martes, 22 de abril de 2014

Jornada de Movilización Médica


El Maratón de la Danza de la Universidad Estatal de Florida y el niño Hunter

Holly Newell participó como bailarina en el Maratón de la Danza de la Universidad Estatal de Florida (FSU, por sus siglas en inglés)  en 1998. En el año 2012, ésta fue su historia:

“Estaba embarazada de mi segundo hijo y todo el embarazo fue normal; no había indicios de que algo andaba mal con el bebé que, tres semanas antes de la fecha del término, parecía iba a ser muy grande (casi 10 libras) por lo que los médicos decidieron inducirme un parto normal. Hunter nació en el Memorial Hospital de Tallahassee (TMH) en Florida, E.U.A. Inmediatamente después, era evidente que él luchaba por respirar. Estaba hinchado y comenzó a ponerse azul. El equipo que lo atendía parecía trabajar en vano. Pidieron ayuda a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), donde lo llevaron inmediatamente. Pusieron a Hunter en un respirador, lo paralizaron y sedaron para que no luche contra la ventilación invasiva. Estando en el TMH el primer día, uno de sus médicos mencionó que no pensaba que serían capaces de ayudarlo ahí y que era probable que tendrían que transferir el niño al Shands Hospital de Gainesville, también en Florida, E.U.A. Cada hora, las enfermeras comprobaban los niveles de oxígeno en su sangre. Desafortunadamente, Hunter sólo empeoró las horas siguientes. Recibió una transfusión de plasma y, cuando sólo contaba con dos días de edad, los médicos del TMH decidieron que no había nada más que pudieran hacer por él y llamaron al Shands para ver si tenían una cama disponible. Afortunadamente para nosotros y para Hunter sí había una. El TMH coordinó de inmediato un transporte aéreo para llevar a Hunter en helicóptero y cubrir la distancia de unos 207,82 kilómetros entre Gainesville y Tallahassee. Ni mi marido ni yo pudimos ir en el helicóptero con él”.


“Posteriormente, manejamos dos largas horas hasta el Shands para ver a Hunter. Los médicos, a un lado de la cama del niño, nos dijeron  que se encontraba muy, muy enfermo y que no sabían si iba a sobrevivir. Esas fueron las palabras más devastadoras que jamás he oído. Nunca habíamos imaginado, ni en nuestras peores pesadillas, que algo iba a salir mal con nuestro hijo y, mucho menos, que podría morir. Hunter permaneció muchos días en la UCIN durante las cuales las enfermeras que lo cuidaban mantuvieron una vigilancia constante no pudiendo apartarse ni un metro de su lado sin que otra ocupase su lugar. Las máquinas de soporte del cuerpo de Hunter sonaban constantemente alertando al personal. Hunter fue pinchado e invadido con muchas vías intravenosas por las cuales, alguna vez, contamos al menos nueve medicamentos diferentes que se bombeaban en su pequeño cuerpo. Al inicio, su médico nos había dicho que si sus signos vitales no mejoraban cuando llegase a los cinco días de edad, lo más probable que el bebé no lo lograría. Me sentaba junto a su cama, de 7:30 am hasta la medianoche de cada noche, orando para que Hunter se recuperase. Finalmente, empezó a mejorar a partir del sexto día, aunque tuvo muchos altibajos a lo largo de su estancia hospitalaria. Aún tiene algunas cicatrices visibles de sus "heridas de batalla" durante su hospitalización. Tomó un mes para que sea destetado de los ventiladores, medicamentos y otras máquinas antes de que sea capaz de volver a casa. Durante todo el tiempo que lo visitaba, tuve que dejar el cuidado de mi hijo mayor, que tenía 19 meses de edad y que mi marido traía los fines de semana para que pudiese pasar un tiempo conmigo. Me rompía el corazón estar lejos de él durante tanto tiempo”.


“Cuando caminaba por el Shands durante las horas en que no estaban autorizadas las visitas, reparé en los globos que decoraban toda la UCIN y los pasillos. Me recordaron un evento en el que participé en 1998. Al hablar con las enfermeras, descubrí que los fondos del Maratón de la Danza de la FSU recogidos hacía apenas un año antes del nacimiento de Hunter habían ayudado a renovar la UCIN del Shands y sirvieron para agregar una cama adicional y comprar las máquinas que se utilizaron para salvar su vida”.


“Cuando yo fui una bailarina para la Maratón de la Danza de la FSU, nunca me imaginé que un día estaría salvando la vida de mi propio bebé. Sentí una inmensa tranquilidad al saber que había hecho lo que debía hacer para ayudar a salvar a mi propio hijo”.


“Mi marido y yo seguimos apoyando a estos Maratones anuales de la Universidad Estatal de Florida. Hunter, ahora de 4 años, espera por el Maratón y, a menudo, pregunta cuándo va a volver.”

El Maratón de la Danza de la Universidad Estatal de la Florida es un evento anual de 40 horas, donde más de 1.800 estudiantes se mantienen despiertos y de pie, danzando, para recaudar fondos y crear conciencia en los beneficiarios locales. Durante los últimos 19 años, este Maratón ha recaudado más de $ 5 millones para los Hospitales locales: Miracle Network, Hospital Shands UF y el Colegio de Medicina de la FSU. En 2014, recogió un gran total de $ 781,196.22 para los niños. Estos fondos hacen la diferencia en la prestación de atención médica, tratamiento e investigación necesarios en los Hospital Infantiles de la Red.