Por Jessica
Mouzo Quintáns / E. G. Sevillano
El niño de 6 años vecino de Olot
(Girona) que está ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital
Vall d'Hebron de Barcelona tras diagnosticársele difteria "sigue en estado
muy grave", según ha confirmado el centro sanitario. Según ha podido saber
EL PAÍS, el motivo de que el niño no esté inmunizado contra esta enfermedad
—que tiene unas tasas de vacunación en España de entre el 90% y el 95%— se debe
a que sus padres están en contra de las vacunas.
Salud Pública de la Generalitat
está localizando y vigilando a las personas que tuvieron contacto cercano con
el menor antes de que enfermara. El niño participó en un campamento escolar
poco antes de manifestar los síntomas, así que entre los miembros de la familia
y los niños del colegio de Olot hay unas 150 personas en vigilancia. La Agencia
de Salud Pública avanzó ayer que está “administrando medicación preventiva y de
refuerzo de vacunación a las personas que han tenido contacto estrecho con el
paciente”.
Uno de los lugares por donde se
han desplegado los equipos de la Agencia de Salud Pública ha sido la escuela
Cor de Maria de Olot, centro donde estudiaba el menor. La directora del
colegio, Anna Jordà, ha declinado dar información referida al menor por
tratarse de una información confidencial, pero sí ha confirmado que Salud
"ha comprobado las cartillas de vacunación de todos los niños".
"La actividad en el colegio se está desarrollando con total normalidad
porque no hay ningún peligro ni sospecha de más casos", ha puntualizado la
directora.
El ministro de Sanidad, Alfonso
Alonso, ha asegurado esta mañana que "es irresponsable no vacunar".
Aunque ha evitado hablar de las razones esgrimidas por la familia del niño
ingresado para no vacunarle, ha advertido de que "empieza a haber un
discurso peligroso contra la vacunación". Alonso cree que este caso puede
ayudar a "concienciar" a los padres que no quieren inmunizar a sus
hijos. También ha recordado que "siempre está por encima el interés
superior del menor".
Este es el primer caso de
difteria en España en cerca de tres décadas. Esta enfermedad infecciosa,
provocada por una bacteria, estaba erradicada gracias a las campañas de
vacunación masivas. Se empezó a vacunar contra la difteria en 1945. En 1965 se
incluyó en campañas con tétanos y tos ferina. De mil casos por 100.000
habitantes en pocos años se pasó a no registrar apenas ninguno. El Ministerio
de Sanidad registró el último en 1987. En Cataluña hacía más tiempo, 32 años,
que no se daba un caso de esta dolencia que afecta al sistema respiratorio y a
otros órganos y que puede ser mortal.
El niño tuvo los primeros
síntomas el pasado 23 de mayo, el día 28 el hospital comunicó los servicios de
salud pública estatales (se trata de una enfermedad de declaración obligatoria)
la sospecha de difteria y el día 29 se enviaron muestras al Centro Nacional de
Microbiología, que confirmó al día siguiente que se trataba de un caso de
difteria toxicogénica.
Cuando los análisis confirmaron
la enfermedad, el menor fue llevado al Vall d'Hebron, donde sigue ingresado en
la unidad de cuidados intensivos. Allí los médicos le están tratando con un
fármaco, una antitoxina, que el Ministerio de Sanidad estuvo buscando por medio
mundo. Sanidad lanzó una alerta internacional y pidió ayuda a la Organización
Mundial de la Salud y a Estados Unidos para encontrar dosis de este fármaco.
“El problema es que ya nadie
tiene esta enfermedad. Está todo el mundo vacunado”, explicó Moreno.
Finalmente, el embajador ruso medió para transportar en avión, en valija
diplomática, el preparado de Moscú a Barcelona en la madrugada del lunes. Ayer
por la noche estaba prevista la llegada de más dosis.
Expertos como Antoni Trilla,
epidemiólogo del hospital Clínic de Barcelona, creen que no va a ser fácil
encontrar el origen del contagio, puesto que puede haber transmitido la
bacteria una persona que padezca la enfermedad en su variante leve o bien una
que esté asintomática después de haber superado la enfermedad en las últimas
semanas o meses. Después de pasar la difteria, la bacteria se puede alojar en
la faringe y permanecer allí durante un tiempo, por lo que puede transmitirse
al toser o estornudar muy cerca de otra persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario