viernes, 10 de marzo de 2017

Alianza País se enfoca en la prevención en salud; CREO busca replantear todo el sistema











Por Elena Paucar Redactora de Diario EL COMERCIO, 10 de marzo del 2017.

La ‘revolución en salud’, como bautizó el Gobierno a su gestión en este sector, ha estado marcada por el aumento de la infraestructura, del personal médico, de derivaciones a clínicas privadas y por otros hitos como la atención de enfermedades catastróficas.

En el resumen de la ‘Década ganada’, que recoge la gestión del régimen desde el 2007, se enumeran algunos de estos avances, como contar con 4.081 establecimientos de salud hasta el 2015, el 83% en el sector público; y un presupuesto devengado de USD 16.300 millones en 10 años.

Pero hubo tensiones. Las sanciones a la mala práctica profesional, del Código Orgánico Integral Penal (COIP), y el decreto para fijar la jornada de 40 horas semanales, del 2012, causaron malestar en el gremio de médicos.

Para Ricardo Loaiza, magíster en Gerencia en Servicios de Salud de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, es indiscutible que el sector ha recibido la mayor inversión de la historia. Pero nombra retos.

Así: fortalecer la entrega de medicamentos de calidad, ampliar el acceso al servicio en zonas rurales, potenciar la medicina preventiva, mejorar el nexo con lo privado y concretar la oferta de universalización del servicio y de la protección a través de la seguridad social. Entre las cifras positivas se destaca el aumento de salubristas. Según datos del INEC del 2015, en el país hay 18 médicos por cada 10 000 habitantes. Para la OMS deben ser 23.

El cierre de las especialidades médicas en las universidades generó un déficit. El decano de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Guayaquil, Jorge Daher, dice que ese obstáculo se superó. En ese centro de estudios, donde se gradúan 850 médicos, ya ofertan nueve maestrías y 22 especialidades.

Las propuestas de los candidatos

En el programa de gobierno de Alianza País, las propuestas de salud se incluyen en el capítulo ‘Revolución social’. Se recalcan los avances en infraestructura y acreditación internacional de hospitales públicos, logrados en 10 años.

También se enfoca en colocar a la prevención en el centro del Sistema Nacional de Salud Pública (ahora, el 61% de la atención es curativa). Y apunta a reforzar el sistema de medicina familiar y comunitaria, a más de formar comités de usuarios para una veeduría. El plan menciona la consolidación de la Red Pública Integral de Salud, al integrar los servicios del Ministerio con los de la seguridad social. Y habla de impulsar la producción de fármacos y el uso de genéricos”.

Gran parte de los ofrecimientos se dirige a niños y adolescentes. Hace un año, el presidente Correa calificó a sus políticas de combate a la desnutrición como “uno de los grandes fracasos”. Según cifras que mencionó, de 752.243 niños atendidos y registrados en el sistema, el 20,8% tiene desnutrición crónica. El plan da un peso importante al deporte y a la recreación.

De su lado, la alianza CREO-SUMA busca “replantear el sistema de salud”. Reconoce que en los últimos años hubo un importante gasto y menciona la gratuidad, que aumentó la demanda de servicios (se pasó de 20,3 millones de consultas en el 2007 a 42,5 millones en el 2015).

“En muchos lugares, los niños son los más perjudicados. En muy pocas ocasiones se accede a la atención demandada en ese momento y de calidad, y atienden solo ocho horas diarias, por lo que las personas van al hospital”. Critica la desnutrición infantil y sus niveles de morbilidad. Planea dotar de equipos a más de 3.000 dispensarios, centros y subcentros, construir 200 centros más, reducir en 50% los tiempos de espera en la atención primaria y premiar el esfuerzo de médicos.

También ofrece mejoras en infraestructura, que se ejecutarán tanto en el sector público como privado. Guillermo Lasso ha hablado de una Ley de Zona Franca, para liberar del impuesto a la renta de por vida a las nuevas inversiones en nuevas clínicas y hospitales.

Así -explicó- se cubrirá el déficit de 8 000 camas en los centros y, a cambio, se entregará un 20% de la capacidad instalada para atender gratis a benefi­ciarios del Bono de Desarrollo Humano. Esto, en la oferta de acceso universal a la salud que espera alcanzar un país “que previene las enfermedades”.