viernes, 31 de julio de 2015
jueves, 30 de julio de 2015
martes, 28 de julio de 2015
lunes, 27 de julio de 2015
Protesta de mandiles blancos
Por Reinaldo Páez Z.
Columnista invitado
"Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más tiempo se hace rodar, más grande se vuelve": Martín Lutero.
Los médicos y los trabajadores de la salud se unieron para expresar su desacuerdo con la aprobación de la ley de defensa profesional, incluida en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) con la cual se conculca la labor de quienes trabajan por la salud. Se efectuaron marchas de "mandiles blancos" en todo el país y estaba lista una gran concentración de protesta a nivel nacional, que fue yugulada por una hábil maniobra oficial y por la candidez y buena fe de algunos dirigentes gremiales que fueron sorprendidos con la oferta de maquillar algunos artículos y hacerlos inocuos.
La noche en la cual se aceptó la tesis del oficialismo, estaban reunidos los miembros de la Academia Ecuatoriana de Medicina, profesionales que se han destacado por su sacrificio y entrega de muchos años, repletos de saber, docencia y amor. Al percatarse del sorpresivo acuerdo, que amputaba la expresión rebelde y triunfal, recibieron estupefactos la noticia. Su experiencia y años vividos les advertían que se había producido un engaño por parte del régimen.
Ha transcurrido un año desde la aprobación de esta ominosa ley y los resultados de su aplicación dan la razón a la incredulidad de los académicos. La ley ha afectado a los médicos, pues da curso a demandas e indemnizaciones millonarias imposibles de pagar durante toda la existencia, a más de la prisión y suspensión del ejercicio profesional.
Los médicos no aceptan el engaño y sus dirigentes han retomado con hidalguía la lucha contra los incumplimientos reiterados, pues a pesar del compromiso de las más altas esferas del Gobierno y de las múltiples comunicaciones emitidas por los organismos médicos federativos, que no han sido respondidas, no se ha abierto la mesa de diálogo para la discusión y aprobación del Código Orgánico de Salud (COS), cuerpo legal en el que debía incluirse el modelo de control de calidad de los servicios de salud, como se había acordado. Sin embargo, inesperadamente mediante el decreto 703, se crea la Agencia de Control Estatal de los Servicios de Salud (Acess) con una estructura dirigida por el Ministro de Salud y dos vocales, ninguno médico, el Presidente de la Senescyt y un periodista delegado de la Presidencia. Todos designados por el Presidente de la República. ¿Podrán las decisiones de este colectivo reflejar la realidad de los servicios de un área extraña a su formación académica?
La aplicación del COIP y la ley de defensa profesional han obligado a las instituciones y trabajadores de la salud a contratar seguros a costos elevados; si simultáneamente se ponen límites insignificantes a los honorarios públicos y privados, se ocasionará un serio problema de subsistencia a una profesión noble que requiere de tranquilidad y seguridad para su desempeño práctico y para su constante perfeccionamiento, estudio y actualización científica.
Los mandiles blancos resaltan la dignidad y exigen respeto, por ello las protestas.
FUENTE: http://edicionimpresa.elcomercio.com/es/242302361adf40d5-41a5-4c3a-b8ec-968dafd41825_25072015_/8
martes, 21 de julio de 2015
lunes, 20 de julio de 2015
jueves, 16 de julio de 2015
Se inauguró el Hospital General Docente de Calderón en Quito
Este 16 de julio de 2015, se inauguró el primer
Hospital para Quito en más de 30 años, ubicado en la parroquia Calderón, al
norte de la ciudad. El evento se llevó a cabo con la presencia del Presidente
de la República, Rafael Correa, la Ministra de Salud, Carina Vance, entre otras
autoridades.
Este hospital se denomina Docente ya que tendrá
entre sus objetivos aportar en la formación de los nuevos profesionales de
salud, en convenio con la Universidad Central; permitirá la formación académica
y labores de investigación en temas de salud.
