viernes, 15 de octubre de 2010

Resolución temprana de hernia diafragmática


Hernia Diafragmática (sexo femenino, 34 semanas, 1900 g) portadora de intestino anterior y medio, bazo, y lóbulo hepático izquierdos completamente en el hemitórax izquierdo, con el agravante de presentar una agenesia del diafragma que requirió ser corregida mediante colocación de una prótesis mallada.

Lo que deseo remarcar es cómo la ausencia de aire intestinal permitió la expansión del lóbulo hipoplásico (preoperatoria), y cuánto más sencilla es esta intervención con el intestino "virgen" a la hora de retornarlo a la cavidad abdominal.

Javier Svetliza

lunes, 4 de octubre de 2010

Francisco Febres Cordero, Diario El Universo, domingo 26 de septiembre del 2010.

El mal informado

Hasta mi consulta llegó el excelentísimo señor presidente de la república, aquejado de un fuerte dolor en la rodilla derecha. Con una evidente cojera, supo decirme que ahora sí confiaba tanto en la medicina ecuatoriana cuanto en sus facultativos, y que los términos de matarifes, carniceros, desguazadores, carroñeros e ineptos que les había endilgado obedecían a que había estado mal informado sobre la calidad de los médicos criollos y sobre los avances de la medicina en nuestro país.

El paciente me explicó que la última intervención le fue realizada en Cuba por un cirujano que, según le informaron, había dicho que si esa operación practicada a los cubanos no había funcionado, peor iba a funcionar para los extranjeros, razón por la cual nunca se recuperó, tuvo que archivar su bicicleta y movilizarse exclusivamente en su avión particular, con los subsecuentes problemas de sobrepeso que la falta de ejercicio acarrea. Su evidente engordamiento dio lugar a que sus enemigos le dijeran que cada vez está más pesado, injuria contra su honra por la que, según le han informado, puede demandarles por veinte millones de dólares a cada uno, ya que tal infundio le ha producido no solo un daño moral irreparable sino también un trauma psicológico del que espera operarse apenas su rodilla vuelva a la normalidad.

Luego de proceder a un examen de la rótula, los meniscos y los cartílagos y encontrar que todos ellos estaban lo que en términos médicos se conoce como hecho pomada, diagnostiqué que lo único que procedía de manera urgente era el implante de una prótesis, a lo que él aceptó con la condición de que la cirugía fuera realizada en la maternidad Isidro Ayora que, según le habían informado, era el único hospital bien equipado del país. Pacientemente, expliqué al paciente que yo recomendaba el hospital Carlos Andrade Marín, que había sido dotado de quirófanos lúcidos, camas ardientes y baños limpios no reembolsables, ante lo cual el paciente aceptó luego de reconocer que había estado mal informado sobre las grandes mejoras del precitado hospital.

Una vez en el quirófano, el paciente procedió a preguntarme si yo había ganado alguna vez una elección y al responderle que nunca, me dijo que entonces no podía estar a la cabeza del equipo de cirujanos y que, por tanto, él iba dirigir su operación ya que había ganado seis elecciones seguidas. Al ordenar que no se le administre anestesia general sino solo peridural, el paciente no perdió ni por un momento la conciencia, lo cual produjo serios inconvenientes entre el cuerpo médico porque llamó enano al anestesista, cachetón limitadito al cardiólogo, cara de estreñida a la instrumentista, cheerleaders del neoliberalismo a los camilleros y trompudo caretuco disfrazado de periodista a quien suscribe este parte. A pesar de todo, la artoplastia fue realizada con éxito y actualmente el paciente se recupera satisfactoriamente, aunque llama fundamentalista, garrotera e incapaz a la dietista que la da sopa de fideos y pollo hervido en lugar del bolón de verde, el cebiche de concha y el hornado que él pide y que, en el estado postoperatorio, le puede causar una oclusión intestinal no solo en la rodilla operada, sino también en la sana.

f) Dr. Manuel Rotuliano Peroné

Cirujano


sábado, 2 de octubre de 2010

Entre el jueves y hoy: materia para reflexionar...


Diario El Comercio, Viernes 01 de octubre del 2010, página 10.



Lote de irresponsables

Por ROQUE SEVILLA LARREA

Diario El Comercio, sábado 02 de octubre del 2010, página 12.


El jueves pasado el país vivió una jornada de vergüenza pública nacional. Ningún organismo o funcionario del Estado que participó en los tristes hechos de ese día lo hizo con inteligencia o sentido de proporción.

Comencemos por el primer responsable: la Asamblea, órgano no deliberativo en el que la mayoría hace exactamente lo que la Presidencia le ordena. Las leyes pasan al apuro y urgidas por los tiempos y las prioridades presidenciales. Rara vez hay un debate democrático equilibrado en el que al disidente se le da oído. Es así como se promulgó la Ley de Servicio Público, que tenía errores elementales y que necesitaba revisión.

Segundo responsable, la Presidencia, que introdujo un veto parcial con regulaciones como la de pagar indemnizaciones con bonos del Estado o eliminar los bonos de ascenso a la tropa de las Fuerzas Armadas y la Policía, hechos que alteraron el ánimo de los servidores gubernamentales y de la tropa de la Fuerza Pública. Los afectados se movieron, explicaron sus preocupaciones, pero quedaron frustrados cuando por el ministerio de la ley, el veto presidencial quedó aprobado sin que haya ni discusión ni votación del tema en la Asamblea, pues la mayoría oficialista no estuvo dispuesta a sumar sus votos para lograr la supramayoría de 83 votos y desechar el veto.

Tercero y mayor responsable, la Policía Nacional, que por oponerse a la ley se retiró a los cuarteles y dejó desguarnecido al país y a las ciudades, a merced de la más violenta delincuencia. No satisfecha con ello, vejó al Presidente, puso en peligro su vida y lo tuvo secuestrado por casi 12 horas, sometiendo al país y a la democracia a un absurdo riesgo. Solo liberó al Primer Mandatario cuando las FF.AA. intervinieron en una idiota escaramuza de la que salieron heridos cinco compatriotas.

El cuarto responsable es el Presidente de la República, que sin tomar en cuenta que es el Jefe de Estado, y por tanto última instancia de decisión del Gobierno, resolvió ir a discutir el tema personalmente con los miembros de tropa de la Policía. ¿Cómo puede el Presidente poner en riesgo la estabilidad democrática de la Nación, en un acto, en ningún caso valiente sino temerario, y con gesto de sietemachos, exponerse a que un desadaptado le pegue un tiro en el descorbatado pecho presidencial? ¡Tamaña irresponsabilidad!

Si las cosas se hubiesen hecho con buen juicio, la Asamblea hubiera discutido en profundidad la ley, aceptando las sanas críticas, la Presidencia no hubiese vetado la ley, la Policía hubiese reclamado a tiempo y hubiese encontrado oídos en la Asamblea y el Presidente no hubiese tenido que demostrar su arrojo.

¡Si todo eso hubiese sucedido, los ecuatorianos no hubiésemos pasado semejante vergüenza pública!