martes, 30 de enero de 2018
lunes, 29 de enero de 2018
miércoles, 17 de enero de 2018
Manushi: 28 semanas y 400 gramos
Manushi
es una niña india que nació diminuta por cesárea de emergencia después de que
su madre enfermara y su vida corriera peligro. Vino al mundo el 15 de junio con
tan solo 28 semanas de gestación, apenas 400 gramos de peso y tan solo 21 centímetros
de largo. Los médicos le dieron una probabilidad del 0,5% de sobrevivir, pero
salió adelante y ha sido dada de alta a los siete meses de vida con un peso
cercano a los 2,4 kilos.
Un
niño se considera prematuro cuando nace antes de las 37 semanas de gestación y
Manushi es una gran prematura, es decir, bebés nacidos por debajo de las 28
semanas y de menos de un kilo de peso. Dentro de este grupo, a los que pesan
menos de 500 gramos, se los califica como bebés milagro.
Este
15 de enero hubiese cumplido siete meses internada en la Unidad
de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Infantil Jivanta en Udaipur
(en el Estado de Rajastán, al oeste de la India), pero recibió el alta unos días
antes de cumplirlos, el pasado 11, informó el diario Hindustan Times, que
subraya que es uno de los bebés más pequeños que ha logrado sobrevivir en India
ya que el anterior récord lo tenía
Rajni, que pesó 450 gramos, en 2012.
La
madre, Seeta, de 48 años, y su padre Giriraj, de 50, de Rajasthan (India), la
llaman y, con toda razón, su milagro. "Ella luchó, luchó y luchó contra
todas las probabilidades y lo logró", comenta la madre, que lleva 35 años
casada con el padre.
Seeta
sufrió una presión arterial peligrosamente alta e incontrolable durante su
embarazo y una ecografía reveló falta de flujo sanguíneo a la placenta. Los
médicos tomaron la decisión de realizar una cesárea de emergencia el 15 de
junio, cuando solo llevaba 28 semanas de gestación. Manushi, cuyo pie era del
tamaño de la uña de un adulto, no respiraba al nacer, pero su familia decidió
intentarlo, por lo que fue conectada a un respirador artificial e ingresada en
cuidados intensivos. Su piel era tan frágil como un papel y sus órganos no estaban
desarrollados.
Le
dieron una probabilidad del 0,5% de supervivencia. Sunil Janged, jefe de
Neonatología del hospital, confiesa: "Cuando nació, no estábamos
seguros de lo que podría pasar". "Ella luchaba por respirar, por lo
que se le colocó inmediatamente un respirador para expandir sus diminutos
pulmones. No podría ser alimentada adecuadamente debido a la inmadurez de su
intestino", recuerda.
"Todos
los nutrientes esenciales como aminoácidos, lípidos, carbohidratos, minerales,
multivitaminas y oligoelementos los recibía directamente por circulación
sanguínea", explica Janged, que añade que el mayor reto de su equipo fue
evitar que sufriera una infección. A las siete semanas, Manushi fue capaz de
digerir la leche y, lentamente comenzó a respirar por sí misma y su cerebro y
ojos se desarrollan normalmente.
"Decidimos
salvar la vida del bebé y ofrecerle la atención y el cuidado médico necesarios
porque queríamos enviar un mensaje de que las niñas deben estar protegidas. En
un estado como Rajastán, donde el infanticidio femenino es desenfrenado, las
personas tienen que dar un paso adelante y tomar medidas para poner fin a esta
práctica malvada", dice el médico. El rotativo indica que los bebés con
menos de 24 semanas o que no superan los 600 gramos rara vez sobreviven en
India.
Según
la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prematuridad es la principal
causa de defunción en los niños menores de cinco años, y provocó en 2013 cerca
de un millón de muertes. Cada año nacen 15 millones de bebés antes de tiempo en
el planeta. La OMS señala que el bebé prematuro se puede enfrentar a diversos
problemas de salud como la pérdida de calor corporal o una mayor dificultad
para alimentarse o una mayor incidencia de infecciones graves, entre otros. En España
nacen cada año unos 29.000 niños prematuros, y representan el 75% de los
ingresos hospitalarios en neonatos, según los últimos datos ofrecidos por la
Sociedad Española de Neonatología (SENeo) y en Europa, los prematuros son
500.000 al año.
FUENTE:
jueves, 11 de enero de 2018
A la hora de que los niños duerman
Dependiendo de la edad de los
hijos, los padres desesperados recurren a cualquier método para ponerlos a
dormir y ellos mismos lograr unas horas más de precioso y reconfortante sueño.
Diversas aplicaciones y sitios
web sobre el sueño (Moshi Twilight Sleep Stories y calm.com) han identificado
algunos de los trucos más excéntricos que se afirma han sido puestos a prueba
en algún lugar, lo que da una idea del extremo al que han llegado las cosas:
- Explicarle a tu hijo los planes de infraestructura del presidente de China, Xi Jinping.
- Poner una grabación de un capítulo de un libro de economía escocesa del siglo XVIII leído por un profesor aburrido.
- Mirar un video de un torneo de crucigramas.
- Escuchar una grabación de una hora de gente bostezando.
- Encender la aspiradora (o acercar la cuna a la secadora de ropa).
- Ver una película de ovejas pastando en cámara lenta.
- Inventar un personaje imaginario como "El hombre de las 8 de la noche", que se lleva a los niños despiertos después de esa hora.
- Acostar al bebé sobre el pecho del padre y rotar al padre lentamente en círculos.
- Meterlos al auto y conducir.
- Tararear el himno nacional.
- Cambiar la dirección de la cama del niño.
- Colocar un reloj de tictac debajo de la almohada de la criatura que imite los latidos del corazón de la madre.
- Colocar una prenda que huela a la madre en la cama del infante.
Existe toda una industria
alrededor de este problema: desde análisis del sueño y cursillos para cambiar
los hábitos en horas de la noche, hasta la venta de medicamentos o gotitas
homeopáticas y grabaciones de "ruido blanco" para generar
somnolencia. Sin embargo, los expertos aseguran que la regularidad y la rutina son
las claves del buen sueño y esa regularidad es la que precisamente sufre un vuelco
particular en épocas festivas como la Navidad y Año Nuevo, cuando toda la vida
familiar sufre cambios.
El profesor Kevin Morgan, de la
Clínica de Investigación del Sueño de la Universidad de Loughborough, en
Inglaterra , dice que estas épocas son una "tormenta perfecta", de
trasnochadas, comida en exceso e impredecibles horas de levantarse. "Para
cuando llega el 2 de enero, probablemente estás exhausto. Los niños están
agitados y los genios a punto de estallar", señala.
Instituciones como el Servicio
Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) recomiendan
establecer horas regulares para ir a la cama y mantener la rutina y sugieren
dar un baño a los niños y, luego, leerles una historia en una habitación con
luz tenue. Como resulta obvio, las computadoras, teléfonos móviles y
televisores deberían apagarse completamente. Como regla, el NHS dice que ello
debería ocurrir al menos una hora antes de que los niños vayan a la cama.
Se aconseja también que el
dormitorio sea "oscuro, callado y ordenado", con una temperatura que
no sea demasiado caliente ni fría.
El profesor Morgan añade que los
padres deben asegurarse que los niños salgan a la luz del día, en lugar de
estar frente a la TV o la computadora.
Pero no hay "fórmulas mágicas", concluye.
Pero no hay "fórmulas mágicas", concluye.
FUENTE: http://www.bbc.com/mundo/noticias-42621689
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