NUEVA YORK, 13 de septiembre de 2013 - Un
nuevo informe
de UNICEF indica que, si persisten las tendencias actuales, el mundo
no alcanzará el Objetivo de Desarrollo del Milenio número 4, que consiste en
reducir la tasa de la mortalidad de menores de 5 años en dos tercios para 2015.
Peor aún, si estas tendencias continúan, el objetivo no se alcanzará hasta
2028.
El costo que supone no actuar es alarmantemente elevado: si la comunidad
mundial no asume una acción inmediata para acelerar los progresos, alrededor de
35 millones más de niños podrían morir entre 2015 y 2028, en su mayoría por
causas prevenibles.
Éstas son las malas noticias. Pero el informe ofrece también muchas buenas
noticias. Demuestra que es posible lograr grandes mejoras en la supervivencia
infantil. A nivel mundial, el número anual de muertes de menores de 5 años se
redujo de alrededor de 12,6 millones en 1990 a aproximadamente 6,6 millones en
2012. Durante los últimos 22 años, el mundo salvó unas 90 millones de vidas que
de otra forma se podrían haber perdido.
“Sí, deberíamos celebrar los progresos”, dijo Anthony Lake, Director
Ejecutivo de UNICEF. “¿Pero cómo podemos celebrarlos cuando queda todavía mucho
por hacer antes de alcanzar el objetivo? Y podemos acelerar los progresos,
sabemos cómo hacerlo, pero necesitamos actuar con un sentimiento de urgencia
renovado”, dijo.
Solamente hace un año, los Gobiernos de Etiopía, la India y los Estados Unidos,
en colaboración con UNICEF, presentaron El compromiso con la supervivencia
infantil: Una promesa renovada, un esfuerzo mundial para impedir que los niños
sigan muriendo debido a causas que se pueden prevenir fácilmente.
Hasta la fecha, 176 gobiernos han firmado el compromiso, en el que prometen
acelerar los progresos en favor de la supervivencia infantil. Cientos de grupos
de la sociedad civil y entidades religiosas, así como individuos particulares,
han comprometido también su apoyo en favor del objetivo común de dar al último
niño el mejor comienzo posible en la vida.
El Informe sobre los progresos de 2013 con respecto a la iniciativa El
compromiso con la supervivencia infantil: Una promesa renovada examina las
tendencias en la mortalidad infantil desde 1990, analiza las causas principales
de la mortalidad de menores de 5 años, y destaca los esfuerzos nacionales y
mundiales para salvar vidas infantiles. Los progresos alcanzados hasta la fecha
se deben a los esfuerzos colectivos de los gobiernos, la sociedad civil y el
sector privado, así como al aumento de intervenciones asequibles y basadas en
pruebas empíricas, como los mosquiteros tratados con insecticidas, los
medicamentos, las vacunas, la lactancia materna apropiada, la administración de
suplementos de nutrición y alimentación terapéutica, el tratamiento de
rehidratación para la diarrea, y un mejor acceso al agua potable y el
saneamiento, entre otras.
El informe demuestra grandes reducciones en las muertes infantiles prevenibles
en todas las regiones del mundo y a todos los niveles de ingresos nacionales,
incluidos los países de bajos ingresos. De hecho, algunos de los países más
pobres del mundo han logrado los avances más sólidos en la supervivencia
infantil desde 1990. Unos cuantos países de bajos ingresos con unas altas tasas
de mortalidad infantil, como Bangladesh, Etiopía, Liberia, Malawi, Nepal y la
República Unida de Tanzania, han reducido ya sus tasas de mortalidad de menores
de 5 años en dos terceras partes o más desde 1990, alcanzando el Objetivo de
Desarrollo del Milenio número 4 para la reducción de las muertes infantiles
antes del plazo de 2015.
A escala mundial, el ritmo del descenso se ha acelerado, ya que la tasa
anual de reducción se ha triplicado desde los años 1990. En África subsahariana
también se ha acelerado la tasa de descenso, ya que la tasa anual de reducción
aumentó más de cinco veces desde comienzos de los años 1990. En los últimos
siete años, África oriental y meridional han sido algunas de las regiones con
mejor rendimiento en el mundo, y han reducido la mortalidad de menores de 5
años a una tasa anual de 5,3% desde 2005 hasta 2012.
