martes, 3 de septiembre de 2019

En Ecuador, para los Internos Rotativos de Medicina empieza un nuevo viacrucis. En otras palabras: firmen o lárguense


Opinión del Dr. Iván Cevallos Miranda

"Entonces tienen que retirarse de aquí" 

Frase para la historia. Pero para la de la ignominia. Dicha, con un dejo policial, por una funcionaria de ¿Docencia? del HCAM, cuando echaba a la calle a los jóvenes que querían iniciar su primer día de internado rotativo.

¡Qué papel tan triste! Oficiar de recadera de la disposición emitida por un capataz que no tiene la probidad para dar la cara y hacer lo que un médico “médico” habría hecho: recibir a sus futuros colegas en un sitio adecuado, no en pasillo; explicar con claridad la situación; repudiar la grosera y torpe reglamentación implementada por los teóricos del MSP; ofrecer su contingente para buscar una solución que parta del respeto que nuestra profesión -como todas- merece.

Pero claro, eso habría hecho un médico forjado en la entrega diaria, un profesional que no claudica en sus principios, uno cuya conciencia radique en el cerebro y no en el bolsillo. Uno que no se preste a humillar a sus colegas ni sólo oiga a medias lo que ocurre en el entorno. Por desgracia, ese perfil no existe en la conducción de mi hospital. Lo que hay es una pavorosa mueca prepotente que no tiene arrestos suficientes y que por eso recurre a una intermediaria cuya postura, “copy paste” del solípedo a cargo, demuestra cómo se va perdiendo la representatividad a cambio de unos centavos extras y transitorios.

Un día volverán al terreno llano y ahí será la ocasión de recordarles su pernicioso proceder y un dudoso portento: haber convertido al otrora símbolo del ejercicio y la formación médica, en un lúgubre penal que cercena la libertad de pensar. Debe ser por sus raíces ideológicas, provenientes de “la banda de los cuatro”.

(En apoyo a mis jóvenes colegas, gracias por compartir).