El hospital cuenta con especialidades como
Gineco-Obstetricia, Cirugía, Dermatología, Gastroenterología, Endocrinología,
Neurocirugía, Medicina Interna, Otorrinolaringología, Oftalmología, Pediatría,
Urología, Neurología, Neumología, Cirugía Maxilofacial, Odontología
especializada, Fisiatría, Psicología, Cardiología, Hematología, Nefrología,
Traumatología, Emergencias, Cuidados Intensivos, Anestesiología y Neonatología.
La unidad de salud tiene 156 camas para hospitalización distribuidas en áreas
de Clínica y Quirúrgica. Cuenta con camas de cuidados críticos, 16
quirófanos, 4 unidades de trabajo de parto y recuperación, 14 estaciones para
hemodiálisis, 44 consultorios y 48 camillas de atención para Emergencia.
Con esta casa de salud se beneficiarán más de
500.000 habitantes del Distrito 17D02 (Calderón, Llano Chico y Guayllabamba),
poblaciones cercanas y pacientes referidos de toda la zona norte del país.
Se invirtió en infraestructura $ 54’084.866,51 y
en equipamiento $ 18’969.139,87.
lunes, 13 de julio de 2015
¡Culpables!
El Tribunal Décimo Primero de Garantías Penales del Guayas declaró culpables de homicidio inintencional a dos médicos por la muerte de 3 neonatos en el Hospital Francisco de Icaza Bustamante, Guayaquil.
El Tribunal, integrado por los jueces Jaime Sandoval, Marlon Castro y María Isabel León, acogió el pedido de la Fiscalía que probó la existencia del delito y la responsabilidad penal de los dos acusados, ambos galenos del hospital.
En la audiencia de juzgamiento, que se instaló el 15 de junio de 2015 en la Unidad Judicial Albán Borja, la fiscal Margarita Neira presentó como testigos principales a los médicos que realizaron las pericias y permitieron establecer errores en los procedimientos de limpieza del área de Neonatología lo que habría ocasionado la muerte de los infantes.
Los peritos rindieron testimonio sobre sus experticias realizadas a las historias clínicas, informes y procedimientos que se realizaron ante el brote de la bacteria serratia marcescens.
En las investigaciones de la Fiscalía se determinó que esta bacteria se encontró en las áreas de Neonatología y Cuidados Intensivos de esa casa de salud.
Los acusados, exdirectora y exjefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de este hospital, respectivamente, fueron juzgados en noviembre de 2013 por el Décimo Tribunal de Garantías Penales del Guayas, cuyos jueces ratificaron su inocencia.
Sin embargo, la Fiscalía apeló la sentencia ante la Sala Especializada de lo Penal del Guayas, bajo el argumento de falta de idoneidad de uno de los jueces que actuó en el anterior juicio.
En la audiencia realizada un año después, la Sala dictaminó -por unanimidad- como nula la declaratoria de inocencia dictada por el Tribunal.
En el fallo se ordenó que un nuevo Tribunal reciba, conozca y tramite lo que corresponda para instalar una audiencia de juzgamiento, que tras el sorteo de ley recayó en el Tribunal Décimo Primero de Garantías Penales del Guayas, en el cual se desarrolló esta etapa de juicio.
La investigación penal contra los dos ciudadanos inició tras el fallecimiento de 11 infantes ocurrido en ese hospital, de los cuales a tres se confirmó su muerte por la propagación de la serratia marcescens.
La serratia marcescens es una bacteria intrahospitalaria o de ambiente, que ataca al organismo de pacientes que poseen una inmunidad baja o casi nula, especialmente en niños recién nacidos o prematuros.
Aquello ocurrió en esta casa de salud y quedó demostrado con los peritajes efectuados, cuyos informes fueron presentados como elementos probatorios en el transcurso de la audiencia.
El homicidio inintencional o culposo está tipificado y sancionado en el artículo 459 y 460 del Código Penal con una pena de entre 3 meses y 2 años de prisión.
El Tribunal, integrado por los jueces Jaime Sandoval, Marlon Castro y María Isabel León, acogió el pedido de la Fiscalía que probó la existencia del delito y la responsabilidad penal de los dos acusados, ambos galenos del hospital.
