lunes, 12 de noviembre de 2018

Para los niños de Yemen se agota el tiempo


La rápida depreciación de la moneda local y el siguiente aumento en los precios de los alimentos incrementan los riesgos para casi 400.000 niños de ese país que se encuentran con desnutrición aguda severa y para quienes las posibilidades de sobrevivir, según alerta la Unicef, son cada vez más escasas. "La rápida depreciación del rial yemení en los últimos meses ha agravado la crisis económica y ha provocado un aumento en los precios de los alimentos que pone a los niños en mayor riesgo", explica por correo electrónico Bismarck Swangin, especialista en Comunicación de Unicef en Yemen.

Alrededor de 14 millones de personas están al borde de una hambruna, según denunciaron el miércoles 35 ONG locales e internacionales, que pidieron un "cese inmediato de hostilidades".

El precio de alimentos básicos como la harina, el arroz, la sal, el azúcar y el aceite casi se ha duplicado desde 2015, según Save the Children, en un país en el que más de la mitad de la población vive bajo el umbral de la pobreza. "Los padres y las madres se alternan las comidas o incluso se mueren de hambre solo para alimentar a sus hijas e hijos", escribe la ONG en su página web.

A principios de noviembre, se intensificó la ofensiva contra la ciudad de Hodeida, en el oeste de Yemen. Solo en el último fin de semana, murieron más de 100 personas, según la agencia AFP. “Estamos muy preocupados por el impacto que los combates en la zona portuaria están teniendo en la infancia”, asegura Bismarck Swangin, especialista de Unicef en el país. “Se está matando a niños en ataques contra instalaciones civiles, incluidas casas familiares o disparos de balas. La lucha está restringiendo el acceso a los centros de salud y a otros servicios como el agua”.

En Hodeida y las provincias colindantes reside el 40% de los 400.000 niños del país que sufren desnutrición aguda grave, según Unicef. Los combates intensos en la zona, además de dificultar el ingreso de ayuda humanitaria, combustible y otras mercancías, se están aproximando al hospital de Al Thawra poniendo en riesgo inminente de muerte a 59 niños, incluyendo 25 que están en cuidados intensivos, denuncia el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en un comunicado.

Además de amenazar la vida de los más pequeños, la desnutrición causa retrasos en el crecimiento y debilita sus sistemas inmunológicos, incrementado el riesgo de contraer enfermedades prevenibles como el cólera y la neumonía.

Se espera que para mediados de este mes Naciones Unidas dé a conocer los resultados de la encuesta de Clasificación Integrada de la Fase Alimentaria realizada en el país y que este estudio proporcione una imagen más detallada de la crisis alimentaria en curso. Los ataques aéreos y los combates dificultan la recolección de datos en varias áreas del país.

El repunte en los precios del combustible está afectando los servicios de transporte, agua, electricidad, salud y saneamiento. "Unos 8,6 millones de niños han perdido el acceso regular a servicios básicos de agua, saneamiento e higiene, debido a la guerra", señala Swangin. "Esto presenta un gran riesgo para el resurgimiento del cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua".

La guerra que desde hace más de tres años ensangrienta a Yemen ha causado más de 6.500 muertos y heridos entre los más pequeños, estima Naciones Unidas. Ellos representan la mayoría de los 22 millones de personas que en la actualidad necesitan asistencia humanitaria. La infancia ya vivía una situación crítica antes de la intensificación de la violencia en marzo de 2015. En 2014, 160.000 niños ya padecían malnutrición severa aguda.


FOTOGRAFÍAS: AFP

 

 

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