer con normalidad.
Los pacientes recibieron atención en las diferentes áreas y especialidad de la
principal casa de salud de Tungurahua. Sin embargo, hay intranquilidad en los
700 socios del Colegio de Médicos de Tungurahua. Ellos se declararon en sesión
permanente en apoyo a sus colegas del Hospital Pablo Arturo Suárez de Quito.
Guillermo Bastidas, presidente del Colegio de Médicos, dijo que desde las 20:00
de ayer tendrían una reunión con el Directorio en su sede ubicada en el barrio
Ficoa, para analizar el tema.
En la reunión estarán presentes también los delegados
de otros colegios pertenecientes al gremio: odontólogos, enfermeras,
bioquímicos y otras agrupaciones.
“El nuevo Código Penal está criminalizando a
los médicos. Por eso apoyamos a los colegas y si tenemos que ir a una
paralización y poner la renuncia lo haremos, a pesar de la persecución que hará
el Gobierno a los profesionales”, afirmó Bastidas.
El Ministerio de Salud
Pública emitió un comunicado en el que informa su postura sobre las demandas de
los médicos.
Cinco pacientes,
vestidos con pijamas y sostenidos del brazo de sus familiares, apoyaron a
más de 150 médicos en el Hospital Pablo Arturo Suárez, del norte de
Quito. Ellos abandonaron por un momento sus camas de hospitalización
para decir que respaldaban a los galenos de este centro.
Los médicos, pocas horas antes, habían anunciado su renuncia y se
declararon en reunión permanente para analizar su situación laboral.
Ellos señalan que no tienen garantías después de que la Asamblea
Nacional aprobara la mayor parte del Código Integral Penal el pasado
domingo.
Los pacientes del área de neurología se enteraron a las 08:00 que sus
doctores habían renunciado.
Carlos Tipán, quien tiene un tumor en la cabeza y está interno desde
hace 10 días, se dirigió a la puerta de Emergencia. Lo hizo cogido del
brazo de su esposa Martha Pilco y allí dijo que "hay buenos médicos" y
que no quieren que se vayan.
Los médicos se quejan, entre otras cosas, del artículo 146 que estipula
la mala práctica profesional con penas que van entre tres y cinco años
(ver puntuales).
"Esto es una responsabilidad compartida", declaró Juan Barriga, médico
traumatólogo de esta casa de salud. Él señala que desde hace dos años en
este Hospital no hay insumos para operar a los pacientes. Solo en su
área, existen más de 200 personas en lista de espera para ser operadas.
"La negligencia en ciertos casos no solo pasa por el médico, sino por la
falta de insumos y eso es compartido", aclara.
Precisamente, Carmen Loor, acudió ayer al Pablo Arturo Suárez para que
le den la orden de ingreso y ser operada el próximo lunes.
Ella ha esperado cuatro meses y ahora le dijeron que se suspendieron las
cirugías. "No hay insumos y no es culpa de los médicos, ellos hacen
bien su trabajo", dijo mientras expresaba su respaldo a la medida
adoptada por los galenos.
A pesar de las reuniones, en este centro de salud, en la mañana, no se
suspendió la atención médica a los pacientes que ya tenían previa cita
ni a los que llegaban al área de emergencia. Mientras los dirigentes
nacionales de la salud anunciaban que delegaciones de otros hospitales
locales y provinciales se sumarían a la renuncia de los doctores, las
atenciones en los demás hospitales de la ciudad se realizaban con
normalidad.
Así, en las salas de consulta externa y de emergencias del Hospital de
Niños Baca Ortiz, ubicado en el centro norte de Quito, no se paralizaron
las actividades. El personal trabajó en las ventanillas para recibir
las citas de los pacientes que aguardaban en los asientos de la primera
planta del centro de salud.
Dos guardias de seguridad se ubicaron en los ingresos de las puertas
principales y de los pasillos. Los médicos recibieron a los pacientes en
los consultorios. Igual ocurrió en Emergencia. Allí no hubo
contratiempos en la atención. En la mañana, los trabajadores del Baca
Ortiz dijeron que nadie les había informado sobre algún cambio en la
rutina laboral.
Un médico de esta casa de salud, que prefirió la reserva de su nombre,
indicó que una comisión del centro de salud hablará en su representación
por las inconformidades sobre el Código Penal.