En la audiencia de juzgamiento, que se instaló el 15 de junio de 2015 en la Unidad Judicial Albán Borja, la fiscal Margarita Neira presentó como testigos principales a los médicos que realizaron las pericias y permitieron establecer errores en los procedimientos de limpieza del área de Neonatología lo que habría ocasionado la muerte de los infantes.
Los peritos rindieron testimonio sobre sus experticias realizadas a las historias clínicas, informes y procedimientos que se realizaron ante el brote de la bacteria serratia marcescens.
En las investigaciones de la Fiscalía se determinó que esta bacteria se encontró en las áreas de Neonatología y Cuidados Intensivos de esa casa de salud.
Los acusados, exdirectora y exjefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de este hospital, respectivamente, fueron juzgados en noviembre de 2013 por el Décimo Tribunal de Garantías Penales del Guayas, cuyos jueces ratificaron su inocencia.
Sin embargo, la Fiscalía apeló la sentencia ante la Sala Especializada de lo Penal del Guayas, bajo el argumento de falta de idoneidad de uno de los jueces que actuó en el anterior juicio.
En la audiencia realizada un año después, la Sala dictaminó -por unanimidad- como nula la declaratoria de inocencia dictada por el Tribunal.
En el fallo se ordenó que un nuevo Tribunal reciba, conozca y tramite lo que corresponda para instalar una audiencia de juzgamiento, que tras el sorteo de ley recayó en el Tribunal Décimo Primero de Garantías Penales del Guayas, en el cual se desarrolló esta etapa de juicio.
La investigación penal contra los dos ciudadanos inició tras el fallecimiento de 11 infantes ocurrido en ese hospital, de los cuales a tres se confirmó su muerte por la propagación de la serratia marcescens.
La serratia marcescens es una bacteria intrahospitalaria o de ambiente, que ataca al organismo de pacientes que poseen una inmunidad baja o casi nula, especialmente en niños recién nacidos o prematuros.
Aquello ocurrió en esta casa de salud y quedó demostrado con los peritajes efectuados, cuyos informes fueron presentados como elementos probatorios en el transcurso de la audiencia.
El homicidio inintencional o culposo está tipificado y sancionado en el artículo 459 y 460 del Código Penal con una pena de entre 3 meses y 2 años de prisión.
Las muertes entre los niños de bajos ingresos están convirtiendo a los EE.UU. en el "líder" de la Mortalidad Infantil
Una enfermera
atiende a un niño en la Unidad de Cuidados Intensivos del Holtz Children's
Hospital perteneciente al Jackson Memorial Hospital en Miami, Estados Unidos.
Foto: Joe
Skipper/Reuters
Las muertes entre
niños de bajos ingresos están haciendo de los EE.UU. el líder de la mortalidad
infantil
Los Estados Unidos gastan más dinero en cuidado de la salud que cualquier otra nación en el mundo, pero también tienen una de las tasas más altas de muertes infantiles.
Las cifras más recientes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades muestran que Estados Unidos es el peor entre los países desarrollados en lo que respecta a las tasas de mortalidad infantil: tiene 6,1 muertes infantiles por cada 1.000 nacidos vivos, una cifra muy mala si se la compara con Finlandia que tiene sólo 2,3 por 1.000 nacidos vivos o, incluso, Grecia que tiene 3,8.
Entonces, ¿cuál es la razón?
"En el período posterior al mes de vida -un mes a 12 meses- los EE.UU. lo está haciendo muy mal", dice Emily Oster, una economista que ayudó a calcular estas cifras. "Gran parte de la tasa de mortalidad en ese período no tiene realmente que ver con intervenciones médicas, se trata de cosas que están sucediendo en el hogar."
Y en los hogares de bajos ingresos, dice Oster, profesora asociada visitante de economía en la Universidad de Brown, hay falta de apoyo y de recursos que pueden estar llevando a un alto número de muertes entre los bebés. Si bien hay otros factores, incluyendo preguntas acerca de cómo los Estados Unidos calculan la mortalidad infantil, se dice que este es el mayor problema.
