lunes, 10 de julio de 2017
viernes, 7 de julio de 2017
martes, 13 de junio de 2017
Los "niños de la llave"
Por Jessica Mouzo Quintáns
Nadie los recoge a la salida de la
escuela. Tampoco hay quien los espere en casa para darles la merienda. Son los
llamados niños de la llave, los menores que se quedan solos en casa por las
tardes porque sus padres trabajan. Portan la llave colgada al cuello porque son
ellos mismos los que tienen que abrir la puerta de su casa. Según la ONG Educo,
en España hay 580.000 niños de entre seis y 13 años que se quedan solos por las
tardes en verano, la época de mayor vulnerabilidad, según los expertos. Es un
66% más que en 2009. Y seguirá creciendo, advierte la directora de Educación y
Acción Social de Educo, Clarisa Giamello.
El tránsito de primaria a secundaria
(11-12 años) es el punto de inflexión, cuando los padres alegan que "son
mayores" y les entregan las llaves de casa, sostiene el informe Nativos de
la crisis: los niños de la llave, elaborado por Educo. Sin embargo, una
encuesta de la misma organización humanitaria advierte de que la horquilla de
edades de los niños de la llave es mucho más amplia: se estima que el verano
pasado en España había más de medio millón de niños de la llave de entre seis y
13 años.
El motivo, matizan en Educo, no es
necesariamente desamparo o una negligencia, sino la imposibilidad de conciliar
la vida laboral y personal de los padres. "Las razones de esta situación
pasan por una situación económica y laboral de precariedad con prácticamente
nulo soporte familiar y social", reza el informe. En España hay unos 2,2
millones de hogares con niños a cargo que están en riesgo de pobreza. Citando
un estudio de Unicef, Educo recoge que el 16,1% de los hogares con niños a cargo
y personas adultas con trabajo están en riesgo de pobreza. Trabajar ya no es
garantía para combatir la precariedad.
"La escasez no es solo de recursos económicos, sino además de
tiempo en las relaciones de apoyo, tanto familiares como sociales", apunta
el estudio de Educo. Según su investigación, el 77% de los hogares de
trabajadores pobres dicen no haber recibido ayudas durante 2016.
Los niños desayunan solos, pasan las
tardes solos e incluso puede que cenen solos. Una situación que expone a los
menores a unos riesgos y hábitos de vida de los que ya alertan los expertos.
Desde el consumo de alcohol y otras drogas, que aparece entre los 11 y 13 años, hasta los problemas de
alimentación, pues no hay quién controle lo que comen y los médicos advierten
de que la comida más calórica es más barata y está al alcance de sus manos.
"Pasa buena parte del tiempo ocupados en pantallas, expuestos a la
publicidad y a todos los contenidos sin filtro de la televisión", añade el
informe.
El problema se intensifica durante la
temporada estival. Según Educo, el 58% de los hogares de trabajadores pobres
con hijos de entre 3 y 16 años, a pesar de tener unos ingresos económicos, no
pueden irse de vacaciones ni una semana al año. "No se van de vacaciones
en familia, pero los padres tampoco pueden pagar unos campamentos de verano a
sus hijos, donde estos niños estarían jugando con otros, contando con personas
adultas para su cuidado. Además, se les aseguraría al menos una comida al día
completa y sana”, sostiene Giamello. De hecho, el 61% de los niños y niñas que
viven en hogares de trabajadores pobres no pudieron ir de campamentos el verano
pasado ni realizar ningún tipo de actividad similar. El principal motivo que
alegan los padres es que "supone un gasto que en estos momentos no podemos
asumir".
viernes, 2 de junio de 2017
martes, 30 de mayo de 2017
jueves, 25 de mayo de 2017
"Por el bienestar del menor"
El Tribunal
Supremo Alemán ha dado la razón a un padre que defendía administrar a su hija
las vacunas recomendadas por los organismos oficiales en contra de la opinión
de la madre, con la que no convive, pero con la que comparte la custodia de la
menor, nacida en 2012. A raíz de la disputa acerca de la conveniencia de seguir
el calendario oficial de vacunaciones, ambos padres, que no están casados,
solicitaron ante los tribunales, respectivamente, la custodia sanitaria
exclusiva, según informó este martes el Tribunal Supremo en un comunicado.
El padre está a
favor de aplicar a la menor las vacunas recomendadas por la Comisión Permanente
de Vacunación (STIKO) del Instituto Robert Koch, mientras que la madre opina
que el riesgo por posibles daños resultantes de las vacunaciones pesan más que
el riesgo general de infección. La madre sólo aceptaría vacunar a su hija, que
vive con ella, si los médicos pudieran garantizar que queda descartado
cualquier posible daño resultante de la vacunación.
Decisiones
judiciales
El 20 de octubre
de 2015, el Tribunal de Primera Instancia de Erfurt concedió al padre el
derecho en exclusiva a decidir sobre la vacunación, decisión que la madre
recurrió ante la Audiencia Territorial de Jena. El 7 de marzo de 2016, este
tribunal ratificó la anterior sentencia, pero limitó la aplicación a las vacuna
de tétanos, difteria, tos ferina, neumococos, rotavirus, meningococos C,
sarampión, parotiditis y rubéola.