En el Hospital Eugenio Espejo, uno de los centros estatales de salud más
grandes del país, los servicios de consulta externa y farmacia
atendieron sin inconvenientes la mañana de ayer. Decenas de pacientes
hicieron cola en las ventanillas, mientras otros esperan su turno.
Además, las personas iban de un lado a otro con recetas y radiografías.
En el área de Emergencia la recepcionista y los pacientes confirmaron
que los servicios funcionaron sin inconvenientes.
En cambio, a partir de las 11:00 en el Hospital Enrique Garcés, del sur
de Quito, se registró una mayor afluencia de pacientes, ya que las
personas que no recibieron atención médica en el Pablo Arturo Suárez
acudieron a este centro.
La gente se preocupó al saber que los médicos se encontraban en una
reunión a puerta cerrada.
Finalmente, las actividades se realizaron con normalidad. Los doctores
prefirieron no pronunciarse sobre el Código Penal.
En el país, actualmente los errores médicos no están tipificados como
delitos. En el artículo 434 en el capítulo referido a los delitos contra
la salud pública, el Código Penal actual establece únicamente, aunque
no de forma muy clara, multas y sanciones por "actos cometidos por
imprudencia, negligencia, impericia o inobservancia de normas". Las
multas son de USD 8 a 77 y la cárcel (si hay enfermedad o muerte) va de
seis meses a cinco años.
Por este tipo de delitos, según la Fiscalía, se registraron 54 casos
entre enero del 2011 y marzo del 2012. De esos, ninguno recibió
sentencia. En ese mismo período, 30 casos fueron desestimados, unos
estaban en indagación previa y otros en instrucción.
Pero en el Tribunal de Honor de Médicos de Pichincha se ha recibido 66
denuncias de supuestas intervenciones médicas inadecuadas desde el 2000.
En 13 años cuatro profesionales recibieron sanciones administrativas.
Guayaquil y Cuenca sin líos
La atención médica en los hospitales y centros de salud públicos de
Guayaquil y Cuenca fue normal ayer, tanto en consulta externa como en
emergencia.
Un pediatra del Hospital Vicente Corral Moscoso, quien pidió la reserva
de su nombre, dijo que nadie les ha convocado a medidas de hecho por la
aprobación del Código Integral Penal pero, no está de acuerdo con lo
dispuesto por la Asamblea Nacional que intenta penalizar la mala
práctica médica.
“Estamos para salvar vidas, no para matar”. En esta casa de salud
laboran más de 200 médicos y especialistas que atienden un promedio de 6
200 pacientes por mes en el área de Emergencia y 9 000 consultas
externas. Allí, se reciben enfermos transferidos de otras casas de salud
de las provincias vecinas como Cañar, El Oro y Morona Santiago.
En el Hospital Universitario de Guayaquil hasta las 11:30 de ayer la
atención fue sin ningún contratiempo. En ese hospital laboran unas 400
personas entre médicos y administración. Al día se realizan unas 1 500
consultas diarias.
Ambato en sesión permanente
Las actividades en el Hospital Docente Ambato se desarrollaron ayer con
normalidad.
Los pacientes recibieron atención en las diferentes áreas y especialidad
de la principal casa de salud de Tungurahua. Sin embargo, hay
intranquilidad en los 700 socios del Colegio de Médicos de Tungurahua.
Ellos se declararon en sesión permanente en apoyo a sus colegas del
Hospital Pablo Arturo Suárez de Quito.
Guillermo Bastidas, presidente del Colegio de Médicos, dijo que desde
las 20:00 de ayer tendrían una reunión con el Directorio en su sede
ubicada en el barrio Ficoa, para analizar el tema.
En la reunión estarán presentes también los delegados de otros colegios
pertenecientes al gremio: odontólogos, enfermeras, bioquímicos y otras
agrupaciones.
“El nuevo Código Penal está criminalizando a los médicos. Por eso
apoyamos a los colegas y si tenemos que ir a una paralización y poner la
renuncia lo haremos, a pesar de la persecución que hará el Gobierno a
los profesionales”, afirmó Bastidas.
El Ministerio de Salud Pública emitió un comunicado en el que informa su
postura sobre las demandas de los médicos.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.ec/sociedad/medicos-CodigoPenal-PabloArturoSuarez-salud-despenalizacion-malapractica-protesta_0_1013898727.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
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