miércoles, 9 de agosto de 2017

Con menos del 2%



Noah Wall nació con menos del 2% de su cerebro hace casi cinco años en Abbeytown, Cumbria, en el Reino Unido. Los médicos creyeron que no sobreviviría pero este pequeño británico está rompiendo todas las previsiones.

Noah desarrolló una rara complicación neurológica con espina bífida mientras estaba en el útero de su madre, Shelly, que produjo una grave hidrocefalia que llenó su cabeza de líquido cefalorraquídeo, impidiendo que su cerebro pudiese desarrollarse, quedando reducido a una delgada capa de tejido alrededor del cráneo.

Su madre, su padre (Rob) y toda la familia incluso tenían planes para su funeral. Sin embargo, en el año 2012 nació vivo y luego fue sometido a cirugía para cerrar la herida abierta en su espalda (la espina bífida). Posteriormente se drenó el exceso de líquido en su cerebro.

A lo largo de estos cuatro años, el cerebro del pequeño ha ido ocupando el espacio que ha dejado el líquido retirado. A los tres años de edad su cerebro se había expandido hasta alcanzar el 80% de un cerebro normal. Sin embargo la espina bífida ha derivado en una parálisis del pecho hacia abajo.

Sus padres y su hermana, Steph, de 23 años, se turnan para estimular constantemente el cerebro del pequeño. Gracias a ellos Noah está aprendiendo a leer y escribir. "Estamos decididos a que Noah sea capaz de caminar", dice el padre.