El Tribunal
Supremo rechazó el pasado 3 de mayo el recurso presentado por la madre y
recuerda que la ley establece que en caso de disputa en asuntos de
"considerable importancia para el menor", el Tribunal de Familia
puede conceder la custodia en una decisión concreta en exclusividad a uno de
los progenitores si éste así lo ha solicitado.
El progenitor ha
ganado todos los juicios. En el primero consiguió el derecho exclusivo de
decidir sobre la vacunación, la madre recurrió. En el segundo, aunque el
tribunal ratificó la sentencia, la madre volvió a recurrir. Y finalmente, el
caso llegó al Tribunal Supremo Alemán.
"El poder
decisorio debe ser concedido al progenitor cuya propuesta se aproxima más al
bienestar del menor", subraya la corte. El Tribunal Supremo considera
"mejor capacitado al padre para decidir acerca de la aplicación de las
citadas vacunas" a la menor, al no existir, además, circunstancias que
apunten a un riesgo para la niña, al tiempo que subraya que el progenitor debe
orientarse en las recomendaciones de la STIKO, consideradas por esta corte como un
"estándar médico".
El Tribunal
Supremo considera innecesaria, además, la solicitud de un informe pericial por
separado para dar respuesta a las objeciones de la madre que basa sus
argumentos en el "lamentable lobby que ejercen la industria farmacéutica y
la comunidad médica", lo cual el Tribunal desechó.
Muerte por
sarampión
Por otra parte,
el Departamento de Sanidad en Essen, en el oeste de Alemania, informaba este
lunes de la muerte por sarampión -la primera en este año- de una mujer de 37
años, madre de tres hijos, que al parecer de niña sólo había sido vacunada una
vez contra este virus y por lo tanto no estaba suficientemente inmunizada.
La STIKO
recomienda vacunar al menos dos veces contra el sarampión, por lo que las
autoridades sanitarias recomiendan que todos los adultos refuercen esa vacuna
si en su infancia sólo les fue aplicada una vez.
En los últimos
años, el auge del movimiento antivacunas ha resucitado enfermedades
consideradas erradicadas, como sucedió con el sarampión en Estados Unidos, por
desconocimiento o desconfianza, basada en falsas creencias como que las vacunas
provocan autismo. En algunos casos, la intención de vacunar o no puede
confrontar a padres y madres, que incluso llegan hasta los tribunales.
domingo, 21 de mayo de 2017
miércoles, 17 de mayo de 2017
La Lactancia Materna en el zoológico
Elizabeth estaba en el zoológico de la ciudad australiana de
Melbourne un día domingo con su familia celebrando el cumpleaños de su hija de
tres años. Cuando
su hijo de 13 semanas, Eli, tuvo hambre caminó hacia una esquina para
amamantarlo en privado. De repente, dos
orangutanes se acercaron a mirar. "Fui
a la vuelta de la esquina para tener un poco de privacidad, estaba amamantando a
mi niño y ese orangután se acercó, me miró y se puso a ver qué estaba
pasando", dijo al diario 774 ABC de Melbourne. Ella contó que, después de que el primer orangután se acercó, otro más viejo lo siguió
y que parecía darle un asentimiento. Elizabeth comentó que pudo sentir que ese asentimiento era significativo emocionalmente para
ella porque no había podido amamantar a su primera hija. "Me
sentí muy orgullosa, sentí que estaba orgullosa de mí y... no lo sé, fue increíble ", dijo. La
madre de Elizabeth tomó la foto que ilustra esta nota y que fue compartida en
Facebook.
Elizabeth pensó que, debido a que su bebito tiene el pelo rojo, el orangután pudo haber pensado que estaba amamantando a un bebé orangután. A partir de ese encuentro, Elizabeth y su familia se inscribieron como miembros del zoológico de Melbourne.
Elizabeth pensó que, debido a que su bebito tiene el pelo rojo, el orangután pudo haber pensado que estaba amamantando a un bebé orangután. A partir de ese encuentro, Elizabeth y su familia se inscribieron como miembros del zoológico de Melbourne.
martes, 16 de mayo de 2017
Los "Miracle Babies" de Nicki
Quedamos bastante impresionados cuando nos enteramos que íbamos a
tener gemelos. Fue una gran sorpresa a las 12 semanas de gestación, cuando el
ecosonografista dijo: "allí está el bebé número 1 ... y hay un bebé número 2
..." Sin embargo, una vez que pasó el asombro inicial, estábamos muy emocionados y nos
ocupamos mucho investigando qué esperar y qué comprar.
Sabíamos que había un riesgo de parto prematuro (¡aunque obviamente no esperábamos que fuese a las 23 semanas!), Así que leímos un poco sobre la atención neonatal y planeamos visitar una unidad neonatal. Nos estábamos asegurando de estar realmente organizados y también habíamos reservado una clase prenatal específica para gemelos. ¡Pero usted no puede prepararse para todo!
