Al menos 100 médicos cubanos, muchos de los cuales desertaron de
misiones humanitarias en Venezuela, protestaron el sábado luego de pasar
meses varados en Bogotá a la espera de que Estados Unidos les otorgue
una visa especial.
Algunos de los profesionales de la salud temen que el retraso en el
trámite de sus solicitudes de visado, en virtud de un programa del
gobierno estadounidense creado en 2006 para atraer el talento médico de
Cuba, sea una señal de que el presidente Barack Obama pretende acabar
con el incentivo como parte de las medidas para restablecer las
relaciones con la isla comunista.
Los médicos salieron de Cuba para unirse a misiones en diferentes
países, sobre todo a la venezolana "Barrio Adentro" —un programa creado
por el fallecido presidente Hugo Chávez para atender a las poblaciones
más deprimidas. Pero pronto se hastiaron de los problemas de seguridad
de ese país y de la profunda crisis económica que se expresa en la
escasez de productos alimenticios y de aseo. Cruzaron la frontera y
viajaron a Bogotá.
Vistiendo batas blancas y luciendo sus títulos profesionales, los
médicos se reunieron para presionar por una respuesta estadounidense en
un parque del barrio Kennedy, un sector obrero de Bogotá construido en
la década de 1960 con dinero de la Alianza John F. Kennedy para el
Progreso.
"Estamos en Colombia en condición irregular. Estamos en el limbo: sin
trabajo, con poco dinero y con el tiempo al límite", afirmó la
odontóloga Ailén García, de 25 años y con siete meses de embarazo, en
entrevista con The Associated Press.
"Mi preocupación es mi bebé. ¿Dónde voy a parir y en qué
condiciones?, preguntó García, quien junto a su esposo vive desde hace
seis meses en una pequeña habitación en el oeste de Bogotá y por la cual
pagan unos 200 dólares mensuales.
Aunque reconocen las comodidades que Colombia ofrece en comparación
con otros países, los médicos cuentan que han tenido que sobrevivir con
una sola comida al día y pedir dinero prestado para cubrir sus gastos.
Discel Rodríguez, un enfermero de 41 años, dejó la provincia de
Granma, Cuba, para buscar mejores condiciones laborales y de vida en
Venezuela a donde arribó en enero de 2014. No aguantó, empero, con un
pago mensual de 20 dólares.
"Llegué a Bogotá confiado del programa de Estados Unidos. Ya han
pasado siete meses y no hay respuesta... desde enero para acá, el
programa se ha venido poniendo más tortuoso", destaca Rodríguez quien
atribuye la dilación a la nueva era diplomática entre Cuba y el país del
norte.
El Programa estadounidense de médicos está diseñado para privar al
gobierno del presidente Raúl Castro de una importante fuente de ingresos
extranjeros. Cuba nunca ha especificado cuánto paga a sus médicos en
misiones foráneas, que ya enrolan a más de 50.000 profesionales en unos
66 países.
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