miércoles, 1 de agosto de 2018

Empieza la Semana Mundial de la Lactancia Materna

Un bebé acaba de nacer. Su madre lo abraza y lo pone al pecho. Ese momento, que para una madre es inolvidable, el bebé no lo recordará, pero puede marcar su vida. Los niños que no toman leche materna en la primera hora de vida tienen más peligro de contraer enfermedades e incluso de morir, según un nuevo estudio de UNICEF y la Organización Mundial de la Salud. Aun así, millones de bebés se pierden esos beneficios porque las madres no reciben apoyo en los hospitales y por el aumento de las cesáreas por elección. En el estudio, llamado "Capturar el momento", se estima que tres de cada cinco bebés, 78 millones, no toman leche materna en la primera hora de vida.

“Cuando se trata de iniciar la lactancia materna, es fundamental hacerlo a tiempo. En muchos países, esto puede llegar a ser una cuestión de vida o muerte”, asegura Henrietta H. Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. “No obstante, cada año, millones de recién nacidos se pierden los beneficios de la lactancia materna temprana”.

Cuanto más tiempo pase el bebé sin que mame, más aumenta el riesgo. El informe, que ha analizado a 130.000 recién nacidos, mostró que aquellos que tomaron el pecho entre dos y 23 horas después del nacimiento tenían un 33 por ciento más de posibilidades de morir, comparado con los que comenzaron la lactancia en la primera hora de vida. Para los que comenzaron un día o más después del nacimiento, el peligro aumentó más del doble.

Casi todos los bebés pueden mamar desde el primer momento. Tienen reflejo de succión y pueden tragar. Además, el contacto piel con piel les ayuda a regular su temperatura corporal y permite que su cuerpo adquiera bacterias beneficiosas de la piel de la madre que le protegen de infecciones y les ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. La succión favorece la liberación de prolactina en la madre, una hormona que estimula la producción de leche. En los primeros días, el cuerpo de la mujer produce calostro, que es rico en nutrientes y anticuerpos y actúa como “la primera vacuna” del bebé.

Según el informe, las tasas más altas de lactancia materna en la primera hora después del parto se registran en África Oriental y Meridional (65%), mientras que las más bajas se encuentran en Asia Oriental y el Pacífico (32%). En Latinoamérica la tasa alcanza el 52%. Sin embargo, el informe no cuenta con datos ni de Norteamérica (Estados Unidos y Canadá), ni de Europa occidental.

Si los beneficios están tan claros, ¿por qué millones de niños no los reciben? “Las madres simplemente no tienen ayuda suficiente para amamantar en esos minutos cruciales posteriores al nacimiento, ni siquiera por parte del personal médico de los centros de salud”, dice la directora de UNICEF.

Aunque pueda parecer algo intuitivo, las mujeres necesitan aprender a colocar y amamantar al bebé.

“Debemos ampliar urgentemente las ayudas para las madres, ya sea por parte de miembros de la familia, trabajadores de la salud, empleados o gobiernos, de forma que puedan proporcionar a los niños el comienzo que merecen”, afirma el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

Según el informe, que analiza datos de 76 países, muchos recién nacidos esperan demasiado por distintas razones:
  • El aumento de cesáreas por elección: las tasas de inicio temprano de lactancia son más del doble en los nacidos por parto vaginal, que entre los que nacieron por cesárea. En este caso, la lactancia temprana tiene un beneficio añadido. Los niños que nacen por vía vaginal se impregnan de bacterias beneficiosas en el canal de parto. Los que nacen por cesárea adquieren esas bacterias solo en contacto con la piel de sus madres.
  • Dar otros alimentos y bebidas a los recién nacidos, incluida la leche de fórmula: algunas prácticas habituales como descartar el calostro, alimentar al bebé con miel o que un profesional de la salud le dé agua azucarada o leche de fórmula, retrasan el primer y fundamental contacto del recién nacido con su madre.
  • Brechas en la calidad de la atención: se dan muchos casos en los que se separa a los bebés de sus madres inmediatamente después del parto y en los que la orientación que ofrecen los trabajadores de la salud es limitada. En Serbia, por ejemplo, las tasas de lactancia temprana aumentaron un 43% de 2010 a 2014 gracias al esfuerzo por mejorar la atención que se brinda a las madres en el parto. Por otro lado, en la República Dominicana, las cesáreas pasaron de un 31 por ciento de los partos en 2002 al 58 por ciento en 2014 y, en consecuencia, la lactancia temprana cayó del 62 por ciento al 38 por ciento en el mismo periodo.

Para garantizar la salud de las mujeres y los bebes en torno al parto, UNICEF y el Ministerio de Salud dominicano han acordado implementar la iniciativa Hospital Amigo del Bebé. Sin embargo, hacer un seguimiento de las medidas es complicado, sobre todo en los hospitales privados, donde tienen lugar el 40 por ciento de los nacimientos y el 86 por ciento de las cesáreas.

¿Qué se puede hacer?

Según la OMS y UNICEF, las políticas nacionales y de los hospitales para apoyar la lactancia en el momento del nacimiento “son inadecuadas” y la capacitación del personal sanitario que atiende los partos “a menudo es insuficiente”.

El informe insta a los gobiernos, donantes y otros responsables de la toma de decisiones a adoptar medidas jurídicas firmes para restringir la comercialización de leche de fórmula y otros sucedáneos de la leche materna y ofrecen una serie de recomendaciones.
  • Aumentar los fondos para programas de promoción y apoyo a la lactancia.
  • Implementar el Código Internacional de Marketing para los sustitutos de la leche materna
  • Incluir en las normativas nacionales sobre cuidado materno infantil el contacto piel con piel y la iniciación temprana a la lactancia. Esas guías deben desalentar que se dé cualquier tipo de líquido a los bebés en los primeros días de vida si no es por razones médicas.
  • Más orientación para las madres. Los profesionales de la salud deben preparar y aconsejar a las madres, especialmente a las que tengan que someterse a una cesárea.
  • Crear bases de datos sobre la lactancia temprana.
Marie Michelle Francois sostiene y amamanta a su bebé en la sala de maternidad del Hospital Universitario Estatal de Puerto Príncipe, Haití.



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