Fui a trabajar el 26 de diciembre del año pasado y el 27 de diciembre, a las 23 semanas de gestación, di a luz a mis gemelos, Henry y Archie, cada uno pesando sólo 1 libra y 2 onzas (504 gramos). Nos habían dicho que sería un milagro si sobrevivía uno de los dos pero, al principio, ambos lo hicieron bastante bien y nos sentimos consolados por todo el equipo de atención. Todavía estábamos sorprendidos y enormemente aliviados de que hubieran sobrevivido al nacimiento después de que se nos dijera que eso solo sería un milagro.
Sin embargo, al principio fuimos un poco ingenuos, pensando que el equipo y los médicos podían arreglar cualquier cosa; desafortunadamente estábamos equivocados. Las cosas se pusieron muy mal en el segundo día. Archie empeoró y no se pudo hacer nada para salvarlo. Lo bendecimos y le dijimos adiós mientras lo sosteníamos en nuestros brazos.
La pérdida de Archie realmente golpeó nuestro hogar dejándonos ver cómo eran de vulnerables nuestros bebés y desde entonces entramos en un estado de constante preocupación por Henry, sin saber lo que le podría pasar el minuto, la hora o el día siguiente. No nos atrevíamos a pensar más que unas pocas horas en el futuro ya que las cosas podían cambiar muy rápidamente. Pasaba todos los días en la Unidad, el mayor tiempo posible con Henry, y me sentía perdida en cualquier otro sitio que no fuese el Hospital. Me extraía la leche a su lado para minimizar cualquier tiempo lejos de él y odiaba los pases de visita ya que los padres tenían que salir de las habitaciones. También odiábamos tener que salir en las noches. Era tan difícil dejar a Henry todas las noches.
Henry luchó. Tuvo tres infecciones, usó morfina durante mucho tiempo y
esteroides para ayudar a sus pulmones, le tomaron innumerables radiografías y recibió
doce transfusiones de sangre. Aunque el viaje era una montaña rusa y hubieron
varios pasos hacia atrás en el camino, nuestro bebé poco a poco fue mejorando. El primer gran
obstáculo fue un problema cardíaco que afortunadamente respondió rápidamente a
la medicación. Salía de su ventilador mecánico, colapsaban sus pulmones y se
combatían sus infecciones. Enfermó de sepsis a finales de enero, lo que nos
recordaba la forma en que perdimos a Archie. Afortunadamente, Henry hizo progresos y
continuó fortaleciéndose, hasta que unas semanas más tarde fue capaz de dejar el
ventilador para siempre.
Finalmente, tres semanas después de su nacimiento, pudimos abrazar a Henry por primera vez. Cada uno de nosotros lo sostuvo durante 15 preciosos minutos que fueron mágicos. Nuestros próximos abrazos no fueron en dos semanas pero una vez que ya estuvo fuera del ventilador se hicieron más frecuentes.
Una vez que Henry estuvo más estable, pudimos celebrar el funeral de Archie el 23 de marzo. Aunque fue un día triste, el servicio fue justo como lo quisimos. Ambos nos las arreglamos para levantarnos y hablar, y la música y el poema que habíamos elegido fueron simplemente perfectos. Incluso asistieron algunas de las enfermeras y médicos de la Unidad, lo cual fue muy conmovedor.
A pesar de que toda la experiencia fue difícil, hubo muchos momentos de alegría durante el tiempo de hospitalización: celebrábamos todos los hitos (¡incluso la primera deposición de Henry fue un momento de celebración!), la llegada del Año Nuevo, constatar los aumentos de peso o las mejoras en su respiración. Nos sentíamos como parte de una segunda familia, junto con el personal que se interesaba genuinamente en nosotros y en Henry y que estaban allí para afrontar todos los altibajos, ofreciendo sus hombros para llorar y sus brazos para felicitarnos. Así que cuando ya nos preparábamos para salir muchas enfermeras vinieron a visitarnos para decirnos adiós, eso fue realmente muy conmovedor.
Aunque nunca quisiera que Henry o alguien más pase por esa experiencia, ambos estamos contentos de lo que ha resultado de nuestro viaje. Apreciamos y celebramos todo lo que hace nuestro niño (¡incluso si es un abrazo a las 2 am!). Y lo está haciendo muy bien. Los médicos que lo controlan están muy contentos con él. Afortunadamente, no ha tenido problemas en la vista o en la audición y todavía está amamantádose aunque ya toma alimentos sólidos.
Mientras estábamos en la Unidad, disfrutamos de leer para Henry ya que era la única cosa "normal" que podíamos haber hecho en casa de todos modos. Leer una historia a la hora de acostarse se convirtió en parte de nuestra rutina y leía durante el día también. Otra cosa que ayudó fue que la Unidad tenía historias de otros padres en sus paredes. Leíamos cada una y realmente nos ayudaron a inspirarnos esperanza.
Por eso, desde que traje a Henry a casa, he escrito un par de libros infantiles: uno para compartir su historia y otro adaptado, genérico, para que otros padres de prematuros lo compartan con sus hijos. Los enlaces se pueden encontrar en: http://miraclebabies.co.uk/books/
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