domingo, 6 de marzo de 2011

Diario HOY, 06 de marzo del 2011

'Él era mi último hijo'

Las madres de los neonatos dicen que no descansarán hasta conocer que pasó en la muerte de sus hijos.

El sueño de Jacqueline de los Ángeles Velásquez era tener su último hijo, pero esa ilusión se le fue con la muerte de su bebé en el hospital Isidro Ayora de Loja. Con su matrimonio anterior procreó un niño de 6 años; sin embargo, con su nueva pareja, Eduardo Celi, se habían planteado muchos objetivos que han quedado truncos.

Ellos viven en el cantón Catamayo, a 45 minutos de Loja. El oficio de Eduardo es chofer profesional y ella se dedica a los quehaceres domésticos. El embarazo transcurrió sin contratiempos, "con los achaques que siempre dejan este tipo de cosas", dijo su esposo, aunque indicó que, al momento de la cesárea, los médicos le extirparon el útero a Jacqueline, ya que le podía dar complicaciones futuras, es decir, nunca más podrá tener hijos.

El rostro de su esposo se vuelve pálido y sus ojos le brillan cuando mira el álbum de fotos que lleva su esposa y donde está su tierno hijo de nombre Eduardo Josué, que murió en el hospital Isidro Ayora de Loja, y cuyas causas aún se desconocen.

"Yo sé que mi niño nació prematuro, pero estaba en buenas condiciones", señaló esta mujer, que ahora busca por todos los medios que se haga justicia por la muerte de su vástago. "Era la última oportunidad que tenía para tener mi último hijo", agregó, mientras desfoga en lágrimas todos los hechos acontecidos.

El niño, según su madre, pasó 8 días en la termocuna, incluso le permitieron darle el seno. "Mi niño pasó 17 días en total hospitalizado y cuando noté el ambiente de desesperación de las enfermeras quise sacarle del hospital", recordó, agregando que no se lo permitieron.

Tras la muerte de su bebé, la mujer estaba decidida en dejar las cosas "en manos de Dios", como ella indicó. Sin embargo, al escuchar que en el hospital se hablaba de una bacteria ella inició las investigaciones, "porque dicen que la salud ya es de todos y me quitan a mi hijo", insistió la mujer y pidió la intervención del presidente de la República, Rafael Correa.

La mujer habló de la poca atención que brindan enfermeras y médicos. "Cuando mi hijo murió, solo había un doctor en el hospital", dijo. Además, manifestó que la termocuna estaba desconectada, pero nadie le dio una explicación.

Así como ella, otras madres también han iniciado sus reclamos en contra de las autoridades del sector Salud en Loja. Las personas que asisten al hospital tienen temor por lo que les pueda venir. "Yo sí tengo miedo, pero no tengo dinero para irme a una clínica particular", aseveró Rocío Carreño, una mujer que llegó desde Calvas para hacerse un chequeo médico. Ella lleva 8 meses de embarazo y ahora está pensando qué hacer cuando nazca su hijo. "La verdad no sé", acotó.

Trabajadores de la salud dicen haber denunciado mucho antes.

De su lado, los trabajadores de la salud dijeron que no es un tema nuevo. "Las denuncias las hemos hecho hace mucho tiempo, pero nadie nos ha tomado en cuenta", dijo Víctor Lozano, secretario general de los trabajadores de la provincia de Loja.

"Oficialmente, denunciamos el 5 de febrero de 2010 a las autoridades sobre el mal manejo de las áreas del hospital", indicó el dirigente. "Nosotros hemos pedido las investigaciones de la muerte de personas que estaban en buenas condiciones, pero no hicieron caso. Pensamos que allí debe haber algún tipo de contaminación", agregó. Manifestó también que nadie dio respuesta a las inquietudes de ellos. "Acudimos al fiscal general en febrero", aseveró. Dijo que les preocupa las represalias que se puedan dar contra ellos. (RMT)

Editorial de diario EL COMERCIO, Quito, domingo 06 de marzo del 2011

SALUD: ¿SIRVIÓ LA EMERGENCIA?

El Régimen reivindica haber gastado mucho más que los gobiernos anteriores en salud. Justamente ese es el problema: contar con más dinero no significa necesariamente que la salud mejore.

El Jefe de Estado constató que el hospital público de Ambato no da más y reconvino a las autoridades del IESS por tener tres pisos vacíos, sin uso.

Hace dos meses se decretó una emergencia de salud que buscaba USD 403 millones adicionales a los 3 400 que se presupuestaron. Pero expertos estiman que no se trató de recursos cuyo uso haya estado debidamente planificado. La propia ministra Katiuska King dijo entonces que aún hay funcionarios que no dan las alertas tempranas.

Otros especialistas señalan que no hay un sistema de salud estructurado. No se trata solo de gastar. Es importante el uso inteligente y medido de los recursos públicos a fin de que den los mejores resultados donde el dinero siempre es escaso frente a las necesidades.

Pero hay varios problemas concurrentes. El Gobierno promociona mediante una costosa campaña con actores y animadores las “bondades” de las casas de salud. La gente, cuando llega a los hospitales, se encuentra con una gran congestión, con los mismos problemas de siempre, acaso agravados con la sobre oferta de expectativas por la ruidosa campaña oficial.

A los pocos días del anuncio de la emergencia, estalló la crisis del triste fallecimiento de los recién nacidos en el Hospital Francisco de Ycaza Bustamante de Guayaquil.

La muerte vuelve a mostrar su cara más atroz. Todavía se recuerda una tragedia parecida en Chone y se ve con preocupación las cifras en Loja. Las autoridades judiciales investigan y hasta se nombró una comisión internacional. La salud pública sigue siendo una de las deudas pendientes.