En el Pablo Arturo Suárez, de Quito, la atención por consulta externa se desarrolló ayer como todos los días
Diario LA HORA, viernes 24 de enero del 2014
QUITO, GUAYAQUIL Y AMBATO
En total, 130 médicos del Instituto Ecuatoriano
de Seguridad Social (IESS) presentaron ayer su renuncia al hospital de la
entidad en Ambato, por su inconformidad con el Código Penal. Los galenos
ambateños secundaron la protesta, en solidaridad con sus, al menos, 90 colegas
del Hospital Pablo Arturo Suárez, de Quito, que dimitieron el miércoles.
“El Gobierno debe entender nuestra posición y
adoptar una solución lo más pronto posible. Necesitamos que no se criminalice
nuestra actividad. Nos hemos capacitado durante años para dar un buen
servicio”, puntualizó Marco Morales, cirujano vascular.
Joba Granda, médica ginecóloga, explicó que es
una renuncia masiva de los médicos especialistas. “Nos vemos afectados con el
artículo 146, pero no podemos pagar justos por pecadores. La mala praxis se
debe investigar, pero no se nos puede catalogar de una misma manera a todos”.
Se prevé que para este martes se haga una
asamblea general en esa ciudad a fin de determinar la posición que tendrán ante
el Código. La reunión tendrá lugar en el Colegio de Médicos de Tungurahua.
Las renuncias voluntarias se harán efectivas
después de que entre en vigencia la normativa y después entran a un proceso de
análisis, donde la dirección de personal de cada institución, decide si se las
acepta o no. Esto se realiza en un plazo que puede durar semanas o incluso
meses.
1.000 renuncias
En este ambiente, Alberto Narváez, presidente de
la Federación Médica Ecuatoriana, calcula que hasta el lunes se presentarán
unas 1.000 renuncias a escala nacional. Pero, aclara que ningún médico dejará
su puesto hasta que lo reemplacen. “Los médicos se quedarán ahí el tiempo que
sea necesario”, dijo el dirigente del gremio.
La ministra de Salud, Carina Vance, defendió ayer
la aprobación del artículo, señalando que el objetivo es mejorar la salud de
los ecuatorianos. Añadió que los temores de los médicos “son por
desconocimiento y no por malicia”.
La Secretaria de Estado lamentó las renuncias,
pero aseguró que muchas de las cartas de Ambato ya fueron retiradas. En el caso
de Quito, afirmó que sólo está confirmada la renuncia del traumatólogo Juan
Barriga, quien la presentó, según Vance, hace ya un año. Dijo que el Gobierno no
cederá ante lo que llamó “chantajes”.
Pacientes preocupados
Aunque la atención en el Hospital Pablo Arturo
Suárez, de Quito, se cumple con normalidad en todas las áreas, la anunciada
renuncia preocupa a los pacientes. En muchos casos, son personas de escasos
recursos que tienen ya un especialista fijo por largo tiempo, lo que ha
generado un ambiente de confianza entre los dos. Por eso, aseguran que no sería
fácil el ponerse en manos de otros galenos.
Olga Pérez acude con su esposo para que le
revisen la próstata. Comenta que el especialista que sigue el caso le ha
devuelto la salud con una atención cálida. Por eso prefiere no pensar en que le
tocaría cambiar de médico.
“Yo tengo un tumor en el hombro y del Hospital
Eugenio Espejo me mandaron acá. Llevo más de un año en tratamiento. ¿Qué
pasaría si la doctorita que me atiende se va?, me tocaría quedarme más años sin
resolver mi problema”, dice Carmen Arévalo, paciente.
Los pacientes confían en que las anunciadas
renuncias sólo sean una amenaza y recomiendan a los galenos que reflexionen
porque deben estar seguros de su calidad profesional, de los años de estudio
que tuvieron que pasar para dedicarse a esa actividad.
El ambiente médico
Sin embargo, uno de los traumatólogos de ese
Hospital dijo que las renuncias obedecen a una cuestión de dignidad, ya que lo
que hace el inciso tercero del artículo, al introducir las palabras “acciones
innecesarias, peligrosas e ilegítimas”, es ponerles al mismo nivel de
delincuentes.
“Las renuncias están presentadas porque no
podemos arriesgar nuestra libertad, el patrimonio de nuestra familia, después
de que hemos gastado toda nuestra vida para el ejercicio de la profesión, como
para que se nos involucre en cosas ilícitas”, manifestó.
Asamblea deslinda responsabilidad
El presidente de la Comisión de Justicia de la
Asamblea, Mauro Andino, manifestó que ni esa Mesa ni la Asamblea tienen
responsabilidad en la renuncia de los médicos. Recordó que ya no se puede
modificar el artículo 146 que no fue motivo de veto. “Los textos sobre
homicidio culposo por mala práctica profesional fueron trabajados por los
propios profesionales de la salud, por sus dirigentes, con el Ministerio de
Justicia, con la Secretaría de la Política, por lo que no ha sido iniciativa
nuestra lo que consta en el 146”, dijo Andino.
980 galenos están registrados en el Colegio Médico de Tungurahua, 30% está en el sector público.
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