domingo, 29 de enero de 2012

Editorial de DIARIO EL COMERCIO, Domingo 29 de enero del 2012

SALUD: LA DEUDA PENDIENTE


La salud pública es un punto crítico para todos los gobiernos del planeta. Ecuador no es la excepción y los retos denotan que es la deuda social pendiente de mayor dimensión y urgencia.

Una nueva crisis en el sector desnudó falencias que la millonaria propaganda no puede ocultar. El accidente de una niña ocurrido hace unas semanas en el Hospital Baca Ortiz, de Quito, mostró una evidencia cruel: en cinco años de Gobierno un ascensor dañado no había sido reparado. Una visita fugaz del Presidente de la República y una reprimenda pública acabaron con la renuncia del titular de la cartera, David Chiriboga, y el encargo a Carina Vence, una especialista en salud pública, con experiencia en Estados Unidos, que todavía no muestra sus planes de acción.

Pese al dinero invertido, a los logros alcanzados y a la vistosa propaganda de la televisión, Quito no construye desde hace décadas un solo hospital público. Por ahora, y como ocurre en otras ciudades, se intenta cubrir estos fallos comprando clínicas privadas que no son sino soluciones parches a un problema de fondo en la infraestructura hospitalaria. Lo que seguramente atormenta al Mandatario, tanto por su convicción y su conciencia social cuanto por la erosión del capital político que le puede conllevar, son las largas colas, la congestión de pacientes y la falta de turnos para una deficitaria atención de salud que se arrastra de antiguo. Los primeros anuncios de la nueva Ministra, que formaba parte del Gabinete del ministro renunciante, incluyen promotores de salud.

Se espera que sean verdaderos detectores de los requerimientos populares, más que agentes de campañas que pudieran confundirse con el proselitismo en un año contagiado por las elecciones presidenciales.