Por el contrario, en África occidental y central se registró el nivel más bajo
de progreso en la supervivencia infantil, en comparación con otras regiones del
planeta. La región presenta también la mayor tasa de mortalidad, ya que casi
uno de cada ocho niños muere antes de cumplir cinco años. En África occidental
y central prácticamente no se ha producido ninguna reducción en el número anual
de muertes infantiles desde 1990.
La neumonía, la diarrea y el paludismo siguen siendo las causas principales de
las muertes infantiles en el mundo, ya que cuestan la vida de alrededor de 6.000
niños menores de 5 años todos los días. La desnutrición contribuye a casi la
mitad de todas estas muertes.
El primer mes de vida es el más precario para un niño de corta edad. En 2012,
cerca de 3 millones de recién nacidos murieron durante el primer mes de vida,
la mayoría debido a causas que se pueden evitar fácilmente.
Revertir estas tendencias devastadoras requiere acciones inmediatas en
numerosos frentes, como se describe en los Objetivos de Desarrollo del Milenio:
reducir la pobreza y la mortalidad de las madres, impulsar la educación y la
equidad de género, y promover la sostenibilidad del medio ambiente.
“Los progresos son posibles y se deben hacer”, dijo el Sr. Lake. “Cuando se
aprovechan las acciones concertadas, las estrategias sólidas, los recursos
adecuados y una sólida voluntad política en apoyo a la supervivencia de los
niños y las madres, lograr grandes reducciones en la mortalidad infantil no
solamente es posible, sino que es un imperativo moral”.
Nota para los editores:
Ejemplos de progresos en los países:
•En Bangladesh, la tasa de mortalidad de menores de 5 años se redujo en un
72% desde 1990 hasta 2012, en gran parte debido a la ampliación de la
vacunación para los niños, la administración de terapia de rehidratación oral para
tratar la diarrea y la provisión de suplementos de vitamina A. La ampliación de
una red de trabajadores comunitarios de la salud mejoró también la calidad de
la atención de la salud y condujo a un aumento en el número de los
establecimientos de salud. El empoderamiento de la mujer, la educación y la
mejora de la salud de las madres, y la aplicación de estrategias para reducir
la pobreza contribuyeron también a disminuir el número de muertes infantiles.
• En Brasil, la mortalidad de menores de 5 años descendió en un 77% entre
1990 y 2012, debido a una combinación de tácticas. Entre ellas cabe destacar
los esfuerzos para prestar atención de la salud a nivel comunitario, mejorar
las condiciones de saneamiento, dotar a las madres con conocimientos, promover la
lactancia materna y ampliar la vacunación.
• Etiopía, un país que participó en el Llamamiento a la acción, ha
registrado enormes avances en la reducción de la tasa de mortalidad de menores
de 5 años, con un descenso impresionante de un 67% desde 1990. El programa de
extensión de la salud aplicado en Etiopía es un ejemplo de la importancia que
tiene la prestación de atención de calidad a los niños y las madres en las
zonas remotas por parte de los trabajadores de salud de la comunidad. El
programa, que se inició en 2004, despliega en la actualidad a 38.000
trabajadoras de extensión de la salud que reciben su salario del gobierno.
UNICEF apoya el programa mediante la prestación de suministros que incluyen
equipos para el almacenamiento de vacunas, la distribución de camas y
medicamentos, y el apoyo a la capacitación de las trabajadoras de salud. El
programa también proporciona tratamiento para la desnutrición aguda grave, la
diarrea, el paludismo y la neumonía.
Acerca de El compromiso con la supervivencia infantil: Una promesa renovada.
Una promesa renovada es un movimiento mundial que trata de promover Todas las
mujeres, todos los niños –una estrategia iniciada por el Secretario General de
las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para movilizar e intensificar las acciones
mundiales destinadas a mejorar la salud de las mujeres y los niños en el mundo–
por medio de medidas y actividades de promoción para acelerar una reducción de
las muertes prevenibles de las madres, de los recién nacidos y de los niños.
El movimiento surgió del Llamamiento a la acción en favor de la
supervivencia infantil, un foro de alto nivel organizado en junio de 2012 por
los Gobiernos de Etiopía, la India y los Estados Unidos, en colaboración con
UNICEF, con el objetivo de examinar la forma de impulsar los progresos en favor
de la supervivencia infantil. Los aliados de los gobiernos, la sociedad civil y
el sector privado que participaron en el foro del Llamamiento a la acción
salieron del mismo con un compromiso renovado en favor de la supervivencia
infantil.