Oster dice que las intervenciones médicas para los bebés prematuros, como el Cuidados Intensivos Neonatal, parece estar trabajando en los Estados Unidos independientemente del nivel de ingresos. Los problemas que contribuyen a la mortalidad infantil surgen cuando los niños dejan el hospital.
"Vemos esto reflejado en mayores tasas de mortalidad durante la infancia en estas poblaciones", dice ella. "Esto no se acaba [cuando los bebés tienen un año de edad], aunque este es un momento especialmente vulnerable. Si nos fijamos en las tasas de mortalidad de 2 años de edad o de 5 años de edad se ve el mismo tipo de cosas. Se sugiere que estamos le estamos fallando a estas poblaciones de alguna manera".
Para corregir este alarmante problema de mortalidad infantil, Oster dice que los funcionarios de salud están considerando una variedad de intervenciones, incluyendo apoyo específico para las mujeres de bajos ingresos que están dando a luz.
Uno de los modelos que se considera es similar a lo que muchas naciones europeas ya emplean: enfermeras de maternidad que visitan los hogares para comprobar como se encuentran los bebés y sus padres.
"Este tipo de proyectos son muy comunes en Europa y no hay muchos de ellos en los Estados Unidos", dice Oster. "Creo que la gente ha pensado en [estas estrategias] como una posible manera de combatir algunos de estos problemas."
Los Estados Unidos gastan más dinero en cuidado de la salud que cualquier otra nación en el mundo, pero también tienen una de las tasas más altas de muertes infantiles.
Las cifras más recientes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades muestran que Estados Unidos es el peor entre los países desarrollados en lo que respecta a las tasas de mortalidad infantil: tiene 6,1 muertes infantiles por cada 1.000 nacidos vivos, una cifra muy mala si se la compara con Finlandia que tiene sólo 2,3 por 1.000 nacidos vivos o, incluso, Grecia que tiene 3,8.
Entonces, ¿cuál es la razón?
"En el período posterior al mes de vida -un mes a 12 meses- los EE.UU. lo está haciendo muy mal", dice Emily Oster, una economista que ayudó a calcular estas cifras. "Gran parte de la tasa de mortalidad en ese período no tiene realmente que ver con intervenciones médicas, se trata de cosas que están sucediendo en el hogar."
Y en los hogares de bajos ingresos, dice Oster, profesora asociada visitante de economía en la Universidad de Brown, hay falta de apoyo y de recursos que pueden estar llevando a un alto número de muertes entre los bebés. Si bien hay otros factores, incluyendo preguntas acerca de cómo los Estados Unidos calculan la mortalidad infantil, se dice que este es el mayor problema.
Oster dice que las intervenciones médicas para los bebés prematuros, como el Cuidados Intensivos Neonatal, parece estar trabajando en los Estados Unidos independientemente del nivel de ingresos. Los problemas que contribuyen a la mortalidad infantil surgen cuando los niños dejan el hospital.
"Vemos esto reflejado en mayores tasas de mortalidad durante la infancia en estas poblaciones", dice ella. "Esto no se acaba [cuando los bebés tienen un año de edad], aunque este es un momento especialmente vulnerable. Si nos fijamos en las tasas de mortalidad de 2 años de edad o de 5 años de edad se ve el mismo tipo de cosas. Se sugiere que estamos le estamos fallando a estas poblaciones de alguna manera".
Para corregir este alarmante problema de mortalidad infantil, Oster dice que los funcionarios de salud están considerando una variedad de intervenciones, incluyendo apoyo específico para las mujeres de bajos ingresos que están dando a luz.
Uno de los modelos que se considera es similar a lo que muchas naciones europeas ya emplean: enfermeras de maternidad que visitan los hogares para comprobar como se encuentran los bebés y sus padres.
"Este tipo de proyectos son muy comunes en Europa y no hay muchos de ellos en los Estados Unidos", dice Oster. "Creo que la gente ha pensado en [estas estrategias] como una posible manera de combatir algunos de estos problemas."
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