La rápida depreciación de la
moneda local y el siguiente aumento en los precios de los alimentos incrementan
los riesgos para casi 400.000 niños de ese país que se encuentran con
desnutrición aguda severa y para quienes las
posibilidades de sobrevivir, según alerta la Unicef, son cada vez más escasas.
"La rápida depreciación del rial yemení en los últimos meses ha agravado
la crisis económica y ha provocado un aumento en los precios de los alimentos
que pone a los niños en mayor riesgo", explica por correo electrónico
Bismarck Swangin, especialista en Comunicación de Unicef en Yemen.
Alrededor
de 14 millones de personas están al borde de una hambruna, según denunciaron el
miércoles 35 ONG locales e internacionales, que pidieron un "cese
inmediato de hostilidades".
El precio
de alimentos básicos como la harina, el arroz, la sal, el azúcar y el aceite
casi se ha duplicado desde 2015, según Save the Children, en un país en el que
más de la mitad de la población vive bajo el umbral de la pobreza. "Los
padres y las madres se alternan las comidas o incluso se mueren de hambre solo
para alimentar a sus hijas e hijos", escribe la ONG en su página web.
A
principios de noviembre, se intensificó la ofensiva contra la ciudad de
Hodeida, en el oeste de Yemen. Solo en el último fin de semana, murieron más de
100 personas, según la agencia AFP. “Estamos muy preocupados por el impacto que
los combates en la zona portuaria están teniendo en la infancia”, asegura
Bismarck Swangin, especialista de Unicef en el país. “Se está matando a niños
en ataques contra instalaciones civiles, incluidas casas familiares o disparos
de balas. La lucha está restringiendo el acceso a los centros de salud y a otros
servicios como el agua”.
En Hodeida
y las provincias colindantes reside el 40% de los 400.000 niños del país que
sufren desnutrición aguda grave, según Unicef. Los combates intensos en la
zona, además de dificultar el ingreso de ayuda humanitaria, combustible y otras
mercancías, se están aproximando al hospital de Al Thawra poniendo en riesgo
inminente de muerte a 59 niños, incluyendo 25 que están en cuidados intensivos,
denuncia el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en un comunicado.
Además de
amenazar la vida de los más pequeños, la desnutrición causa retrasos en el
crecimiento y debilita sus sistemas inmunológicos, incrementado el riesgo de
contraer enfermedades prevenibles como el cólera y la neumonía.
Se espera
que para mediados de este mes Naciones Unidas dé a conocer los resultados de la
encuesta de Clasificación Integrada de la Fase Alimentaria realizada en el país
y que este estudio proporcione una imagen más detallada de la crisis
alimentaria en curso. Los ataques aéreos y los combates dificultan la
recolección de datos en varias áreas del país.
El repunte
en los precios del combustible está afectando los servicios de transporte,
agua, electricidad, salud y saneamiento. "Unos 8,6 millones de niños han
perdido el acceso regular a servicios básicos de agua, saneamiento e higiene,
debido a la guerra", señala Swangin. "Esto presenta un gran riesgo
para el resurgimiento del cólera y otras enfermedades transmitidas por el
agua".
La guerra
que desde hace más de tres años ensangrienta a Yemen ha causado más de 6.500
muertos y heridos entre los más pequeños, estima Naciones Unidas. Ellos
representan la mayoría de los 22 millones de personas que en la actualidad
necesitan asistencia humanitaria. La infancia ya vivía una situación crítica
antes de la intensificación de la violencia en marzo de 2015. En 2014, 160.000
niños ya padecían malnutrición severa aguda.
FOTOGRAFÍAS: Essa Ahmed para AFP
No hay comentarios:
Publicar un comentario