domingo, 9 de agosto de 2009

Opinión editorial publicada en El Comercio, el 09 de agosto del 2009

Estos 30 años de democracia

Por Vicente Albornoz Guarderas

El Ecuador nunca ha celebrado algo así. Nunca hemos tenido un período de 30 años de democracia.

Hay que celebrar eso y los avances en este período, a pesar de una masiva campaña que nos quiere hacer creer que todo lo pasado fue malo y que recién ahora estamos a punto de pasar del más absoluto subdesarrollo, de una época oscura de corrupción y mediocridad a una época de luces, de dicha y de alegría. Nos quieren convencer que estos inéditos 30 años de democracia ha sido un período desperdiciado en el que no hubo desarrollo. Pero eso es completamente falso.

El avance del Ecuador desde agosto de 1979 ha sido muy importante y es fácil demostrarlo. Empecemos por lo más importante, la vida.

En 1979, por cada mil niños nacidos vivos, morían 59. Para 2007, ese número se había reducido a 18. Una evolución de ese tipo debería ser, hasta para las mentes más dogmáticas, una medida de un gran desarrollo. Como resultado de una más amplia y mejor atención a las madres y un importante crecimiento de la atención médica para los recién nacidos, resulta que la mortalidad infantil cayó a menos de la tercera parte.

Sigamos hablando de la vida, específicamente de la esperanza de vida. Para el quinquenio 1970-1975, la Cepal estimaba que los ecuatorianos podían vivir, en promedio, 59 años. Para el quinquenio 2005-2009 la misma institución estima 75 años. Nuevamente, un crecimiento de la esperanza de vida de 16 años es un gran avance, un avance que merecería un festejo. Una fiesta a la que solo estarían dispuestas a asistir las personas de mente abierta.

Un crecimiento tan grande de la esperanza de vida solo pudo ocurrir gracias a significativas mejoras en salud, alimentación, sanidad y educación. Avanzamos en la dirección correcta y hay que seguir en ella.

Veamos algo del bienestar material de las personas. Según el último censo antes del retorno a la democracia, en 1974 solo el 59% de los hogares tenía servicio eléctrico. Para 2006, era el 96%. En otras palabras, las personas que no tenían electricidad bajaron de casi la mitad a un veinticincoavo (1/25). Este avance extraordinario pone al Ecuador como uno de los países con mayor cobertura eléctrica en América Latina.

Y también avanzamos en las cosas ‘incómodas’ del desarrollo. El número total de vehículos matriculados casi se quintuplicó, al pasar de 176 mil a 842 mil entre 1978 y 2007. Más autos contaminan y congestionan más, pero finalmente esto también es un avance.

Mañana tenemos que celebrar los 200 años del Primer Grito de la Independencia (un mérito de nuestros tatara-tatara-abuelos) y los avances de estos 30 años de democracia (un gran logro de todos los ecuatorianos actualmente con vida y algunos que murieron en estas tres décadas).